L¨ªmites salariales o agendas p¨²blicas: el c¨®digo ¨¦tico de Colau choca con la realidad
Las exigencias del reglamento de Barcelona en com¨² provocan cambios o incumplimientos
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, declar¨® el pasado viernes como investigada por presuntas irregularidades en la concesi¨®n de subvenciones del Ayuntamiento a entidades afines, como la PAH, de la que fue fundadora y portavoz. Desde la oposici¨®n algunas voces criticaron que la alcaldesa no dimitiera, aludiendo al c¨®digo ¨¦tico de ...
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, declar¨® el pasado viernes como investigada por presuntas irregularidades en la concesi¨®n de subvenciones del Ayuntamiento a entidades afines, como la PAH, de la que fue fundadora y portavoz. Desde la oposici¨®n algunas voces criticaron que la alcaldesa no dimitiera, aludiendo al c¨®digo ¨¦tico de Barcelona en com¨² (BCom¨²), que fija que se aparte a los cargos p¨²blicos imputados. En enero, la edil y el partido respondieron a estas peticiones que no deb¨ªa renunciar porque el c¨®digo precisa que solo debe producirse el cese cuando haya un presunto ¨¢nimo de lucro personal y las ayudas investigadas son ¡°concedidas por la Comisi¨®n de Gobierno como ¨®rgano colegiado¡±.
Barcelona en com¨² fij¨® en 2015 un exigente c¨®digo ¨¦tico a sus cargos ¡°electos y de libre designaci¨®n¡±. Se gest¨® cuando meditaba en impulsar una lista conjunta con la CUP y como activo frente a la pol¨ªtica tradicional. Ya en el gobierno de Barcelona, los comunes se han visto obligados a modificar aspectos como el tope salarial de 2.200 euros mensuales; muchos incumplen con la publicaci¨®n de sus agendas. O se da por hecho de que considerar¨¢ ampliar los mandatos de dos a tres.
Fuentes oficiales de Barcelona en com¨² defienden que s¨ª se cumple en otras muchas cuestiones, como las referidas a conciliaci¨®n y la feminizaci¨®n. Otras fuentes del partido reconocen que cometieron la ingenuidad de redactar el c¨®digo sin contar que pod¨ªan gobernar. En el partido hace meses que hay intentos de poner al d¨ªa del c¨®digo pero oficialmente no se alude a estas peticiones.
Los sueldos. ¡±La exigencia para un cargo electo o gerencial es muy alta, por la responsabilidad y las horas que se pasan fuera de casa, que quiz¨¢s hacen que necesitas alguna ayuda, y el salario no es un incentivo, por lo que mucha gente renuncia a estos cargos¡±, lamenta una persona que trabaj¨® para Colau en el primer mandato. De hecho, al llegar al gobierno en algunos casos (gerentes y comisionados), se opt¨® por rebajar la retribuci¨®n respecto lo salarios oficiales en esta escala en el consistorio aunque por encima del tope de 2.200 euros. A comienzos del segundo mandato, el partido aprob¨® sumar un complemento a los puestos de mayor responsabilidad. El argumento es, que estar en primera l¨ªnea del gobierno comporta una sobrecarga de trabajo que perjudica la conciliaci¨®n. Al entrar en la instituci¨®n, muchos concejales tuvieron que contratar canguros o llevar ropa a la tintorer¨ªa, y no alcanzaban a pagarlos. La alcaldesa recibe desde 2019 900 euros m¨¢s al mes; los ediles, 600; y los comisionados 300. Los complementos no modifican el c¨®digo ¨¦tico, mantiene el partido, sino que son ¡°una medida para compensar las largas jornadas de trabajo¡±.
Las agendas p¨²blicas. Seg¨²n el c¨®digo, electos y cargos de confianza deben ¡°hacer p¨²blicas sus agendas para hacer visible con qui¨¦n se re¨²nen y los temas de los que se trata¡±. Basta consultar estas agendas, que s¨ª son p¨²blicas, para ver que nadie lo cumple as¨ª. Algunas aparecen en blanco; otras sin m¨¢s detalle que ¡°reuni¨®n interna¡± o ¡°reuni¨®n externa¡±; otras, mencionan con qui¨¦n son los encuentros, pero ni asomo lo que abordan.
Volver a trabajar fuera de la instituci¨®n. La ex concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, ha relatado en la red sus dificultades para acceder a nuevos empleos tras abandonar la instituci¨®n. En su caso, explica, ¡°no era tanto por el c¨®digo ¨¦tico como por la ley de incompatibilidades de los cargos electos¡±. ¡°Tiene l¨®gica que no puedas trabajar para nadie a quien hayas contratado u otorgado una subvenci¨®n, pero los l¨ªmites deber¨ªan tener una escala: no es lo mismo firmar un contrato millonario con Telef¨®nica y luego entrar en el consejo de administraci¨®n; que una subvenci¨®n peque?a y luego trabajar media jornada¡±, argumenta. La ley, reflexiona Pin, ¡°est¨¢ redactada pensando en profesionales que pueden solicitar una excedencia por cargo p¨²blico; hay que pensar en la reinserci¨®n en empleos precarios, porque si no, solo podr¨¢ hacer pol¨ªtica quien tiene las espaldas cubiertas u opte por entrar en el circuito de saltar de una administraci¨®n a otra¡±.
El l¨ªmite de mandatos. Est¨¢ por ver si la alcaldesa u otros ediles optar¨¢n a un tercer mandato. El c¨®digo lo prev¨¦: ¡°Excepcionalmente a un mandato m¨¢s siempre que se d¨¦ un proceso de discusi¨®n y validaci¨®n ciudadana¡±. Cuatro de los diez concejales est¨¢n en su segundo mandato.
Fuentes de Barcelona en com¨² defienden que el c¨®digo ¨¦tico ¡°es un marco de compromiso con la sociedad que sigue vivo, adapt¨¢ndose, y plenamente vigente¡± y apuntan que ¡°el grado de cumplimiento es absolutamente satisfactorio¡±. El comit¨¦, eso s¨ª, ha determinado que hay que trabajar m¨¢s las cuestiones de ¡°feminizaci¨®n e igualdad; conciliaci¨®n y sostenibilidad de la vida con las tareas institucionales; y el regreso tras el paso por la instituci¨®n¡±. A la pregunta de si el partido fue demasiado radical, la fuente oficial responde: ¡°Al contrario, se cumple, se aplica y hemos llegado mucho m¨¢s lejos de lo que nadie hubiese llegado. El C¨®digo ?tico inspira muchas actuaciones de la propia organizaci¨®n al margen de los titulares¡±.