Ludovic Morlot abre en la OBC una nueva etapa m¨¢s comprometida a la creaci¨®n actual
El nuevo titular de la orquesta brinda primeras audiciones de obras de Elliot Carter y Betsy Jolas, en un ecl¨¦ctico programa
En su primer concierto como nuevo titular de la Simf¨°nica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC), el director franc¨¦s Ludovic Morlot ha mostrado algunas de las claves de la l¨ªnea art¨ªstica que quiere llevar a cabo al frente del conjunto barcelon¨¦s. Sin renunciar al protagonismo del repertorio cl¨¢sico y...
En su primer concierto como nuevo titular de la Simf¨°nica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC), el director franc¨¦s Ludovic Morlot ha mostrado algunas de las claves de la l¨ªnea art¨ªstica que quiere llevar a cabo al frente del conjunto barcelon¨¦s. Sin renunciar al protagonismo del repertorio cl¨¢sico y rom¨¢ntico, el sucesor de Kazushi Ono quiere ampliar los horizontes musicales del p¨²blico y, como bot¨®n de muestra, el ecl¨¦ctico programa que ha dirigido este fin de semana en el Auditori, con el movimiento final de la Tercera sinfon¨ªa de Gustav Mahler como sublime colof¨®n, ha incorporado al repertorio de la OBC notables partituras del compositor estadounidense Elliot Carter y la francesa Betsy Jolas.
No se llen¨®, y es una pena, la Sala Pau Casals en un concierto de especial relevancia, pues marca el inicio de una nueva etapa en la vida art¨ªstica de la OBC. Siendo la presentaci¨®n del flamante titular, la velada empez¨® curiosamente sin la presencia de Morlot en el escenario, con una tenue iluminaci¨®n que invitaba a disfrutar en su justa esencia camer¨ªstica una esmerada versi¨®n del c¨¦lebre Concierto de Brandenburgo n¨²m. 3, de Johann Sebastian Bach, a cargo de once m¨²sicos del conjunto barcelon¨¦s.
Apareci¨® despu¨¦s en el escenario el gran pianista franc¨¦s Pierre-Laurent Aimard, uno de los int¨¦rpretes de referencia en los cl¨¢sicos del siglo XX y la creaci¨®n actual, para actuar como solista bajo la direcci¨®n de Morlot en la primera audici¨®n barcelonesa de Interventions (Intervenciones), una brillante obra para piano y orquesta que Elliott Carter escribi¨® en 2008 por encargo de la Sinf¨®nica de Boston, en la que Morlot trabaj¨® en su juventud como director asistente.
Carter, que falleci¨® en 2012 a los 103 a?os, ilumina con un esp¨ªritu concertante y virtuos¨ªstico una obra de estructura muy original que propicia una estimulante rivalidad entre la parte pian¨ªstica, de gran car¨¢cter y exigencia virtuos¨ªstica, y un discurso orquestal de poderosos contrastes y juegos de color deslumbrantes. Aimard estuvo espl¨¦ndido, en plena sinton¨ªa con Morlot. No lograron el mismo nivel en la interpretaci¨®n de la Introducci¨®n y Allegro appassionato, op. 134, de Robert Schumann, en la que primaron la transparencia y el detalle de la virtuosa escritura, dejando algo apagado su calor rom¨¢ntico.
Al inicio de la segunda parte, Morlot, a quien le gusta incidir en los lazos tem¨¢ticos del programa, dirigi¨® unas palabras al p¨²blico, dando claves para el disfrute de las obras. Insisti¨®, con buen humor, en la necesidad de escuchar dos, tres o cuatro veces una obra nueva para poder descubrir su riqueza expresiva ¡ª¡±con ellas pasa como con las espinacas, que al principio no te gustan¡±¡ª y explic¨® la conexi¨®n de la m¨²sica de Carter con la pintura de Jason Pollock.
Despu¨¦s, invit¨® al p¨²blico a descubrir las citas bachianas ¡ªentre ellas el ¡ª que la veterana compositora Betsy Jolas (Par¨ªs, 1926) incluye en Letters from Bachville, una pieza de 2019 que evoca la relaci¨®n de Bach con la ciudad de Leipzig. Su m¨²sica, de impecable factura, juega con la tradici¨®n en un despliegue orquestal de colores refinados y exquisitos detalles.
La intensidad del ¨²ltimo movimiento de la Tercera sinfonia de Gustav Mahler, Lo que me ense?a el amor, dispar¨® la temperatura emocional del concierto. Un Mahler que declara su amor por la naturaleza, que desvela sus secretos en un discurso de incre¨ªble serenidad, belleza y plenitud sonora que alcanza su cl¨ªmax en la gloriosa ascensi¨®n final. La respuesta de la OBC fue muy notable, con una cuerda y unos metales en buena forma bajo la bien calibrada, clara y precisa direcci¨®n de Morlot.