De la cola del hambre a comprar en el mercado con una moneda digital
El Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramanet aprovecha las gramas, su divisa digital, para desestigmatizar las ayudas de alimentos a familias vulnerables
K. recuerda las marcas de cargar las bolsas de comida que el banco de alimentos le daba para todo el mes. Tambi¨¦n la carga de las miradas que posaban los vecinos sobre ella en su ruta a casa. K. dej¨® de tener contacto con su familia a los 20 a?os, cuando naci¨® su hijo. Ahora, con 27, vive en la localidad barcelonesa de Santa Coloma de Gramanet, donde su ¨²nico apoyo es el compa?ero que le deja una habitaci¨®n en su piso. Esta desempleada, que desde hace a?os recurr¨ªa al alimento dispensado para subsistir, ahora puede hacer la compra como una vecina m¨¢s en el mercado: paga con su m¨®vil en gramas, la moneda digital del Ayuntamiento que ahora se implementa en pol¨ªticas sociales para luchar contra el estigma de las colas del hambre.
¡°Es como un bizum¡±, comenta un t¨¦cnico comercial que gestiona esta divisa creada en 2016 para impulsar el comercio local de esta poblaci¨®n de 19.289 habitantes en establecimientos como fruter¨ªas, peluquer¨ªas o zapater¨ªas. Barcelona o Viladecans tambi¨¦n aplican desde hace a?os estos medios de pago alternativos. Los usuarios como K. solo tienen que ense?ar su tel¨¦fono al comerciante, indicando previamente que pagar¨¢n con grama social, y a trav¨¦s de un c¨®digo QR se realiza la transacci¨®n; como quien paga con su tarjeta bancaria a trav¨¦s del smartphone. Tambi¨¦n pueden realizarlo con una tarjeta f¨ªsica con otro c¨®digo QR. Los comerciantes del mercado registran en la aplicaci¨®n el producto de primera necesidad que han vendido, como un kilo de pollo, y los t¨¦cnicos de servicios sociales controlan en tiempo real que no se compran alimentos prohibidos como bebidas alcoh¨®licas.
K. y su hijo son unas de las 196 familias en riesgo de exclusi¨®n social, casi 600 personas, que el Consistorio cubre con esta nueva prestaci¨®n que sustituye al banco de alimentos desde octubre. Reciben entre 100 y 300 gramas mensuales (una grama equivale a un euro). El Ayuntamiento asegura que incorporar¨¢ a m¨¢s hogares vulnerables cada mes y prev¨¦ invertir un mill¨®n de euros en el primer a?o de esta pol¨ªtica en un contexto social agravado por la inflaci¨®n. Los servicios sociales del municipio advirtieron en su informe de 2021 sobre ¡°el volumen elevado de personas con ayudas de urgencia social, principalmente destinadas a manutenci¨®n¡±: el 8,8% de la poblaci¨®n. De esas 10.477 personas, 676 familias fueron atendidas con lotes de bancos de alimentos.
Presentaci¨® del circuit social de la @Gramamoneda a #santacoloma dinamitzaci¨® del comer? i millora i modernitzaci¨® dels ajuts per a l'alimentaci¨® amb les fam¨ªlies amb menys recursos.#santacoloma¨¦svidahttps://t.co/6P29rD4ayW pic.twitter.com/VLT0shuj6M
— Parlon#apeudecarrer #treballantperunsomni? (@nuriaparlon) November 18, 2022
C¨¢ritas Barcelona, una de las principales entidades sociales del municipio, tambi¨¦n nota este escenario con m¨¢s dificultades: ha destinado un 15% m¨¢s de ayudas econ¨®micas que en 2021. De esos dos millones de euros en presupuesto, un tercio ha ido a alimentos (el resto a vivienda). En 2020 abri¨® un centro de acogida en Santa Coloma que ha cubierto a unos 300 hogares este a?o, el doble que el anterior. Paola Latorre, trabajadora social, destaca que se ha producido ¡°un cambio de mirada¡± en la organizaci¨®n para cubrir las necesidades b¨¢sicas. Para ella, desde la pandemia, la di¨®cesis de C¨¢ritas en esta poblaci¨®n, y cada vez m¨¢s, dan a las familias tarjetas para canjear en supermercados como si fueran tarjetas de cr¨¦dito.
K. sigue enfrentando muchos obst¨¢culos para salir del umbral de la pobreza y dejar de depender de esta ayuda. Sus ¨²nicas dos fuentes de ingresos son las 150 gramas mensuales y los 600 euros anuales de prestaci¨®n hasta que su hijo cumpla 18 a?os. Se form¨® en peluquer¨ªa y est¨¦tica, pero ha encadenado trabajos como cajera o limpiadora, muchos de ellos en negro, por lo que no llega al m¨ªnimo de d¨ªas cotizados para tener derecho a paro. Su d¨ªa a d¨ªa consiste en buscar trabajo por internet despu¨¦s de dejar a su hijo en el colegio y de hacer la compra, sin ¨¦xito: ¡°Buscan mucha disponibilidad y total flexibilidad. Aunque tenga extraescolares, no me da tiempo para recoger a mi hijo a la escuela¡±.
La situaci¨®n de K. refleja que ¡°el sistema de garant¨ªa de rentas es un desastre¡± seg¨²n Albert Sales, profesor en la UPF que ha asesorado en pol¨ªticas sociales al Ayuntamiento de Barcelona. La Seguridad Social ¡°solo es generosa con quien cotiza en el mercado laboral formal¡± seg¨²n el investigador. Sales celebra este ¡°cambio de modelo¡± al que se suman m¨¢s entidades sociales frente al sistema asistencial que genera ¡°muchos intermediarios¡±; por ejemplo, se?ala las campa?as de recogida de alimentos en supermercados. ¡°Si a la gente le das el dinero directamente, se apa?a. Siempre recae la sospecha de que lo utilizar¨¢ para algo que no debe, pero la evidencia emp¨ªrica de muchos estudios nos dice que la mayor¨ªa de familias que reciben dinero prioriza la alimentaci¨®n frente a cualquier otro gasto¡±.
De las 6.000 gramas que comenzaron a circular en 2017 por el municipio, ahora hay un mill¨®n seg¨²n el t¨¦cnico del Departamento de Comercio, Oriol Tuson. En los inicios de la moneda, ¨¦l alertaba de que solo el 30% del dinero p¨²blico dedicado a subvencionar entidades locales se invert¨ªa en comercios de Santa Coloma. El siguiente paso, tras recibir ayudas de la Uni¨®n Europea y del ?rea Metropolitana de Barcelona, es que esta divisa social se generalice en los ciudadanos de a pie, ya que la mitad de los 1.172 usuarios son comercios, entidades sociales o asociaciones deportivas y culturales. De esos comercios, unos 60 repartidos entre los tres mercados de Santa Coloma se han unido voluntariamente a este programa pionero en ayuda social para que familias como la de K. pasen de recibir un saco de legumbres a un producto fresco como una vecina m¨¢s.
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