El nuevo acuerdo de las residencias de mayores: ?luz verde o papel mojado?
El proyecto pone en el centro al usuario pero a¨²n no se sabe cu¨¢nto costar¨¢ y c¨®mo se financiar¨¢
Recientemente se ha aprobado el nuevo acuerdo de acreditaci¨®n estatal para servicios asistenciales de mayores en situaci¨®n de dependencia. Se trata de un texto que fija como deber¨¢n ser, en los pr¨®ximos a?os, las residencias, los centros de d¨ªa, los servicios de ayuda a domicilio y la teleasistencia en el conjunto del Estado. La que deber¨ªa ser una muy buena noticia ha quedado difusa por la incertidumbre de su aplicaci¨®n. Sobre el papel, el nuevo acuerdo representa un paso adelante muy significativo en la mejora de la atenci¨®n de los mayores. Se incorpora el concepto de atenci¨®n centrada en la...
Recientemente se ha aprobado el nuevo acuerdo de acreditaci¨®n estatal para servicios asistenciales de mayores en situaci¨®n de dependencia. Se trata de un texto que fija como deber¨¢n ser, en los pr¨®ximos a?os, las residencias, los centros de d¨ªa, los servicios de ayuda a domicilio y la teleasistencia en el conjunto del Estado. La que deber¨ªa ser una muy buena noticia ha quedado difusa por la incertidumbre de su aplicaci¨®n. Sobre el papel, el nuevo acuerdo representa un paso adelante muy significativo en la mejora de la atenci¨®n de los mayores. Se incorpora el concepto de atenci¨®n centrada en la persona, que b¨¢sicamente viene a decir que los mayores tienen que poder envejecer seg¨²n sus preferencias y necesidades.
No todo son ventajas, por supuesto. Hay aspectos preocupantes, como la limitaci¨®n del n¨²mero de plazas para las nuevas residencias, una medida que no tiene nada que ver con la calidad y una atenci¨®n personalizada. Precisamente, el acuerdo establece unidades de convivencia que ya permiten sectorizar los espacios y proporcionar as¨ª esta sensaci¨®n pr¨®xima a un hogar.
En estos momentos no sabemos qu¨¦ va a costar el nuevo acuerdo de acreditaci¨®n. Y a¨²n menos como se financiar¨¢. No tenemos un compromiso del Gobierno anunciando una financiaci¨®n tangible y sostenida en el tiempo. Se est¨¢ repitiendo el mismo error de hace 26 a?os con la Ley de la Dependencia, que tambi¨¦n se aprob¨® sin una memoria econ¨®mica que la emparase. En estos momentos, las comunidades aut¨®nomas asumen el 80% de la factura mientras que el Gobierno paga el 20% restante. Sin financiaci¨®n, hay que repetirlo, el acuerdo es inviable. Y m¨¢s a¨²n si hay que cumplir con el calendario marcado, que prev¨¦ que estos cambios sean una realidad a finales del 2023. El precio de una plaza concertada de residencia en Catalu?a es de 2.002 euros. Aplicar los cambios que comporta el acuerdo significar¨¢ un incremento de 250 euros mensuales. ?Qui¨¦n va a pagarlo?
No se trata ¨²nicamente de un asunto econ¨®mico. Tambi¨¦n surgen muchas dudas jur¨ªdicas sobre la necesaria adaptaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas. Por un lado, el Estatut deja claro en el art¨ªculo 166 que le corresponde a la Generalitat la competencia ¡°exclusiva¡± en servicios sociales. Pero el art¨ªculo 34 de la Ley de la Dependencia establece que el Consejo Territorial de Servicios Sociales podr¨¢ fijar ¡°criterios comunes de acreditaci¨®n¡±. As¨ª pues, no queda claro c¨®mo ser¨¢ la transposici¨®n de este nuevo acuerdo en Catalu?a, y m¨¢s cuando el Departamento de Drets Socials est¨¢ inmerso en un proceso propio de acreditaci¨®n.
El tema, en definitiva, est¨¢ lejos de tener un final feliz. La sensaci¨®n mayoritaria en el sector es que se ha actuado de un modo improvisado en un tema tan importante como estrat¨¦gico. Existen dos retos de futuro que nos amenazan seriamente: la emergencia clim¨¢tica y el sobre envejecimiento. Con la generaci¨®n del baby boom llamando a la puerta, necesitamos de una vez por todas una apuesta firme por la atenci¨®n a la dependencia. En Catalu?a, tal y como ha dicho recientemente la consejera de Drets Socials, hacen falta 1.000 millones anuales m¨¢s de presupuesto. Y en el conjunto del Estado, elevar el PIB hasta un 2%, muy lejos del 0,7% actual, y acabar situ¨¢ndolo en los mismos niveles de muchos pa¨ªses de nuestro entorno que s¨ª que han hecho los deberes.
Cinta Pascual es Presidenta de la Associaci¨® Catalana de Recursos Assistencials (ACRA)
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