As¨ª ser¨¢n las nuevas residencias: m¨¢s parecidas a un hogar, atenci¨®n personalizada y fin de las sujeciones
Las claves del nuevo modelo de cuidados que Derechos Sociales ha pactado con las autonom¨ªas, con centros m¨¢s peque?os y un sistema de evaluaci¨®n p¨²blico de los servicios
El Ministerio de Derechos Sociales y las comunidades aut¨®nomas han dado este martes luz verde a un nuevo modelo de cuidados, al aprobar los requisitos m¨ªnimos que deben cumplir los servicios de la dependencia, entre ellos, las residencias. Ha sido aprobado por las comunidades y ciudades aut¨®nomas, con 10 votos a favor y nueve en contra. Se trata de fijar un suelo com¨²n para todo el pa¨ªs y de que sean los servicios los que se adapten a las personas, y no al rev¨¦s. Ahora, las comunidades deber¨¢n aprobar normativa para adaptarse a los nuevos criterios, que no solo son arquitect¨®nicos, tambi¨¦n de organizaci¨®n. Afectar¨¢ a todos los centros y servicios de dependencia que tengan plazas p¨²blicas o concertadas con la Administraci¨®n. Deber¨¢n ir aplic¨¢ndose cambios progresivos de aqu¨ª a finales de 2029. Entre las principales novedades, se contempla que las residencias deber¨¢n tener un funcionamiento ¡°tipo hogar¡±.
Residencias
Tama?o. Los centros que se construyan cuando este modelo est¨¦ en vigor, una vez que las autonom¨ªas aprueben su propia normativa, deber¨¢n ubicarse en suelo urbano, garantizando el acceso a los usuarios a espacios pr¨®ximos de actividad social. Para personas con discapacidad, tendr¨¢n un m¨¢ximo de 50 plazas. Los de mayores, de 75 si est¨¢n en zonas rurales o escasamente pobladas; de 90 en localidades de densidad intermedia, y de 120 en ciudades o ¨¢reas densamente pobladas. Se permite que en ¨¢reas rurales, cuando se acrediten ¡°circunstancias excepcionales de viabilidad econ¨®mica¡±, se pueda llegar a las 120 plazas. Seg¨²n datos de 2020 del CSIC, la mitad de las plazas en residencias de mayores en Espa?a est¨¢n en centros con capacidad para m¨¢s de 100. Las residencias ya existentes no deber¨¢n limitar su tama?o.
Habitaciones. En las nuevas residencias, al menos el 65% de plazas p¨²blicas o concertadas deben estar en habitaciones individuales y el resto, en dobles. Los centros ya existentes deber¨¢n adaptarse hasta tener al menos un 10% de plazas p¨²blicas o concertadas en habitaciones individuales si est¨¢n en zonas rurales, un 20% en zonas de densidad intermedia y un 25% en ciudades o ¨¢reas densamente pobladas. Las comunidades podr¨¢n autorizar que los centros de hasta 35 plazas que justifiquen ¡°circunstancias excepcionales de viabilidad econ¨®mica o arquitect¨®nica¡± queden exentos.
15 personas. Las nuevas residencias deber¨¢n dividirse en unidades donde conviva un m¨¢ximo de 15 personas. Los centros ya existentes deber¨¢n adaptar al menos el 80% de sus plazas a este modelo, y el 20% restante tendr¨¢ una disposici¨®n ¡°que responda a un modelo de hogar¡±, con atenci¨®n centrada en la persona para estos usuarios, es decir, adaptada a sus preferencias, no sujeta a horarios r¨ªgidos.
Son espacios ¡°m¨¢s ¨ªntimos¡± dentro de las residencias, deben asemejarse a ¡°un hogar¡±, tanto en el mobiliario y decoraci¨®n como en las rutinas y horarios, que se adaptar¨¢n a ¡°las preferencias y h¨¢bitos¡± de los usuarios. Estar¨¢n compuestas por un espacio com¨²n que incluye la posibilidad de preparar comidas, un comedor y una sala de estar. Preferentemente, dispondr¨¢n de acceso a un ¨¢rea exterior, tipo terraza o jard¨ªn. Se ¡°dar¨¢n las condiciones para que todas las personas residentes participen en la personalizaci¨®n de sus espacios¡± y se deber¨¢ asegurar que se les permite llevar mobiliario y enseres personales. Las comunidades podr¨¢n autorizar ¡°con car¨¢cter excepcional¡± la exenci¨®n de esta obligaci¨®n para los centros que acrediten la imposibilidad, por motivos arquitect¨®nicos, de hacer obras para adaptarse a estas unidades. Los turnos de las cuidadoras deber¨¢n organizarse para minimizar las rotaciones y promover la estabilidad.
Personal. Uno de los puntos m¨¢s dif¨ªciles en la negociaci¨®n ha sido la plantilla m¨ªnima con la que deber¨¢ contar cada centro. Por un lado, se establece para residencias de mayores una ratio de 0,43 para personal de atenci¨®n directa de primer nivel, es decir, auxiliares y gerocultoras, que se encargan del cuidado m¨¢s directo, como el aseo o levantar a los usuarios. Esto quiere decir, seg¨²n fuentes del ministerio, que habr¨¢ tres personas de esta categor¨ªa laboral contratadas por cada siete residentes; una por cada dos, en centros de personas con discapacidad. Por otro lado, tambi¨¦n se calcula la ratio para todo el personal de atenci¨®n directa, que adem¨¢s de auxiliares y gerocultoras tambi¨¦n incluye a t¨¦cnicos como fisioterapeutas o enfermeras. Esta ser¨¢ de 0,50 en residencias de mayores a finales de 2029, uno por cada dos residentes, y de 0,58 en centros de discapacidad, cuatro por cada siete. El ministerio estima que de aqu¨ª a 2029 pueden crearse m¨¢s de 21.000 empleos en residencias con este modelo.
El acuerdo establece un calendario de 2023 a 2029 para ir aplicando los cambios. Por ejemplo, en 2023, la ratio inicial ser¨¢ de 0,31 para auxiliares en residencias de mayores. Ahora mismo apenas hay tres regiones con una ratio superior (Gipuzkoa, Catalu?a, en el caso de dependientes de grado tres y Madrid), seg¨²n un estudio realizado por Alejandro G¨®mez para la consultora Gerokon, con datos extra¨ªdos de las normativas auton¨®micas, analizadas hasta noviembre de 2021. Es posible que haya cambios en los ¨²ltimos meses (por ejemplo, en Navarra aseguran que a partir de septiembre ellos estar¨¢n incluso por encima del objetivo en 2029). Pero el informe da una idea de la situaci¨®n.
De cualquier forma, es muy dif¨ªcil comparar las ratios de las distintas comunidades aut¨®nomas, hay diferencias incluso en la forma de calcularlas. Pero hay an¨¢lisis que permiten esbozar la disparidad. Por ejemplo, la Sociedad Espa?ola de Geriatr¨ªa y Gerontolog¨ªa estima, tras estudiar las normativas auton¨®micas hasta junio de 2020, que, de media, el tiempo que las auxiliares dedican cada d¨ªa por usuario va de 43 a 81 minutos. Para la Plataforma Estatal de Organizaciones de Familiares y Usuarios de Residencias, esto es absolutamente insuficiente, como tambi¨¦n lo son las exigencias del acuerdo. Miguel V¨¢zquez, miembro de esta plataforma, explica que han calculado que, para dar una ¡°atenci¨®n de cinco horas al d¨ªa, sin que falte personal en ning¨²n momento, la ratio deber¨ªa ser de 1,13¡å, y no de 0,43.
Familiares. Los familiares y allegados tienen un ¡°importante papel de apoyo¡±. Se habilitar¨¢n canales de comunicaci¨®n permanente y se celebrar¨¢n reuniones peri¨®dicas con el equipo de atenci¨®n directa y el profesional de referencia que ser¨¢ asignado a cada usuario. Se facilitar¨¢ que los residentes puedan recibir visitas siempre que lo deseen, ¡°sin m¨¢s l¨ªmites que los derivados de la convivencia y necesaria organizaci¨®n del centro¡±. En cada residencia habr¨¢ un ¨®rgano de participaci¨®n directa de residentes y, ¡°si estos lo estiman oportuno¡±, de sus familias y allegados, con funciones ¡°asesoras, consultivas y de propuesta¡±. La plataforma de familiares reclamaba que hubiera un ¨®rgano solo de familiares.
Planes de atenci¨®n
Todas las personas dispondr¨¢n de un plan personalizado de atenci¨®n, independientemente del centro o servicio que empleen. En ¨¦l se ayudar¨¢ a la persona a que decida qu¨¦ aspectos significativos de su vida quiere mejorar y mantener, as¨ª como los apoyos que necesita para hacerlo. Este plan debe ser revisado y actualizado de forma peri¨®dica y contribuye a la ¡°propia planificaci¨®n y programaci¨®n de las actividades del centro¡±, para que se adec¨²en a los intereses de los usuarios y no solo a las prioridades de organizaci¨®n de los centros.
Fin de las sujeciones
Todas las personas tienen derecho a recibir ¡°una atenci¨®n libre de sujeciones, ya sean estas f¨ªsicas, mec¨¢nicas, qu¨ªmicas o farmacol¨®gicas, y tambi¨¦n libre de coerciones¡±, se lee en el acuerdo. Es decir, que no se puede inmovilizar a ning¨²n usuario. Los centros de d¨ªa y las residencias deben tener un ¡°compromiso formal¡± respecto a ello, acreditado mediante un plan que contempla su supresi¨®n total, salvo ¡°en situaciones excepcionales y de urgente necesidad en las que exista un peligro inminente que ponga en riesgo la seguridad f¨ªsica¡± del usuario, de cuidadores o de tercenas personas y se haya constatado el fracaso de otras medidas alternativas. Sigue exigi¨¦ndose la prescripci¨®n m¨¦dica, el consentimiento informado, y adem¨¢s deben comunicarse a la Fiscal¨ªa. El plan debe ser aprobado por la inspecci¨®n y las entidades tienen que asegurar su implantaci¨®n antes del 30 de junio de 2025.
Adecuaci¨®n de centros anteriores
Los conciertos que est¨¦n en vigor actualmente continuar¨¢n est¨¢ndolo hasta que entren en vigor las normativas que deber¨¢n aprobar las comunidades para adaptarse a este acuerdo, para lo que disponen de nueve meses. Estas normativas contemplar¨¢n un ¡°calendario de adecuaci¨®n paulatina¡± a los nuevos requisitos para los centros y servicios que ya est¨¢n en funcionamiento y para los que est¨¢n en proceso de acreditarse ahora mismo. La fecha l¨ªmite para el cumplimiento de las nuevas exigencias es el 31 de diciembre de 2029.
Las entidades dispondr¨¢n de dos a?os desde la entrada en vigor de las normativas auton¨®micas para presentar un plan de transici¨®n en el que se especifique c¨®mo se adecuar¨¢n a los nuevos requisitos y qu¨¦ mejoras realizar¨¢n.
Apoyos en casa
El texto desglosa las condiciones que deben cumplir los centros de d¨ªa, los servicios de ayuda a domicilio y la teleasistencia, que se prestan cuando las personas residen en sus domicilios. Tambi¨¦n se habla de personalizaci¨®n en la atenci¨®n. Los nuevos centros de d¨ªa, que se ubicar¨¢n tambi¨¦n en suelo urbano, deben tener un m¨¢ximo de 50 plazas, y los ya existentes que las superen deber¨¢n adecuarse a este l¨ªmite, creando unidades de estancia diurna independientes. Estos centros contar¨¢n con un servicio de apoyo a las familias para que las personas puedan seguir viviendo en su medio. La ayuda a domicilio se organizar¨¢ ¡°preferentemente¡± en peque?os equipos de profesionales que atender¨¢n a los usuarios de una misma zona, para minimizar los desplazamientos y el impacto de las sustituciones de personal. Se recoge que al menos un 5% de la jornada de las profesionales que atienden en las casas se dedique a labores de coordinaci¨®n con otras personas que intervienen en el plan de atenci¨®n, ya sean familiares u otros profesionales.
Calidad e inspecci¨®n
Uno de los puntos m¨¢s novedosos del acuerdo es que prev¨¦ que se cree una ponencia t¨¦cnica que en un plazo de 18 meses elabore un sistema de evaluaci¨®n de la calidad de los servicios de dependencia en Espa?a. Actualmente, es una de las grandes lagunas en el pa¨ªs. Por un lado, establece que los centros y servicios ser¨¢n sometidos a ¡°inspecci¨®n, control y seguimiento adecuados¡±, aunque elimina un n¨²mero m¨ªnimo de inspectores en las comunidades aut¨®nomas, como s¨ª se recog¨ªa en anteriores borradores. Deben hacer p¨²blicos sus planes anuales de inspecci¨®n y ¡°comunicar¨¢n de forma peri¨®dica y accesible¡± las inspecciones realizadas, algo que actualmente no se hace. Por otro lado, se va m¨¢s all¨¢ y se habla de crear un sistema com¨²n para evaluar la calidad de los servicios, que deber¨¢ referirse ¡°a los resultados e impactos de estos en las personas y muy especialmente en su dignidad y calidad de vida¡±. Los resultados deber¨¢n ¡°publicarse con total transparencia¡±.
Atenci¨®n sanitaria
La atenci¨®n sanitaria es responsabilidad del Sistema Nacional de Salud. En residencias, para las que durante la pandemia en las comunidades m¨¢s tensionadas se restringi¨® la derivaci¨®n hospitalaria de los mayores, se articular¨¢n medidas para que los sistemas social y sanitario intercambien informaci¨®n (algo a mejorar en la actualidad). Cada centro deber¨¢ contar con un plan de coordinaci¨®n que elaborar¨¢ en conjunto con la sanidad p¨²blica. Y las residencias de m¨¢s de 30 plazas contar¨¢n con un profesional de enlace, preferentemente sanitario.
Financiaci¨®n
Los cambios que se exigen en este nuevo modelo implican un gran desembolso de dinero y hay fuentes auton¨®micas que han manifestado su preocupaci¨®n por c¨®mo van a financiarse. Derechos Sociales insiste en que ya ha duplicado la financiaci¨®n del sistema de dependencia en solo dos a?os y que al final de la legislatura la inyecci¨®n (contando fondos europeos) superar¨¢ los 5.000 euros. El acuerdo especifica que las Administraciones p¨²blicas adecuar¨¢n, ¡°en su caso¡±, la financiaci¨®n de la dependencia y lo que pagan por los conciertos a medida que se introduzcan los nuevos requisitos.
El nivel acordado, parte de la financiaci¨®n de la dependencia (fueron 483 millones de euros en 2022) se ¡°orientar¨¢¡± a garantizar estos criterios de acreditaci¨®n y de calidad. Cada autonom¨ªa firmar¨¢ un convenio con el ministerio en el que se establezcan ¡°los objetivos, medios y recursos¡± para promover los cambios necesarios. Una fuente auton¨®mica teme que haya 17 velocidades y otra manifiesta que el nivel acordado sirve tambi¨¦n para reducir las listas de espera, entre otros objetivos, y lo cree insuficiente para poder impulsar todos los cambios.
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