La euf¨®rica persistencia de la televisi¨®n de Cardedeu

Antes de que en TV-3 triunfara Euf¨°ria, una televisi¨®n local, la de Cardedeu, viv¨ªa el inesperado ¨¦xito de Objectiu Paki (OP), un talent show musical con un formato id¨¦ntico al del concurso de TV-3. Eso s¨ª, m¨¢s humilde y entra?able. Una concursante del programa de Cardedeu TV, Jimena de Granollers, lo es ahora de esta segunda edici¨®n de Euf¨°ria. Pero los parecidos se acaban aqu¨ª. OP nace con unas ambiciones que van m¨¢s all¨¢ de engordar un aud¨ªmetro. Lo recuerda Maria L¨®pez, la directora de RTVC. ¡°El programa se plantea durante la pandemia desde el Casal Paki, que agrupa a juventud del pueblo. Se piensa en un talent show confinado como remedio emocional. Se empieza a trabajar, se levanta el confinamiento y el proyecto se va haciendo m¨¢s grande. Todo el mundo se anima. El casting final ya es presencial y las votaciones hacen estallar la web. Las cuatro galas de la primera temporada se emit¨ªan por el canal de Cardedeu y se pod¨ªan ver en Youtube. Ante el ¨¦xito, La Xarxa de televisiones locales pide emitirlo en diferido y se empieza a hablar de una coproducci¨®n. Se introduce la convivencia de los concursantes el fin de semana que no hay gala. Las candidaturas llegan de todas partes y m¨¢s de 20 televisiones locales conectan en directo o lo emiten en diferido¡±. ?Qu¨¦ quiere ser OP? ¡°Quiere ayudar a la gente que le importa la m¨²sica a descubrir qu¨¦ puede ser la m¨²sica en su vida. Por eso damos tanta importancia al acompa?amiento emocional. Nosotros no hacemos ninguna promesa. Lo que pase a los concursantes con la m¨²sica depender¨¢ de la suerte y de su vida¡±. El programa limita la participaci¨®n a j¨®venes de entre 13 y 20 a?os. No quieren m¨²sicos con una carrera hecha. Se trata de dar una oportunidad a gente con ilusi¨®n, explica L¨®pez, a quien muchos concursantes llaman tieta. ¡°No son productos de un show televisivo. Nos une una experiencia¡±. Sin pretenderlo, OP es muy femenino. En tres ediciones solamente han concursado dos chicos.

¡°Pero¡±, y esto es importante, ¡°RTVC no es ¨²nicamente OP¡±, subraya Manel Calbet, presidente de la Junta de l¡¯Associaci¨® d¡¯Amics de RTVC. La televisi¨®n de Cardedeu fue la primera emisora local de Espa?a. ¡°Se empez¨® haciendo radio. El a?o 1980, se elabor¨® un ¨²nico programa de televisi¨®n con la ayuda de un t¨¦cnico italiano. La primera emisi¨®n con voluntad de vestir una parrilla, de continuidad, no lleg¨® hasta un a?o m¨¢s tarde¡±. La Guardia Civil precint¨® el equipamiento, pero RTVC sigui¨® emitiendo ¡°sin hacer ruido¡±. En todos estos a?os hasta ahora, RTVC ha tenido que superar crisis econ¨®micas, problemas t¨¦cnicos que en 1999 la dejaron seis meses a oscuras¡­Pero siguen ah¨ª. ¡°La inauguraci¨®n del a?o 1981 se pudo hacer con una suscripci¨®n popular. 400 personas aportaron 5.000 pesetas cada una¡±. Es este apoyo vecinal el que define RTVC. No es una televisi¨®n municipal ni, obviamente, privada. ¡°Somos una de las pocas televisiones comunitarias que hay en el pa¨ªs¡±. No aceptan publicidad. Sus ingresos vienen de participar en determinados proyectos subvencionados (por ejemplo, un programa televisivo ministerial sobre desarrollo sostenible), de patrocinios y de la cuota de los socios (230 que pagan una mensualidad de seis euros). Ahora bien, si algo explica la supervivencia de RTVC es el trabajo generoso de los voluntarios. Sin ellos no existir¨ªa. ¡°Estuvimos muchos a?os en que todo el trabajo descansaba en los voluntarios, pero hac¨ªa falta, sobre todo para mantener la coordinaci¨®n y los informativos, profesionalizar un responsable¡±, explica Calbet. El a?o 2013, se decide costear el trabajo de una persona. Ahora son ocho las que perciben una retribuci¨®n. Pero es que, un caso, para que salga OP se necesitan 80 voluntarios. El gasto de este a?o puede llegar a los 130.000 euros, una ejemplar miseria.

Su objetivo no es la audiencia, nunca han querido que la se?al traspase las fronteras de Cardedeu, a pesar de que gracias a internet tienen telespectadores en Argentina ¡°Nuestro principal objetivo es formativo. Dar la oportunidad a la juventud de conocer la m¨¢quina audiovisual. Procuramos que nuestros voluntarios hagan de todo, que pasen por todos los departamentos, desde redacci¨®n a edici¨®n o c¨¢mara. Y son ellos los que toman muchas decisiones. RTVC no es ¨²nicamente OP. Este programa durar¨¢ mientras quiera la gente que lo hace. Cuando no haya ganas¡­ desaparecer¨¢. As¨ª de sencillo. Sin renovaci¨®n no hay continuidad¡±, explica L¨®pez.

Mientras, despu¨¦s de tantos a?os, RTVC no tiene formalmente adjudicada una frecuencia. Calbet repasa un v¨ªa crucis legislativo. El a?o 2010, una ley reconoci¨® las emisoras comunitarias, pero la repartici¨®n de licencias qued¨® pendiente de un reglamento que nunca lleg¨®. El a?o pasado, otra ley defini¨® las emisoras comunitarias y en el texto se dice que en seis meses se proceder¨¢ a su legalizaci¨®n a partir de un mapa de frecuencias que tiene que elaborar el Estado y una concesi¨®n de frecuencias que tiene que hacer el Gobieno catal¨¢n. ¡°Estamos a la espera¡±. ¡°En todo caso, somos una emisora que no estorba. Nuestra frecuencia, debido a la cobertura local, se puede replicar en otros muchos pueblos¡±.

No estorban y son un ejemplo de muchas cosas. De un proyecto persistente con m¨¢s de 40 a?os. No son un juguete audiovisual. Son capaces de mantener un informativo semanal, un espacio literario, un magazine matinal de radio, especiales sobre acontecimientos locales, participaci¨®n en programas de La Xarxa de televisiones locales y una parrilla que emite, con programas propios y de otras emisoras, las 24 horas del d¨ªa. En una estanter¨ªa conservan unas 30 cintas con su historia audiovisual de todos estos a?os. ¡°Nuestro objetivo principal no es la audiencia. Los voluntarios encuentran un espacio de formaci¨®n¡±, subrayan L¨®pez y Calbet. Unos voluntarios que, con la vida profesional resuelta en otro lugar, todav¨ªa ahora, vuelven de vez en cuando ¡ªpor ejemplo, un fin de semana atareado¡ª, para ayudar a la RTVC, la suya.

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