Las peque?as historias musicales cautivan en el festival In Edit
La cita barcelonesa del documental de m¨²sica afronta su recta final tras lograr una notable afluencia de p¨²blico con sus propuestas
Rodeados por las pantallas. M¨®vil, reloj que adem¨¢s sirve de tel¨¦fono, pod¨®metro, puls¨®metro, port¨¢til¡ y todas, menos la de la tele de casa, ya tama?o vela de la clase Optimist, son peque?as. Las pantallas grandes est¨¢n muriendo, las plataformas han reventado los circuitos habituales de exhibici¨®n, los grandes films van directamente a ellas y pasan con frecuencia de los festivales y la pandemia parece haberse llevado la socializaci¨®n y la afluencia a los cines al Pa¨ªs de Nunca Jam¨¢s. En este contexto,...
Rodeados por las pantallas. M¨®vil, reloj que adem¨¢s sirve de tel¨¦fono, pod¨®metro, puls¨®metro, port¨¢til¡ y todas, menos la de la tele de casa, ya tama?o vela de la clase Optimist, son peque?as. Las pantallas grandes est¨¢n muriendo, las plataformas han reventado los circuitos habituales de exhibici¨®n, los grandes films van directamente a ellas y pasan con frecuencia de los festivales y la pandemia parece haberse llevado la socializaci¨®n y la afluencia a los cines al Pa¨ªs de Nunca Jam¨¢s. En este contexto, In Edit est¨¢ celebrando hasta el domingo su vig¨¦sima edici¨®n, siendo un festival de documentales musicales que parece obstinarse en ir a la contra: pantallas grandes, salas de cine, socializaci¨®n y documentales s¨®lo de m¨²sica. Y las cifras de asistencia de lo que va de certamen van como un tiro, en cifras prepand¨¦micas. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando?
La respuesta no hay que buscarla s¨®lo en la sala grande, ese Aribau 5, cine enorme de los de antes y ¨²nico superviviente barcelon¨¦s en su especie que hace a?os no se llena con una pel¨ªcula y que en la inauguraci¨®n del pasado jueves se revent¨® para ver un documental, Meet Me In The Bathroom, con presencia incluida de Ada Colau, primera m¨¢xima autoridad de la ciudad que se acerca al festival en toda su historia. La respuesta que pauta el pulso del certamen es dada por la significativa asistencia a documentales peque?os, esos que suelen protagonizar perdedores con historias que en ocasiones nos acercan a nuestras propias vidas. En A Film About Studio Electrophonique fue Ken Patten, un mec¨¢nico chapista que como afici¨®n construy¨® un estudio de grabaci¨®n en su vivienda protegida de Sheffield por donde pasaron de noveles futuras grandes bandas (Pulp, The Human League, etc¨¦tera). Una sencilla y honesta pieza para rescatar del olvido a un don nadie con una historia diminuta. Como la de Courtney Barnett en Anonymous Club, donde la cantautora australiana se hace preguntas que no son minucia, como por ejemplo cu¨¢l es el sentido de su profesi¨®n. Paralelamente la narrativa visual la muestra en espacios sin glamour mientras en off suena su voz compartiendo penurias y esperanzas.
Otro don nadie: Sebasti¨¢n Herrera, uruguayo que imita a Luis Miguel y que en Alter se debate entre la doble personalidad, la negativa a seguir siendo Luis Miguel o buscar un incierto camino propio. De paso nos asoma a los concursos de talentos televisivos y de la promoci¨®n de un nuevo artista y evidencia lo cinematogr¨¢fico que es fumar. Y dif¨ªcil encontrar personajes m¨¢s an¨®nimos que los turcos que emigraron a Alemania en los 50 y que articularon su identidad, protesta y nostalgia en tierra hostil en torno a una m¨²sica que s¨®lo a partir de los a?os 2000, con el hip-hop de los j¨®venes turcos ya m¨¢s integrados, comenz¨® a venderse en tiendas alemanas, no en las turcas, generalmente de casetes. Material de archivo exhaustivo en un documental, Love, Deutschmarks and Death, que nos cuenta esa historia peque?a que tambi¨¦n tenemos al lado: no son turcos, son latinos, asi¨¢ticos o africanos que han llegado en patera y que como muchos emigrantes viven encapsulados en la sociedad que no los acoge, s¨®lo los tolera como mal necesario. Esas historias peque?as, como la de una madre y su hijo, estonios, con un sue?o no conseguido y un final tr¨¢gico, uQ, han sido seguidas en salas con no menos de 250 personas, y dan carta de naturaleza al festival. Lo menudo como paradigma.
Pero ser¨ªa injusto hablar s¨®lo de estas piezas, pues con Studio 54, nada que ver con todo lo dem¨¢s, un documental fallido aunque emotivo, el cine grande bail¨® con la sesi¨®n previa de Ra¨²l Orellana, el m¨ªtico disc-jockey de la discoteca, y luego el p¨²blico que llenaba la sala se aplaudi¨® a s¨ª mismo vi¨¦ndose retratado en un documental en el que de nuevo qued¨® claro que el disc-jockey ?ngel Molina mejora con sus reflexiones y declaraciones cualquier pieza. Y si se trata de seguir socializando, nada como comprobar que durante la proyecci¨®n del documental sobre el grupo local Surfing Sirles, toda Gr¨¤cia y la Barcelona despeinada estaba all¨ª, salud¨¢ndose y comentando a posteriori la pieza de Lul¨² Martorell y del propio Mart¨ª Sales, componente del grupo. Otro documental que ha llenado la sala m¨¢s grande, la 5, ha sido In The Court Of The Crimson King, pieza en la que Robert Fripp queda fijado en un gran documental como lo que es, un insoportable neur¨®tico perfeccionista que tiene un respeto absoluto por todos los m¨²sicos que con ¨¦l han tocado, aunque fuesen despedidos por incapaces.
Y un documental que ha dejado claro que la pantalla grande hace milagros es el del concierto que Creedence Clearwater Revival ofrecieron en 1970, momento de m¨¢ximo esplendor del grupo, en el Royal Albert Hall. S¨®lo decir que el p¨²blico aplaud¨ªa al final de cada pieza como si estuviese en un concierto ¡°de verdad¡±, pasmando con esta reacci¨®n al director de la pieza, Bob Smeaton, presente en la primera proyecci¨®n. Y otro director pasmado, Fernando Le¨®n de Aranoa, autor de la pieza sobre Sabina, que se asombraba de que el festival s¨®lo se dedicase a documentales musicales y tuviese tanta presencia de p¨²blico, unas 500 personas en el primer pase de su mirada sobre el cantautor jienense.
La cosa es que en tiempos adversos el In Edit est¨¢ levantando cabeza tras a?os de cierto declive. Unas doce sesiones ya se han agotado, y la organizaci¨®n espera que hasta el domingo el p¨²blico siga respondiendo a unas claves que ya parecen solidificarse en torno a ejes como una programaci¨®n estructurada y variada que a diferencia de lo que ocurre en las plataformas no es relleno entre series, la querencia del p¨²blico por sentirse bien tratado y entre iguales con los que comentar hallazgos y decepciones y que la pantalla peque?a vale para el pod¨®metro pero no para vibrar con la documentaci¨®n de la m¨²sica. Es m¨¢s, documentales como Summer Of Soul, Ennio, El Maestro y XXX Tentacion o est¨¢n en cines o a punto de salir en plataformas, y sus pases en In Edit se han llenado.
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