Las carpetas de Collboni en su primer curso como alcalde: presupuestos, pacto, La Rambla o la cobertura de la Ronda
El edil de Barcelona antepone las cuentas a la incorporaci¨®n de socios dentro o fuera del Gobierno
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni (PSC) tiene como prioridad en el inicio del que ser¨¢ su primer curso en el cargo lograr apoyos para el presupuesto de 2024. Con solo diez concejales de 41, antepondr¨¢ las cuentas a un eventual pacto de gobierno, para el que prioriza los partidos ¡°progresistas¡±. Entre las cuestiones que marcar¨¢n el inicio de curso los socialistas buscar¨¢n tambi¨¦n apoyos para la reforma de La Rambla, la cobertura de la ronda de Dalt o suavizar la exigencia a los promotores que destinen un 30% de los pisos que construyen a vivienda social. Las que siguen son carpetas que marcar¨¢n el curso pol¨ªtico en Barcelona.
Las cuentas de 2024. ¡°El presupuesto ya es un pacto¡±, responde el alcalde cuando se le pregunta si se centrar¨¢ antes en las cuentas del a?o que viene, o en la incorporaci¨®n de socios en el Gobierno. Formalmente, todav¨ªa no ha habido conversaciones sobre el presupuesto ni intercambio de papeles, pero la idea es llevar el tr¨¢mite a aprobaci¨®n inicial en comisi¨®n o el pleno de octubre. Con la fiesta mayor, La Merc¨¨, a finales de septiembre, formalmente no es hasta entonces que en Barcelona arranca en serio la actividad pol¨ªtica municipal.
Un pacto ¡°de gobierno o de gobernabilidad¡± y pendientes de Colau. Pendientes del desenlace en el Gobierno espa?ol tras las elecciones de julio, la incorporaci¨®n de socios en Barcelona tendr¨¢ que esperar. Collboni habla ahora de ¡°pacto de gobierno o gobernabilidad¡±, de lo que se deduce que podr¨ªa incorporar partidos al ejecutivo, o pactar un acuerdo estable desde fuera del Gobierno. Adem¨¢s, deja claro que su ¡°apuesta¡± es ¡°que sea progresista¡±, lo que incluye a comunes (nueve concejales) y ERC (cinco). Junts gan¨® las elecciones de mayo con 11 concejales y su l¨ªder en el consistorio, Xavier Trias, emplaz¨® antes de las vacaciones a Collboni a decidir con qui¨¦n quiere pactar. Tambi¨¦n lo hizo la ex alcaldesa Ada Colau, con quien Collboni ya ha gobernado casi seis a?os, como fuerza minoritaria. Fuentes socialistas a?aden que lo ¨®ptimo para un escenario de pacto de gobierno ser¨ªa que los dos partidos hubieran decidido sobre quien relevar¨¢ a sus l¨ªderes, Colau y Ernest Maragall, de quien dan por seguro que dejar¨¢n el Ayuntamiento. Despu¨¦s de ser el socio externo del gobierno municipal m¨¢s estable en el ¨²ltimo mandato, Maragall dice ahora que no descarta ingresar en el ejecutivo. Trias ha dicho claramente que no se quedar¨¢ en el Ayuntamiento.
La Rambla y la cobertura de la Ronda de Dalt. Continuar con la cobertura de la Ronda de Dalt (1,5 kil¨®metros con 30.000 vecinos alrededor) es una promesa electoral de Collboni y adem¨¢s forma parte de sus compromisos en los 100 primeros d¨ªas de mandato. La obra, presupuestada en 300 millones de euros en 12 a?os (tres mandatos) saldr¨ªa a 25 millones anuales, una cifra que el alcalde ve ¡°asumible¡± y que podr¨ªa optar a fondos Next Generation. Tambi¨¦n Xavier Trias, de Junts, la defiende. La idea es licitarla en 2024, dijo en campa?a. En el caso de la Rambla, justo iniciar el mandato se comprometi¨® a reducir el plazo previsto de las obras de seis a tres a?os. Para las dos cuestiones necesita apoyos pol¨ªticos.
Ordenanza de civismo y Pla Endre?a. El civismo, la limpieza y la seguridad fueron ejes de la campa?a de Collboni, incluso los exig¨ªa cuando gobernaba con Colau como teniente de alcalde. Ahora promete revisar la Ordenanza de Civismo (por lo pronto ha aumentado las multas por hacer pintadas u orinar en la calle), un texto que tiene que pasar por el pleno. Y ha echado el resto con el Pla Endre?a [Plan Ordena], con m¨¢s efectivos e inspecciones en el servicio de limpieza, y m¨¢s Guardia Urbana y Mossos y una omnipresente campa?a de comunicaci¨®n en banderolas, paradas de bus y metro o quioscos. Est¨¢ por ver los resultados y si se traducen en las encuestas municipales, donde, en los ¨²ltimos a?os, los barceloneses se?alan la inseguridad y la limpieza como principales problemas.
El 30% y el drama de la vivienda. El gobierno municipal abordar¨¢ a partir de septiembre la reforma de la norma urban¨ªstica que impuls¨® su antecesora, Ada Colau, y que obliga a los promotores a destinar un 30% de los pisos de los edificios de m¨¢s de 600 metros cuadrados a vivienda social (sean de obra nueva o grandes rehabilitaciones). Collboni quiere reformar una norma que vot¨® cuando se aprob¨® en 2018, pero que considera que no funciona porque consigue ¡°resultados muy modestos¡±. Su propuesta es eximir a los promotores de tener que mezclar pisos de mercado libre y p¨²blicos en el mismo edificio, y puedan pagar al Ayuntamiento para que los construya. Los comunes lo rechazan frontalmente, porque la filosof¨ªa de fondo es trufar de vivienda p¨²blica todos los barrios. Collboni conf¨ªa en el apoyo de Junts y ERC, tambi¨¦n partidarios de la reforma. M¨¢s all¨¢ de la obra nueva, Barcelona quiere ser la primera ciudad espa?ola en regular el precio del alquiler, tal y como prev¨¦ la Ley de Vivienda espa?ola aprobada antes del verano.
La bilateral con la Generalitat, pendiente. Antes del verano qued¨® pendiente la celebraci¨®n de una reuni¨®n con el Govern de Pere Aragon¨¨s. Collboni se estren¨® marcando al gobierno de ERC y recordando a Aragon¨¨s que el apoyo del PSC al presupuesto de la Generalitat iba de la mano del compromiso de invertir 340 millones de euros en la capital catalana. La cifra supone casi un 10% del presupuesto municipal (3.600 millones). En transporte p¨²blico (sobre todo metro), seguridad, sanidad, servicios p¨²blicos... y tambi¨¦n convocando la comisi¨®n t¨¦cnica entre las administraciones que deben decidir c¨®mo se ampliar¨¢ la capacidad del aeropuerto de Barcelona. La reuni¨®n deb¨ªa celebrarse despu¨¦s del pleno del cartapacio, que se retras¨® al 28 de julio, y qued¨® pendiente.
Inc¨®gnitas sobre el tranv¨ªa o el carril bici de Via Augusta, legado de los comunes. Antes de las vacaciones, Collboni expres¨® dudas sobre el futuro de dos infraestructuras de movilidad que llevan la marca del legado de Colau. Una es el tranv¨ªa, en obras en la Diagonal para inaugurar en primavera el tramo entre Gl¨°ries y Verdaguer. Ante las voces que plantearon valorar terminar la uni¨®n de los tranv¨ªas por la calle de Proven?a y Urgell y el revuelo que levantaron, Collboni precis¨® en una entrevista radiof¨®nica: ¡°Llegaremos hasta Verdaguer y despu¨¦s ya veremos c¨®mo se hace la conexi¨®n¡±. En el mandato pasado, la entonces alcaldesa y el Govern anunciaron que dejaban los estudios listos para licitar la llegada a Francesc Maci¨¤ por la Diagonal. En el caso del carril bici de Via Augusta, construido fruto de la participaci¨®n ciudadana, pero en un barrio de la zona alta que es un santuario para el coche (hay 444 turismos por cada mil habitantes), las quejas han llevado a Collboni a encargar un estudio para ¡°reevaluarlo¡±. La perspectiva de una marcha atr¨¢s tiene a los colectivos ciclistas de la ciudad dispuestos a desenterrar el hacha de guerra.
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