El Centro de las Artes Libres empieza su andadura

En el centro de la sala hay una vieja ba?era con un palmo de agua en el que flota una botella con un trozo de pel¨ªcula antigua en su interior. El montaje remite de inmediato a la ba?era llena de cuadros de Joan Brossa, como el mensaje que el cineasta Antoni Pinent introdujo en la botella en 1998, cuando con la llegada de Internet se decret¨® la muerte del cine. La obra forma parte de la exposici¨®n de Pinent, Celuloides despeinados, una de las propuestas inaugurales del ...

En el centro de la sala hay una vieja ba?era con un palmo de agua en el que flota una botella con un trozo de pel¨ªcula antigua en su interior. El montaje remite de inmediato a la ba?era llena de cuadros de Joan Brossa, como el mensaje que el cineasta Antoni Pinent introdujo en la botella en 1998, cuando con la llegada de Internet se decret¨® la muerte del cine. La obra forma parte de la exposici¨®n de Pinent, Celuloides despeinados, una de las propuestas inaugurales del Centre de les Arts Lliures, el nuevo equipamiento surgido de la uni¨®n entre la Fundaci¨®n Brossa, dedicada a las artes visuales y el Escenario Brossa, dedicado al teatro experimental. ¡°No se trata solo de una reforma arquitect¨®nica, el centro quiere implementar nuevas din¨¢micas de gobierno colectivo y apostar por las artes vivas, que surgen de la confluencia entre diversas disciplinas art¨ªsticas¡±, asegur¨® en la presentaci¨®n del centro Vicen? Altai¨®, presidente del Patronato. Las cr¨ªticas y reivindicaciones lanzadas por las Plataforma Asamblearia de Artistas de Catalu?a (PAAC) requerir¨¢n una reflexi¨®n y una respuesta, pero por ahora el equipo formado por Marc Chornet (teatro), Mar¨ªa Canelles (artes visuales) y Sheila Eroles (educaci¨®n y mediaci¨®n), solo quiere centrarse en empezar la nueva etapa.

La gran revelaci¨®n es Antoni Pinent, conocido por haber sido programador de Xc¨¨ntric, el programa de cine del CCCB y comisario de ¨¦xitos expositivos como Del Extasis al Arrebato, 50 a?os de cine alternativo espa?ol, que se present¨® en m¨¢s de 20 pa¨ªses. En su primera muestra en Espa?a (expuso en Italia y Estados Unidos) reinterpreta y actualiza las potencialidades del celuloides en obras tan po¨¦ticas como tecnol¨®gicamente sorprendentes. Es el caso de unas piezas creadas con pel¨ªculas de 16 mil¨ªmetros formando un c¨®digo QR. Lo asombroso es que no se trata solo de una representaci¨®n, sino que el c¨®digo se puede activar y el visitante puede visualizar la pel¨ªcula a trav¨¦s de su tel¨¦fono. ¡°Me interesa activar un material, que muchos consideran obsoleto con tecnolog¨ªas de ¨²ltima generaci¨®n, pero sin sentimentalismos nost¨¢lgicos. M¨¢s all¨¢ de su funcionalidad, el celuloide tiene a¨²n muchas posibilidades¡±, indica Pinent, que acaba de realizar una serie de 10 episodios, cuyo t¨ªtulo I still believe in celluloid (A¨²n creo en el celuloide), es una verdadera declaraci¨®n de intenciones.

En la muestra se exhiben algunos de los objetos creados para rodar esta serie, peque?os poemas visuales deudores de la lecci¨®n de Brossa, presente a trav¨¦s de su butaca verde original, que el propio Vicen? Altai¨® rescat¨® del olvido. ¡°El esp¨ªritu de Brossa y sus obras est¨¢n diseminados por todo el centro. La muestra de Pinent es una de las propuestas elegidas a trav¨¦s de convocatorias p¨²blicas de producci¨®n a la que destinamos 70.000 euros¡±, destaca Altai¨®, dirigi¨¦ndose impl¨ªcitamente a la PAAC.

Forman parte del programa de producciones tambi¨¦n la videoinstalaci¨®n Los Figurantes de ?a Marche y la impronunciable )C? de Pedro Torres, una escultura transitable, que expande en el espacio un poema de Brossa a trav¨¦s de un conjunto de l¨¢minas de diferentes medidas dispuestas en c¨ªrculos conc¨¦ntricos, que crean un paisaje cambiante de reflejos y destellos generado por el visitante con su propio deambular por la pieza.

Los proyectos in¨¦ditos se completan con El Gantxo de Lola Lasurt, una instalaci¨®n de corte pol¨ªtico que ocupa las salas reformadas del edificio de la Seca, enlazadas al antiguo espacio de la fundaci¨®n por un patio interior a cielo abierto, donde el pr¨®ximo verano se abrir¨¢ la cafeter¨ªa. Tambi¨¦n hay una sala de transici¨®n, donde se exponen las ediciones de Brossa, p¨®ster y objetos, creados en vida del artista que est¨¢n a la venta por precios que oscilan entre 6.000 y 12.000 euros. La parte nueva acoge la exposici¨®n semipermanente (durar¨¢ dos a?os) dedicada al poeta, que concentra toda su intensa y prol¨ªfica trayectoria en dos salas diminutas. Aunque parezca desproporcionado en comparaci¨®n con los dem¨¢s, el espacio dedicado a Brossa conecta con el esp¨ªritu del artista, enemigo declarado de los laureles. ¡°Brossa no amaba los homenajes. No se hubiera encontrado c¨®modo con un espacio celebrativo¡±, asegura el artista David Bestu¨¦ que tras El sentido de la escultura, la muestra principal de la temporada de la Fundaci¨®n Joan Mir¨®, ha comisariado esta aproximaci¨®n a la obra de Brossa. La serp viva se abre con el impactante Record d¡¯un malson, el anti homenaje al exalcalde franquista Josep Maria Porcioles, con motivo de la construcci¨®n de La Mina.

La parte teatral se plasma en una programaci¨®n variada en l¨ªnea con los gustos de Brossa, que arranca con La Setena Porta de la compa?¨ªa Els Pirates, que combina poes¨ªa, humor, cr¨ªtica social y alg¨²n que otro striptease. A lo largo del a?o la oferta se completar¨¢ con itinerarios parateatrales, espect¨¢culos circenses, danza, obras sonoras y ciclos dedicados a la creaci¨®n teatral catalana.