Los restauradores de Barcelona piden a los partidos que apoyen el cambio en la tasa de terrazas para no tener que pagar cuatro veces m¨¢s
Bares y restaurantes se juegan el viernes en el pleno si pasan de pagar dos millones de euros al a?o, a ocho millones, o los 4,6 pactados con Collboni
El Gremio de Restauraci¨®n de Barcelona lleva desde la semana pasada pidiendo y reuni¨¦ndose con los partidos pol¨ªticos del Ayuntamiento para que les apoyen y voten s¨ª al cambio en la tasa de terrazas que propone el gobierno del alcalde Jaume Collboni en el pleno del pr¨®ximo viernes. Les va un dineral en la votaci¨®n. Desde la pandemia han pagado dos millones de euros al a?o: lo que aportaban tras la bonificaci¨®n del 75% de la tasa vigente desde 2020, que nunca se lleg¨® a desplegar porque la pandemia lo par¨® todo. Si se aplicaran las tarifas de 2020, el coste subir¨ªa hasta ocho millones al a?o, pero el equipo econ¨®mico del alcalde propuso un cambio de c¨¢lculo supondr¨ªa pagar 5,8 millones, que rebaj¨® a 4,6 despu¨¦s de negociar con el gremio. Total, si se aprueba la nueva tasa solo tendr¨¢n que pagar el doble; si no se aprueba, cuatro veces m¨¢s.
Retirado el pasado mi¨¦rcoles el presupuesto de Collboni por falta de apoyos, el inter¨¦s del pleno se centra en qu¨¦ pasar¨¢ con las ordenanzas, la normativa que fija impuestos y tasas municipales. El gobierno del PSC, en minor¨ªa con solo 10 concejales de 41, se estrell¨® en la Comisi¨®n de Econom¨ªa: no logr¨® apoyos para tramitar el presupuesto de 2024 y la oposici¨®n en pleno vot¨® contra las ordenanzas. Pero ¨¦stas tienen una segunda oportunidad el viernes: las dos principales novedades son apurar el tramo local para subir la tasa tur¨ªstica a cruceros y pisos tur¨ªsticos; y la citada tasa de terrazas.
De ah¨ª que entre declaraciones p¨²blicas apelando ¡°a la responsabilidad¡±, llamadas telef¨®nicas y reuniones presenciales, el gremio est¨¢ pidiendo a los partidos pol¨ªticos que voten a favor. Tambi¨¦n se han mostrado favorables a que la votaci¨®n no sea conjunta, del global de ordenanza, sino una gen¨¦rica, y otra separada de los puntos en los que hay m¨¢s discordia. El Gremio admite que pide ¡°ayuda a los distintos grupos de la oposici¨®n para que pongan todo lo que est¨¦ en sus manos para cerrar, de forma definitiva, el conflicto de la tasa de terrazas¡±. ¡°Tanto las diferentes fuerzas pol¨ªticas como el propio sector valoran el esfuerzo que se ha hecho para llegar al acuerdo que se present¨® hace justo una semana¡±, indican fuentes del Gremio.
Junts, abierto al s¨ª a cambio de una rebaja del IBI
El grupo municipal de Junts, con quien Collboni sumar¨ªa mayor¨ªa, es quien m¨¢s favorable se ha mostrado a dar su s¨ª, pero con condiciones. ¡°Cualquier acuerdo entre el Gobierno y sectores econ¨®micos y sociales de la ciudad que beneficien a las partes es positivo¡±, dijo este martes el concejal Jordi Mart¨ª Galbis, que tambi¨¦n avis¨® de que la rebaja que piden del 2% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), ¡°ser¨ªa un b¨¢lsamo¡±. ¡°Hasta el viernes hay tiempo¡±, se?al¨® mientras el equipo de Collboni coincide en que hablar¨¢ ¡°con todos y hasta el ¨²ltimo minuto¡±. Los restauradores tambi¨¦n se reunieron este martes con el grupo municipal del PP. Su l¨ªder en el consistorio, Daniel Sirera hizo p¨²blico el encuentro ofreci¨¦ndoles ¡°todo el apoyo¡± de los populares.
ERC y los comunes se muestran por ahora contrarios a apoyar a los restauradores. Desde las filas republicanas, la concejal Elisenda Alamany se mostr¨® muy cr¨ªtica con el Gremio: ¡°No puede ser una concejal¨ªa m¨¢s del PSC, los partidos gobiernan para todo el mundo, no para unos pocos que son los que mayor capacidad de presi¨®n tienen¡±. La edil reproch¨® adem¨¢s a Collboni que haya ¡°dejado caer¡± 33 expedientes abiertos por la ex alcaldesa Ada Colau de retirada de terrazas a locales de Ciutat Vella que no cumplen la ordenanza. En cualquier caso, Alamany advirti¨® de que ¡°el voto de ERC en las ordenanzas ser¨¢ muy pol¨ªtico¡±, porque ven a Collboni escorado a la derecha tras ser investido con los votos de los comunes y del PP.
¡®No de los comunes y amago de reprobaci¨®n a Collboni
Por parte de Barcelona en com¨², el concejal Jordi Mart¨ª Grau, ha avisado esta semana de que su voto a las ordenanzas ser¨¢ negativo, como la semana pasada en la Comisi¨®n de Econom¨ªa. ¡°El paso adelante en las terrazas es t¨ªmido, timid¨ªsimo, da la sensaci¨®n de que quieran hacer un presupuesto que contente a todo el mundo, cuando tienen dos opciones: contentar a Trias per Barcelona o al bloque de izquierdas¡±, dijo el lunes.
Barcelona en com¨² y su l¨ªder, Ada Colau, han elevado en los ¨²ltimos d¨ªas su tono hacia Collboni. La ex alcaldesa dijo ayer que ve a los socialistas ¡°empachados¡± en su nuevo papel de Gobierno y les inst¨® a negociar con ellos y ERC los presupuestos y un pacto de gobierno. Los comunes presentaron a la Junta de Portavoces una proposici¨®n para reprobar a Collboni, a quien votaron en junio en su investidura. El texto se conoci¨® ayer, justo el d¨ªa en el que el PSOE y Sumar presentaron su acuerdo de Gobierno. A mediod¨ªa, y tras sondear a los otros grupos de la oposici¨®n si apoyar¨ªan el texto, y acordar una reuni¨®n con el alcalde, los comunes acabaron retir¨¢ndolo.
Los cruceristas crecen un 60%
La llegada de cruceristas al puerto de Barcelona se ha disparado este año, que hasta septiembre suponía el desembarco de 2,67 millones de pasajeros. A falta de que concluya la temporada, se trata de casi un 60% más que en los nueve primeros meses de 2022 y una cifra que va aproximándose a los datos de 2019, antes de que el covid diera un mazazo a la industria turística. La velocidad a la que se recupera el tráfico de cruceros choca con el del aeropuerto de El Prat, que evoluciona a una velocidad inferior. Y se explica por el protagonismo que han tomado los visitantes estadounidenses este año y que previsiblemente seguirán teniendo en la campaña crucerista de otoño.
En los tres últimos meses del año pasado pasaron por las instalaciones portuarias más de medio millón de cruceristas, una cifra que podría ser muy superior este año si se mantiene la tendencia hasta ahora, que ha hecho caso omiso al rechazo que Barcelona en comú ha mostrado a esa industria turística durante los ocho años de mandato de Ada Colau, que ha optado por recargar la tasa turística a sus usuarios.
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