Museos privados de Barcelona, entre la funci¨®n social y el negocio
Casi dos millones de personas visitaron en 2021 estos centros creados por particulares y entidades; una cifra similar a la de estos equipamientos municipales
En Barcelona, una ciudad donde todo lo cultural crea largas controversias, el pasado mes de octubre abri¨®, sin apenas hacer ruido y sin que nadie lo esperara, el Modern Contemporary Museum (Moco). Lo hizo en la calle Montcada, junto al Museo Picasso, uno de los centros con m¨¢s visitantes de la ciudad, tras rehabilitar el Palau Cervell¨® del siglo XVI; un lugar de larga tradici¨®n cultural, que ya hab¨ªa acogido a la ...
En Barcelona, una ciudad donde todo lo cultural crea largas controversias, el pasado mes de octubre abri¨®, sin apenas hacer ruido y sin que nadie lo esperara, el Modern Contemporary Museum (Moco). Lo hizo en la calle Montcada, junto al Museo Picasso, uno de los centros con m¨¢s visitantes de la ciudad, tras rehabilitar el Palau Cervell¨® del siglo XVI; un lugar de larga tradici¨®n cultural, que ya hab¨ªa acogido a la m¨ªtica galer¨ªa Maeght (entre 1974 y 2012) y a la Fundaci¨®n Gaspar (entre 2015 y 2017). D¨ªas antes de abrir, las personas que llegaban al aeropuerto lo primero que ve¨ªan eran unos enormes carteles rosas anunciando el museo y las obras que pod¨ªan ver en ¨¦l de artistas como Banksy, Andy Warhol, Jean-Michael Basquiat, Damien Hirst, Murakami, Keith Haring, Salvador Dal¨ª y un largo etc¨¦tera, en una campa?a de marketing in¨¦dita.
Desde el primer d¨ªa el Moco, impulsado por los galeristas y coleccionistas holandeses Lionel y Kim Logchies, se ha llenado de p¨²blico; sobre todo de j¨®venes y visitantes de la ciudad que no paran de hacerse selfies que suben a sus redes sociales junto a obras con un halo de glamur que en esta ciudad son dif¨ªciles de ver. Como Sacred Heart, creada por Hirst con un coraz¨®n de toro atravesado por un pu?al que perteneci¨® a Georges Michael o la escultura de Banksy de 2006 que Angelina Jolie y Brad Pitt vendieron al separarse. En noviembre la guinda la puso Final days, una escultura de seis metros con forma de rat¨®n firmada por el americano Kaws que recibe desde entonces a los visitantes con los brazos abiertos. Todo un espect¨¢culo.
El Moco es el ¨²ltimo de los museos privados abiertos en Barcelona; unos centros que atraen, con su variada oferta, a un gran n¨²mero de visitantes alcanzando cifras similares a las de los museos municipales: si en 2019, el a?o anterior a la pandemia, los centros del Ayuntamiento alcanzaron los 4,8 millones de visitantes, 18 museos privados de la ciudad superaron los 4,2 millones de visitantes. El pasado a?o, de recuperaci¨®n del sector, p¨²blicos y privados redujeron a la mitad sus visitantes con respecto a 2019 y tanto los museos municipales como los privados recibieron unos 1,8 millones de visitantes cada uno.
En 2021 los museos y centros privados m¨¢s visitados en la ciudad fueron Cosmocaixa (543.164 visitantes) y CaixaForum (400.000); seguidos de cerca por el Museo del Bar?a (378.691) y el Museo egipcio (107.638). En un segundo nivel, el Museo Fran Daurel (85.961), el Diocesano de Barcelona (80.000), el centro KBr (60.290), los Espais Volart y Can Framis (46.176 los dos), el Museo del Chocolate (35.702), el Museo de la Er¨®tica (30.621), Foto Colectania (28.832) y el Museo Europeo de Arte Moderno, MEAM (24.112). Al final de la lista: la Fundaci¨®n Su?ol (3.652), el Museo de la Marihuana y el C¨¢nnabis (3.000) y el Espai Subirachs (1.324).
Los due?os del Moco no proporcionan cifras de los tres meses de vida de su museo, ¡°porque no es (principalmente) un negocio, sino un movimiento que cree en el poder del arte para conectar e inspirar a las personas¡±, aseguran fuentes cercanas a los coleccionistas. Lionel Logchies se limita a responder: ¡°Nos sentimos realmente acogidos en Barcelona¡ Es estupendo ver que los visitantes ya saben c¨®mo encontrarnos... Aunque estamos en pandemia no podemos quejarnos de la cantidad de visitantes que hemos recibido¡ podemos decir que el Moco Museum ha alcanzado sus expectativas¡±.
¡°La oferta de los museos privados est¨¢ bien, no compite con los p¨²blicos y, en todo caso, entre los privados algunos funcionan bien de p¨²blico, pero no todos¡±, se limita a comentar Carles Vicente, coordinador de los museos y centros patrimoniales municipales; algo que tambi¨¦n puede aplicarse a los centros que dirige. En todo caso, extra?a que desde el Ayuntamiento no exista inter¨¦s por saber qu¨¦ hacen estos centros; qu¨¦ ofrecen y trabajar de forma coordinada con ellos, para evitar duplicidades y sumar esfuerzos.
Desde la Asociaci¨®n de Muse¨®logos de Catalu?a (AMC) son m¨¢s cr¨ªticos. Su presidente, Joan Vicens Tarr¨¦, llama la atenci¨®n por la proliferaci¨®n de museos privados, un fen¨®meno circunscrito casi siempre con Barcelona y su potencial tur¨ªstico, y critica que en la mayor¨ªa de los casos el uso del t¨¦rmino museo no sea el adecuado. ¡°No se puede abrir un chiringuito y colgar el cartel de museo, sin m¨¢s. Es como si alguien monta un bar y pone unos cuantos libros. A eso no se le puede llamar biblioteca. Esto solo ocurre en nuestro sector¡±, explica. Para ¨¦l, lo fundamental es que estas iniciativas privadas ¡°no cuenten con ayudas; porque los museos p¨²blicos est¨¢n muy castigados¡±. Tambi¨¦n, ¡°que cumplan con una funci¨®n social y los est¨¢ndares de lo que la ley catalana de museos de 1990 establece y no solo sean m¨¢quinas de hacer dinero¡±.
Pero reconoce que no es f¨¢cil saber si se cumplen. ¡°Nadie pone en duda la funci¨®n social que realizan centros como Caixaforum y Cosmocaixa, los espacios de la Fundaci¨®n Vila Casas, en Barcelona y fuera de la ciudad, el KBr de Mapfre o Foto Colectania, programando exposiciones y actividades a lo largo de todo el a?o. Pero es m¨¢s dudoso en casos como el Museo del Bar?a en las que se visita las salas, el vestidor y se pisa la hierba del estadio¡±, asegura. Tampoco en centros como el Museo de la Er¨®tica (30.621), por mucho que su directora, Sarah Rippert asegure ¡°Somos un museo de arte que visitan cada a?o mucho p¨²blico local y europeos, de 30 a 80 a?os¡±. Tambi¨¦n que ¡°somos un centro con mucho potencial para la ciudad y sus instituciones. Sobre todo, para el p¨²blico m¨¢s joven, por la falta de educaci¨®n sobre la sexualidad. Los j¨®venes miran porno para ¡®aprender¡¯. Nosotros trabajamos con sex¨®logos y ofrecemos talleres en el museo¡±.
Todos los museos de Barcelona, p¨²blicos y privados han sufrido la pandemia desde marzo de 2020. Algunos como la Casa Museo Gaud¨ª, que en 2019 recibi¨® 412.498 visitantes permanece cerrado desde entonces ¡°sin fecha previa de reapertura¡±, aseguran desde la Sagrada Familia que lo gestiona. El Museo del Modernismo, con 15.000 visitantes anuales de media antes de la pandemia, cerr¨® en 2020 y no reabri¨® hasta final del a?o pasado para acoger una exposici¨®n temporal. Sus due?os se plantean continuar abiertos si la pandemia lo permite.
Otros, como el Espai Subirachs contin¨²an, pero con mucho esfuerzo de sus responsables. ¡°Somos un equipamiento cultural financiado ¨ªntegramente por la familia del artista, sin ninguna subvenci¨®n p¨²blica ni el apoyo de ning¨²n mecenas o patrocinador. Como no nos podemos permitir contratar personal, abrimos tres horas, tres tardes a la semana¡±, explica Judit Subirachs-Burgaya, que dirige el espacio dedicado a su padre, Josep Maria Subirachs, en Poblenou.
Coleccionistas, entidades y gremios
Barcelona cuenta con museos privados desde hace d¨¦cadas y se han mantenido, sobre todo, por la llegada masiva de turistas. La mayor¨ªa est¨¢n impulsados por coleccionistas particulares. Como el Museo Egipcio que abri¨® Jordi Clos en 1994; el museo Fran Daurel de Francisco Daurella en 2001; los Espais Volart y Can Framis creados por Antoni Vila Casas en 2002 y 2009, respectivamente; la Fundaci¨®n Su?ol impulsada por Josep Su?ol en 2002, el mismo a?o que se inaugur¨® Foto Colectania creada por Mario Rotllant. En 2010 abri¨® el Museo del Modernismo Catal¨¢n de la familia Pin¨®s; el Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM), impulsado por Jos¨¦ Manuel Infiesta en 2011. Al a?o siguiente de 2012 el Museo de la Marihuana creado por el holand¨¦s Ben Dronkers en un impresionante edificio modernista del carrer Ample y el Espai Subirachs por los hijos del escultor en 2017 en Poblenou.
Pero tambi¨¦n hay importantes centros impulsados por entidades. Como la Fundaci¨®n la Caixa que abri¨® CaixaForum en 2002 y Cosmocaixa en 2004; el centro de fotograf¨ªa KBr de la Fundaci¨®n Mapfre en 2020, tras cerrar una primera sede en la Casa Nogu¨¦s entre 2015 y 2019; el Museo del Bar?a abierto por el F. C. Barcelona desde 1984 y el Museo del Chocolate abierto por el gremio de pasteler¨ªa de Barcelona en el a?o 2000.