30 vueltas para conocer la memoria de los barrios de Barcelona

La mayor¨ªa de los barrios no son lo que ser¨ªan si no fuera porque sus vecinos se partieron la cara por mejorarlos. Normalmente, se cumple la proporci¨®n siguiente: cuanta m¨¢s periferia, m¨¢s se la tuvieron que partir. Por las cuestiones m¨¢s elementales. Por la escuela, primero; y el instituto, despu¨¦s. Para urbanizar calles o reconstruir edificios que se llev¨® la riada del 62. Para que llegara el transporte p¨²blico. Para que hubiera una fiesta mayor realmente popular y no organizada por un grupo de militares entre los que se encontraba el alcalde de barrio (exist¨ªa, s¨ª) y exped¨ªa certificados de buena conducta. Para que no se vendiera el patrimonio p¨²blico de la zona y aprovechar los edificios para hacer equipamientos.

Todo esto ocurri¨® en el barrio de Montbau, en el distrito de Horta-Guinard¨® de Barcelona: un pol¨ªgono levantado a partir de finales de los a?os 50 del siglo pasado entre lo que hoy es la ronda de Dalt y Collserola. Y que es conocido por su calidad arquitect¨®nica (fue un experimento levantar en tres fases 2.000 viviendas en edificios a cuatro vientos sobre suelo p¨²blico), pero no tanto por el protagonismo que tuvieron las cooperativas y la revuelta social que protagonizaron sus integrantes. Cooperativas como La Puntual o La Graciense, entre otras de distintos perfiles socioecon¨®micos, buscando mixtura: entre sus vecinos hubo desde funcionarios hasta taxistas o profesionales liberales.

Y la historia de Montbau, como la de otros 30 barrios de Catalu?a, contada por sus propios vecinos, una entidad experta (El Tinglado) y un dinamizador de la actividad, es una de las que este s¨¢bado se ha contado en paseos guiados gratuitos en el marco del proyecto (Re)Voltes, que organiza ?mnium Cultural. Durante el fin de semana hay tambi¨¦n rutas por Sant Roc (Badalona), La Mina (Sant Adri¨¤ del Bes¨°s), Ca n¡¯Anglada (Terrassa), Santa Eug¨¨nia (Girona), la Marca de l¡¯Ham (Figueres), Madrigueres (El Vendrell), Campclar (Tarragona), Ca n¡¯Oriol (Rub¨ª), Lledonera (Mollet del Vall¨¨s) o Rocafonda (Matar¨®).

¡°Dar voz a luchas que han construido barrios y ciudades y a relatos para desmontar discursos que hist¨®ricamente han estigmatizado¡±, defend¨ªa Xoan, el dinamizador de la ruta por Montbau. Entre los participantes, p¨²blico bien variado. Desde vecinos que se criaron aqu¨ª y regresaban a ense?ar a su pareja donde crecieron; otros de la otra punta de la ciudad interesados en la historia y que se pegar¨¢n un marat¨®n de cuatro rutas el fin de semana entero; a vecinos o maestros del barrio que han aportado al grupo detalles desconocidos por los propios gu¨ªas de la ruta.

Como el d¨ªa que se present¨® una inspecci¨®n del ministerio franquista a la escuela Baloo (hoy p¨²blica, en los 70 una cooperativa de familias y maestros del Col¡¤lectiu d¡¯Escoles per l¡¯Escola P¨²blica Catalana, el CEPEPC) y separaron a ni?os y ni?as en el patio. O evocando los paseos de los militares por la plaza del Pla de Montbau ¡°como si fuera el patio del cuartel, por riguroso orden de jerarqu¨ªa¡±. O relatando que cuando se cre¨® la biblioteca, algunas mujeres del barrio ayudaron a otras a acercarse a la literatura. Una de las vecinas m¨¢s mayores, Merc¨¨, que cont¨® que estuvo en un campo de concentraci¨®n, explic¨® c¨®mo funcionaba el mecanismo para escriturar las viviendas: ¡°Siempre al terminar de pagar, nunca antes, como ahora, que se escritura al pedir la hipoteca¡±. Ahora los problemas del barrio son otros. El envejecimiento, el principal. Y entre las demandas, escaleras mec¨¢nicas para sortear los desniveles.