40 a?os de Brighton 64: ¡°Seguir expres¨¢ndonos es nuestro triunfo¡±

Hay muchas formas de envejecer, hacerse mayor, si se prefiere, y Brighton 64 han optado por una de las m¨¢s razonables: no negarlo. En una escena rockera donde las estrellas quieren parecerse a sus nietos vistiendo como ellos, los hermanos Gil (Albert, 58 a?os, y Ricky, casi 57) han regrabado viejos ¨¦xitos, han a?adido dos canciones nuevas y han titulado el disco M¨¢s de lo mismo. Envejecer con una sonrisa ir¨®nica les sienta bien. Celebran 40 a?os de carrera musical, parte de ellos con otros proyectos como ...

Hay muchas formas de envejecer, hacerse mayor, si se prefiere, y Brighton 64 han optado por una de las m¨¢s razonables: no negarlo. En una escena rockera donde las estrellas quieren parecerse a sus nietos vistiendo como ellos, los hermanos Gil (Albert, 58 a?os, y Ricky, casi 57) han regrabado viejos ¨¦xitos, han a?adido dos canciones nuevas y han titulado el disco M¨¢s de lo mismo. Envejecer con una sonrisa ir¨®nica les sienta bien. Celebran 40 a?os de carrera musical, parte de ellos con otros proyectos como Matamala o Brigatones. ¡°Eran ¨¦pocas en las que est¨¢bamos perdidos tras hallar muy pronto nuestro camino con Brighton 64¡å, recuerdan. ¡°No ten¨ªamos 30 a?os y nuestro proyecto de juventud parec¨ªa agotado¡±, remachan, expresando c¨®mo vivieron unos a?os 80 que vieron su ascensi¨®n y desplome casi sin soluci¨®n de continuidad.

No reniegan de su fichaje por una multinacional: ¡°Hay trenes que no se pueden dejar pasar y adem¨¢s tampoco estuvimos bien asesorados¡±, reconocen. En 2011 recuperaron su nombre. ¡°Es nuestra marca, es nuestro, lo creamos nosotros, ?por qu¨¦ no recuperarlo?¡±, se preguntan ret¨®ricamente, y est¨¢n aqu¨ª con m¨¢s arrugas pero igual orgullo: ¡°Seguir expres¨¢ndonos es nuestro triunfo¡±.

Pero el ¨®xido avanza, ?o no se puede leer as¨ª la relectura m¨¢s pausada de La casa de la bomba, uno de sus mayores ¨¦xitos? ¡°En absoluto, simplemente era una de nuestras pocas canciones que no era mejorable en el mismo tempo, as¨ª que decidimos rebajar la velocidad¡±. Pero conste que no es por incapacidad, aseguran: ¡°Somos capaces de sonar r¨¢pido y tocar alto, como puede comprobarse en los conciertos, y no hemos tenido que bajar el tono de voz¡±. Viejos s¨ª, decr¨¦pitos no.

?Y ese clip del tema en el que aparecen como gamberros provectos bebiendo cerveza en la playa y dejando latas y basura en la arena como si fueran chavaler¨ªa maleducada? ¡°Pues, simplemente, le damos la vuelta a la historia. La canci¨®n, basada en un texto de Tom Wolfe, habla de los conflictos entre surfers y viejos. Antes fuimos los surfers, ahora, los viejos¡±. Perfecta medicina para desterrar nostalgias, lagrimitas por juventudes perdidas o tibias celebraciones de ¨¦xitos de juventud: ¡°Hay grupos que rehacen sus canciones y pierden su p¨²blico. Menos este tema, todos los dem¨¢s son iguales que entonces, pero mejor grabados¡±.

Desde su reaparici¨®n, la ideolog¨ªa, manifestada de manera expl¨ªcita, es un eje del grupo, que denuncia la situaci¨®n pol¨ªtica y social. ?Se han ca¨ªdo ahora del guindo?, ?la injusticia es algo nuevo?, ?a qu¨¦ estas denuncias ahora? Las preguntas provocan dos respuestas. La de Ricky: ¡°Cuando eres muy joven creas un mundo propio, una mitolog¨ªa propia que a veces es una coraza en relaci¨®n a tu entorno social. Pero eso no da para mucho m¨¢s. Has de buscar nuevos temas que desde un punto de vista m¨¢s adulto te permite juzgar lo que ocurre pol¨ªtica y socialmente¡±. Por su parte, Albert niega la mayor: ¡°Siempre hemos tenido una mirada social, ya desde j¨®venes. Habl¨¢bamos de una ciudad dura como la nuestra y defend¨ªamos una actitud como mods trajeados. No habl¨¢bamos tanto de amor como de otros temas, tratamos incluso el tema de la tortura policial, cosa que vimos en casa por el trabajo de nuestro padre (el abogado August Gil Matamala)¡±.

En lo que s¨ª hay acuerdo total es en su apreciaci¨®n sobre Barcelona, su ciudad, un cl¨¢sico en sus canciones: Albert vive en Matar¨® y Ricky, en La Garriga. ?Todo dicho? No: ¡°El primer single de este disco, En mi ciudad, retrata su evoluci¨®n. Hay un momento en Barcelona en que todo parece estropearse. Fue con la nominaci¨®n ol¨ªmpica. Somos nost¨¢lgicos de la ciudad preol¨ªmpica, hoy es un parque tem¨¢tico orientado al turismo, y cuando este falla, como ha pasado con la pandemia, nos damos cuenta de que no tenemos nada m¨¢s¡±, afirman al un¨ªsono en un tema sobre el que tienen el mismo consenso que sobre el envejecimiento del rock: ¡°Entre los a?os 50 del siglo XX y los 2000, el rock era cosa de j¨®venes. Hoy no hay j¨®venes en los conciertos de rock, el rock est¨¢ fuera de eje, nuestra m¨²sica ha envejecido¡±, asumen, no sin a?adir con humor: ¡°Iremos a las puertas de los colegios enfundados en una gabardina¡­ para ense?ar rock¡±.