Nuestros Nigel Farage y la Superilla
El populismo del gran valedor del Brexit, opositor tambi¨¦n al peaje urbano de Londres, tiene similitudes con quienes se oponen a la peatonalizaci¨®n de Consell de Cent
Despu¨¦s del fracaso del Brexit, su gran valedor, Nigel Farage, ha encontrado nuevo empleo: se ha convertido en cruzado del derecho a circular en coche contaminante. La causa que gu¨ªa al apagado faro del euroescepticismo brit¨¢nico es luchar contra la tasa de 12,5 libras ¨C14,5 euros¨C que el alcalde laborista de Londres, Sadiq Khan, obliga a pagar cada vez que un veh¨ªculo contaminante sale a las calles. Farage se ha manifestado ante Westminster, rodeado de pancartas con inscripciones como ¡°?Para...
Despu¨¦s del fracaso del Brexit, su gran valedor, Nigel Farage, ha encontrado nuevo empleo: se ha convertido en cruzado del derecho a circular en coche contaminante. La causa que gu¨ªa al apagado faro del euroescepticismo brit¨¢nico es luchar contra la tasa de 12,5 libras ¨C14,5 euros¨C que el alcalde laborista de Londres, Sadiq Khan, obliga a pagar cada vez que un veh¨ªculo contaminante sale a las calles. Farage se ha manifestado ante Westminster, rodeado de pancartas con inscripciones como ¡°?Parad la mentira del aire t¨®xico!¡±. Unos sacuden el ¨¢rbol ¨CFarage y su Reform UK¨C y otros ¨Clos tories¨C tratan de recoger las nueces.
En Barcelona el populismo tambi¨¦n goza de buena salud, a Dios gracias. No utiliza las formas estent¨®reas del palad¨ªn nacionalista brit¨¢nico. Es m¨¢s sutil en las formas, pero persigue objetivos similares: que el coche vuelva por sus fueros, aunque sin negar frontalmente el estado de emergencia clim¨¢tica. La transformaci¨®n urban¨ªstica emprendida por Ada Colau no ha escapado de su particular pira. La asociaci¨®n Barcelona Oberta ¨Cque agrupa a buena parte de los grandes ejes comerciales y promotores tur¨ªsticos de la ciudad¨C ha logrado que un tribunal tumbe el eje verde de la calle Consell de Cent para pasmo de vecinos y buena parte de comerciantes de la zona. El equipo de gobierno socialista ¨Ccorresponsable en su d¨ªa con los comunes de haber tomado esta decisi¨®n¨C ha anunciado que recurrir¨¢ la sentencia al Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a.
En realidad, los denunciantes pretend¨ªan que el fuego purificador alcanzara a Colau, como tantos lobbies han intentado con un r¨¦cord de denuncias y querellas, la mayor¨ªa desestimadas. No es ning¨²n secreto la escasa simpat¨ªa que la exalcaldesa despertaba entre los grandes poderes establecidos. Pero las llamas han llegado tarde. Ahora el alcalde es el socialista Jaume Collboni y con el recurso ¨CFomento del Trabajo Nacional ya se ha lanzado con entusiasmo a establecer comparaciones entre Consell de Cent y las obras en Via Laietana¨C los denunciantes pretenden dar un aviso a navegantes de que las decisiones pol¨ªticas deben estar tuteladas por ese viejo y conocido olor a orden natural.
En Barcelona, la dial¨¦ctica entre poder pol¨ªtico y poder establecido es antigua en lo que peatonalizaci¨®n se refiere. En 1973, durante el franquismo, el alcalde Enric Mas¨® inici¨® la del Portal de l¡¯?ngel barcelon¨¦s contra el criterio de m¨¢s de medio millar de comerciantes. Luego se dieron cuenta de que vend¨ªan m¨¢s. Ahora Portal de l¡¯?ngel es una de las zonas m¨¢s codiciadas. En 1993, Pasqual Maragall hizo la primera supermanzana alrededor del Born y muchos se llevaron las manos a la cabeza: iba a ser una ruina. La realidad se ha encargado de desmentirlo. El alcalde de los Juegos Ol¨ªmpicos public¨® en 1995 el bando Los derechos de los peatones para limitar el tr¨¢fico de veh¨ªculos privados. Todo un desaf¨ªo.
Ahora y contra el sentido de la historia, una juez de lo contencioso administrativo obliga a que Consell de Cent vuelva a su anterior estado ¨Cque los coches campen a sus anchas¨C, pues la decisi¨®n ¨Cseg¨²n la sentencia¨C deber¨ªa haberse tomado cambiando el Plan General Metropolitano y con m¨¢s estudios econ¨®micos y de movilidad. No importa que la Generalitat avalara hacerlo sin esta modificaci¨®n. Tampoco es relevante que el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea condenara en diciembre pasado a Espa?a por el incumplimiento sistem¨¢tico de la norma de calidad del aire en Barcelona y Madrid. Igualmente parece tener escaso inter¨¦s que alrededor de un millar de personas fallezcan anualmente en la capital catalana a causa de la contaminaci¨®n. Lo importante es marcar territorio. Luego, si es preciso, se matiza que no es necesario volver al viejo Consell de Cent.
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