Las universidades catalanas han perdido cerca de 400 millones para inversiones desde los recortes
¡°Hemos dejado de planificar, vas a tapar agujeros, aquello que supone un riesgo¡±, explica el rector de la UPC Daniel Crespo
La crisis y los recortes de hace una d¨¦cada supusieron pasar la tijera por todos los niveles de las universidades. Tambi¨¦n en mantenimiento e inversiones, una partida clave para tener en buen estado unos edificios que en algunos campus ya son centenarios. Este a?o, el Departamento de Universidades ha inyectado a los siete campus p¨²blicos 53 millones dentro del Plan de Inversiones Universitarias (PIU), una cifra que no se ve¨ªa desde 2009. Si durante este tiempo se hubiera mantenido este nivel de financiaci¨®n, las universidades habr¨ªan recibido 400 millones m¨¢s de lo que realmente han ingresado. Y ello, ha tenido un efecto directo: ¡°Los edificios no est¨¢n en las condiciones de mantenimiento que deber¨ªan estar¡±, admite la gerente de la Universidad de Barcelona, Gl¨°ria Matal¨ª.
Bajo el paraguas del PIU, las universidades reciben fondos destinados espec¨ªficamente a la inversi¨®n en tecnolog¨ªa, al mantenimiento de los edificios, as¨ª como para financiar nuevos proyectos constructivos. El plan hab¨ªa llegado a repartir la suculenta cifra de 76 millones en 2008 y 57 en 2009. Pero en 2010 la cifra cay¨® en picado hasta los 28 millones y se qued¨® fija en 16 millones anuales durante el periodo 2014-19. En 2020 empez¨® a recuperarse progresivamente hasta los 51 millones actuales. Seg¨²n fuentes de las universidades, el plan podr¨ªa dotarse con cerca de 70 millones en 2024, pero la cifra no se concretar¨¢ hasta la negociaci¨®n y aprobaci¨®n de los Presupuestos de la Generalitat.
Las m¨¢s damnificadas de esta falta de financiaci¨®n son las universidades grandes, que son las que cuentan con edificios m¨¢s antiguos. El caso m¨¢s paradigm¨¢tico es la Universidad de Barcelona: el edificio hist¨®rico, que alberga el rectorado, celebr¨® el pasado curso los 150 a?os del inicio de su construcci¨®n; pero los or¨ªgenes de la facultad de Farmacia se remontan a 1845 y la de Bellas Artes, a 1775. La UB ha estado siete a?os, tras el estallido de la crisis, recibiendo unos cinco exiguos millones para mantener su amplio e hist¨®rico patrimonio, lejos de los 12 que recibi¨® en 2010.
¡°?Qu¨¦ pod¨ªamos hacer con cinco millones? Nada, simplemente sobrevivir e ir tapando agujeros de seguridad, como cambiar un ascensor o una instalaci¨®n el¨¦ctrica que se quema¡±, cuestiona Gl¨°ria Matal¨ª, gerente de la UB. Matal¨ª admite que en estos a?os lo que m¨¢s ha sufrido es el estado de conservaci¨®n de los edificios. ¡°Tenemos edificios muy antiguos y se han deteriorado mucho. Ahora nos costar¨¢ mucho m¨¢s arreglarlos que no si lo hubi¨¦ramos hecho poco a poco estos a?os¡±.
Este 2023 el PIU se ha recuperado a niveles anteriores a la crisis y la universidad ha recibido 14,6 millones, cifra a¨²n insuficiente para el campus. ¡°Los hemos dedicado a inversi¨®n en tecnolog¨ªa, eficiencia energ¨¦tica y a actuaciones de urgencia como cambiar pilares o ventanas que se caen. Pero no podemos hacer previsi¨®n de obras nuevas¡±, lamenta Matal¨ª. La UB tiene en su agenda como actuaciones prioritarias la ampliaci¨®n de la facultad de Bellas Artes o la construcci¨®n de una nueva de Farmacia (la que est¨¢ en peor estado), pero ello tiene un coste de 40 y 140 millones, respectivamente.
Como los fondos que llegan del PIU no dan para llevar a cabo estos nuevos proyectos, la UB ha tenido que buscar v¨ªas alternativas de financiaci¨®n, como crear un derecho de superficie en favor del Incas¨°l, de modo que este organismo se encarga de la construcci¨®n y posteriormente la universidad retorna la inversi¨®n en forma de alquiler durante 50 a?os. Este es el modelo que, por ejemplo, se ha seguido para tirar adelante la nueva facultad de Matem¨¢ticas, con un coste de 50 millones, pero tambi¨¦n lo est¨¢n aplicando otras universidades, como la Pompeu Fabra con el Mercat del Peix o el campus Bes¨°s de la Polit¨¦cnica.
Y es que las cifras de la UPC tambi¨¦n reflejan el drama de los recortes. Antes de la crisis, la universidad percib¨ªa alrededor de los 15 millones en el marco del PIU, pero en 2011 la cifra se hundi¨® hasta los cuatro millones, y toc¨® fondo dos a?os despu¨¦s, con dos millones. La inversi¨®n se empez¨® a recuperar en 2020 hasta los 10 millones actuales. ¡°Hemos dejado de planificar, vas a tapar agujeros, pero tapas lo m¨¢s urgente, aquello que supone un riesgo¡±, explica el rector, Daniel Crespo, y detalla que una de estas emergencias se produjo en la escuela de Arquitectura de Barcelona cuando se empezaron a descolgar las placas del techo.
En este tiempo de vacas flacas, el rector asegura que se han centrado en reducir el consumo energ¨¦tico, mejorando el aislamiento de unos edificios que datan de mediados del siglo pasado, adem¨¢s del edificio modernista y catalogado del campus de Terrassa. Ahora que empieza a recuperarse el PIU, Crespo fija las prioridades en la nueva facultad de industriales en Barcelona, pero tambi¨¦n en peque?as actuaciones en el resto de escuelas, como arreglar goteras.
La Universidad Aut¨®noma, otro de los campus con edificios de m¨¢s de 50 a?os, tambi¨¦n ha sufrido las consecuencias de los recortes. Los casi 20 millones que recib¨ªan antes de la crisis se quedaron en apenas tres durante ocho a?os; en 2020 empez¨® a remontar hasta los 10,5 de este ¨²ltimo a?o. ¡°Ha sufrido todo. La casa se nos ha hecho m¨¢s vieja porque hemos estado muchos a?os sin hacer lo que se ten¨ªa que hacer¡±, resume el rector Javier Lafuente. Pero aqu¨ª, la gran v¨ªctima ha sido el sistema inform¨¢tico. ¡°No se han cambiado los servidores, los ordenadores van m¨¢s lentos y no puedes cambiar los que quedan obsoletos. Y tienes m¨¢s agujeros de seguridad¡±, apunta el rector. La UAB sufri¨® en 2021 un grave ciberataque que le afect¨® gravemente y del que tard¨® tiempo en recuperarse.
Como en los a?os de recortes el PIU no daba para grandes inversiones, el campus de Bellaterra opt¨® por poner los esfuerzos en la eficiencia energ¨¦tica, y de paso hacer malabarismos presupuestarios. ¡°A lo mejor con una inversi¨®n de 10.000 euros ahorras 50.000 en energ¨ªa. Y entonces, este ahorro lo puedes destinar al mantenimiento de infraestructuras¡±, relata Lafuente. De los 10 millones que reciben actualmente con el PIU, principalmente se destinan a estos planes energ¨¦ticos, incluyendo la colocaci¨®n de placas solares y a peque?as actuaciones. ¡°Todav¨ªa no hay suficiente dinero como para pensar en nuevas facultades¡±, admite.
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