Badalona recupera un santo experto en epidemias desaparecido en la Guerra Civil
El museo de la ciudad adquiere un retablo g¨®tico dedicado a San Sebasti¨¢n perteneciente al monasterio de Sant Jeroni de la Murtra
La mayor¨ªa de las im¨¢genes de las obras medievales a las que se les ha perdido la pista son en blanco y negro y anteriores a la Guerra Civil; un momento en el que muchas de estas piezas fueron pasto de las llamas o desaparecieron de sus templos para no volver. Por eso, cuando se recupera una de ellas, una de las cosas que m¨¢s sorprende a los historiadores del arte son sus vivos colores. Es lo que le pas¨® a Alberto Velasco, uno de los cazadores de retablos m¨¢s avispados, cuando, paseando en ...
La mayor¨ªa de las im¨¢genes de las obras medievales a las que se les ha perdido la pista son en blanco y negro y anteriores a la Guerra Civil; un momento en el que muchas de estas piezas fueron pasto de las llamas o desaparecieron de sus templos para no volver. Por eso, cuando se recupera una de ellas, una de las cosas que m¨¢s sorprende a los historiadores del arte son sus vivos colores. Es lo que le pas¨® a Alberto Velasco, uno de los cazadores de retablos m¨¢s avispados, cuando, paseando en marzo de 2019 por la Feria de Arte Moderno y Antiguo (FAMA), reconoci¨® el compartimento central de un retablo que hab¨ªa visto antes por foto y que se daba por perdido desde la Guerra Civil. ¡°Me llam¨® la atenci¨®n los colores porque solo lo hab¨ªa visto en blanco y negro, pero no tuve duda de que ese San Sebasti¨¢n pertenec¨ªa al monasterio de Sant Jeroni de la Murtra de Badalona¡±, explica.
Y acto seguido inform¨® a la Generalitat y al Museo de Badalona por si pod¨ªan adquirirlo. Hace unos d¨ªas esta tabla de 225 cent¨ªmetros de alto por 79 de ancho, en la que dominan el rojo, el verde y los dorados, se present¨® en el museo con todos los honores. Y pronto se expondr¨¢ junto con la otra parte conocida de este retablo, la predela, tras permanecer durante d¨¦cadas separadas. Ser¨¢n las ¨²nicas piezas g¨®ticas en un museo dedicado, sobre todo, a Baetulo, la ciudad romana que dio origen a la actual Badalona.
¡°La primera vez que la vi en directo, me hizo flipar en colores¡±, coment¨® tambi¨¦n durante su presentaci¨®n la directora del museo, Margarida Abras, ante un p¨²blico exultante por recuperar un elemento vinculado con el monasterio; una de las joyas de la ciudad en el que residieron los Reyes Cat¨®licos y donde, seg¨²n la tradici¨®n, recibieron a Crist¨®bal Col¨®n tras su primer viaje a Am¨¦rica. En la presentaci¨®n tambi¨¦n estaba el anticuario Pedro Pasqu¨ªn que ha hecho todo lo posible para que esta pieza regresara, tras reducir los 75.000 euros que ped¨ªa a 60.000 euros, a su lugar de origen.
La obra, pese a darse por perdida hasta 2019, estaba bien documentada por fotograf¨ªas de comienzos de siglo que la situaban en la capilla de San Sebasti¨¢n del monasterio que se construy¨® en 1455. Seg¨²n explic¨® Abras, siguiendo el informe que Velasco hizo para adquirir la pieza, en 1490 la peste que acosaba Badalona se ceb¨® con los monjes y acab¨® con la vida de siete de ellos. Ser¨ªa por eso por lo que la comunidad decidi¨® dedicar esta capilla y su retablo al santo protector de esta epidemia. Y San Sebasti¨¢n hizo su funci¨®n, porque un siglo despu¨¦s (alrededor de 1589), la peste volvi¨® a la ciudad, pero nadie en el monasterio se vio afectado, por lo que los monjes pensar¨ªan que sus rezos hab¨ªan servido de algo.
El San Sebasti¨¢n de Badalona est¨¢ representado de cuerpo entero vestido con lujo y elegancia. En sus manos sostiene sus atributos: el arco y la flecha; alejado de la t¨ªpica imagen en que aparece casi desnudo y atravesado por las saetas. ¡°Es la forma en la que se le representa en el g¨®tico. Luego, en el Renacimiento y el Barroco, se impondr¨¢ la otra, que ser¨¢ la que se convertir¨¢ en icono homosexual¡±, explica Velasco.
El santo se le representa en un interior acompa?ado de dos ¨¢ngeles con ¡°un pa?o de honor¡±, apunta Velasco, para remarcar su santidad. En la parte superior hay un Calvario, ¡°g¨®tico tradicional¡±, con una imagen de Jes¨²s en la Cruz entre la Virgen y San Juan Evangelista. ¡°Habr¨¢ que ver si la madera que rodea la pintura; los pin¨¢culos, las espigas y el arco conopial, es original. Aunque el flor¨®n que lo remata y la moldura inferior, seguro que no¡±, prosigue el experto.
En las fotograf¨ªas antiguas en blanco y negro aparecen, junto a la tabla y la predela, -que tiene el n¨²mero 1 del inventario del museo de Badalona-, dos pinturas m¨¢s, a cada uno de los lados, cuyo paradero se desconoce. ¡°Tras la desamortizaci¨®n de 1835 el monasterio sufri¨® un incendio que afect¨® al retablo. Pero 20 a?os despu¨¦s se restaur¨® la capilla y el retablo se volvi¨® a instalar. En este momento Narc¨ªs Inglada pint¨® esos dos santos laterales y, posiblemente, intervino sobre la pintura g¨®tica. Habr¨¢ que saber hasta qu¨¦ punto¡±, comenta Velasco.
?Y qui¨¦n pudo ser el autor de esta obra? Velasco, bas¨¢ndose en los trabajos de Carles D¨ªaz de 2013 y 2107, asegura que no se trata de Miquel Nadal, como se hab¨ªa dicho hasta ahora, ya que este pintor falleci¨® en 1457, antes de construir la capilla y el retablo. D¨ªaz, en su momento y ahora Velasco, aseguran que podr¨ªan tratarse de Pere Alemany; ¡°un pintor cercano al taller de los hermanos Verg¨®s, un obrador que dominaba entonces el panorama pict¨®rico barcelon¨¦s con el que Alemany colabor¨®. La presencia de Alemany en Sant Jeroni de la Murtra est¨¢ documentada en 1494 por un litigio con un vidriero; por lo que es probable el autor sea ¨¦l¡±, explica Velasco.
Cuando a comienzos de 2022 se exponga la obra, alrededor del 20 de enero, festividad de San Sebasti¨¢n, est¨¢ previsto celebrar unas jornadas para despejar las dudas sobre esta nueva pieza. Mos¨¦n Jaume Aym¨¤, responsable del monasterio de San Jeroni de la Murtra, apunt¨® en la presentaci¨®n de la obra, que desvelar¨ªa entonces a qui¨¦n puede representar este San Sebasti¨¢n g¨®tico que se ha recuperado en medio de otra epidemia. Es de esperar que siga conservando sus poderes, pese a sus m¨¢s de 500 a?os de vida.