El S¨®nar vuelve a reunir en Barcelona m¨²sica, tecnolog¨ªa audiovisual y ciencia
La cita electr¨®nica comienza este jueves para cerrarse cuando amanezca el domingo
S¨®lo el S¨®nar se parece al S¨®nar, un festival donde las fronteras nunca han tenido sentido pese a que la exploraci¨®n de las zonas de contacto entre g¨¦neros, estilos, ideas y tem¨¢ticas es una de las cartas fundacionales del festival. Alimentado por un concepto v¨¢stago de la mutaci¨®n de formatos, modelos y espacios, el festival ofrece su pen¨²ltima edici¨®n con la sede diurna afincada en Fira Montju?c, desde donde se trasladar¨¢ al Pol¨ªgono Pedrosa en 2026 para mantenerse all¨ª tres ediciones, quedando en inc¨®gnita su posible vuelta al recinto que ha sido su hogar diurno desde 2.013. En cualquier otro festival este detalle, no menor, supondr¨ªa incertidumbre, en el S¨®nar es s¨®lo una nueva posibilidad de mutar y de cambiar para seguir siendo el mismo. Una vez abandonado el entorno muse¨ªstico del CCCB, que parec¨ªa su particular Vaticano, nada es imposible para este certamen, cuya primera edici¨®n nocturna tuvo lugar en la sala Apolo en 1994.
Pese a sus dimensiones, el S¨®nar sigue siendo un festival de escala humana cuya frondosa programaci¨®n, que como se sabe no incluye s¨®lo m¨²sica, permite su seguimiento sin demasiados solapamientos que obliguen a dolorosas elecciones. Seis escenarios principales en el diurno y cuatro en los hangares del nocturno escalan ofertas para todos los gustos. Adem¨¢s, espacios como The Cube, situado en la Casa Batll¨® ofreciendo hasta el 31 de julio la instalaci¨®n Music: Response de The Chemical Brothers, o el Pabell¨®n Mies Van Der Rhoe, epicentro de Liquid Strata, una instalaci¨®n que recrea la vida marina a mil metros de profundidad creada por el ocean¨®grafo Joan Llort y los artistas Entangled Others y Daphne X, reitera la vocaci¨®n del festival de no enclaustrarse en sus espacios tradicionales. Al margen de este perfil de actividades, el S¨®nar sigue interesado en explorar la relaci¨®n entre m¨²sica y tecnolog¨ªa, vector que tiene forma tanto de charlas y debates como en espect¨¢culos como Second Self protagonizado por Myriam Bleau y Nien Tzu Weng como reflexi¨®n art¨ªstica sobre los espacios existentes entre la realidad y los mundos virtuales. Lo dicho, la exploraci¨®n de las fronteras como espacios f¨¦rtiles en un festival que apuesta por la porosidad. Y claro est¨¢, la Inteligencia Artificial, el caballo de batalla del siglo en curso, ser¨¢ otro de los grandes temas del S¨®nar +D.
ORIENTACIONES PR?CTICAS
En cuanto a aspectos pr¨¢cticos, cabe destacar que de nuevo se solapan parcialmente la programaci¨®n diurna y nocturna del S¨®nar, exceptuando el jueves, d¨ªa en el que s¨®lo hay programaci¨®n diurna entre 15:00 h y 00:00 h. Estos horarios se ampl¨ªan incorporando las actividades del S¨®nar+D, que jueves y viernes arrancan a las 10:00 h mientras que el s¨¢bado lo hacen m¨¢s tarde, a las 15:00 h. La entrada de p¨²blico se cerrar¨¢ media hora antes de la conclusi¨®n de las jornadas diurnas, una hora antes en las nocturnas. Por su parte, el S¨®nar Noche funcionar¨¢ de 20:30 h a 07:00 h. Adem¨¢s del transporte p¨²blico (autobuses y metro, con parada en Plaza Espanya para el S¨®nar D¨ªa y Europa Fira para el S¨®nar Noche), hay un servicio de lanzadera, S¨®nar Bus, entre 20:30 h y 23:30 h (2,50 e) que une ambos espacios. Para volver a Barcelona (plaza Espa?a) desde el S¨®nar Noche hay tambi¨¦n disponible un servicio de autobuses entre las 03:00 h y las 08:00 h. Del S¨®nar diurno se puede salir y entrar, no as¨ª del nocturno, exceptuando p¨²blico con abono VIP. En ning¨²n espacio del festival se puede entrar con comida o bebida (exceptuando la destinada al consumo infantil), tampoco con animales, hay consigna para cascos y mochilas, no hay cajeros autom¨¢ticos, se vende tabaco, se permite fumar s¨®lo en espacios al aire libre y si no se conserva el vaso del 2023 se habr¨¢ de abonar un importe de 1,50 euros por el vaso de la actual edici¨®n. La entrada al festival est¨¢ autorizada a todos los p¨²blicos, pero los menores de 16 a?os deber¨¢n ir acompa?ados y rellenar un formulario. Los menores de 6 a?os tienen la entrada gratuita. Si se detenta el Carnet Jove, el Bono Cultural o Cultura Jove, los j¨®venes entre 18 y 30 a?os pueden verse favorecidos por descuentos en las entradas.
El S¨®nar 2024 en algunos nombres esenciales
Judeline: Llega desde Jerez y la comparan con Rosalía. Cierto es que alguna de sus canciones podrían formar parte del repertorio de la estrella. Punto. Música urbana con fondo flamenco y letras para ser leídas. Un nuevo talento. Jueves día.
Sevdaliza: Nacida en Irán y criada en Países Bajos, donde reside, esta artista de magnético aspecto compone, canta, dirige vídeos y maneja Inteligencia Artificial. Su música tiene base en el trip-hop, pero lo adereza con otros estilos, también reggaetón. Incluso tiene algún tema cantado en farsi. Jueves día.
Verde Prato: Sola en escena, poderosa y delicada al tiempo, canta en euskera y ofrece una sutil hibridación entre folklore contemporáneo con apoyos electrónicos que no deja de ser una muy particular y heterodoxa visión de la música urbana actual sin manifiesta intención bailable. Viernes día.
Kelly Moran: El piano lleva inventado unos 300 años, pero esta multinstriumentista y compositora de Nueva York cree que su sonido puede ir más allá. Para su último disco, Moves In The Field, matrimonio de técnica y lirismo, usa un Disklavier (grosso modo una especie de pianola, pero digital). Viernes día.
Air: La electrónica ya tiene memoria, y de ella forma parte Moon Safari un plácido disco para flotar que nació en tiempos de sonidos turbulentos. Ha cumplido 25 años y sus autores, el dúo francés Air, lo recupera en directo a modo de homenaje. Viernes noche.
Jessie Ware: El Sónar es un festival dado a las divas de toda naturaleza. Este año le toca a Jessie Ware el papel de dama del hedonismo elegante con su mezcla de disco, funk y pop de los ochenta servidos con clase y una voz de mucho cuidado. Viernes noche
Kaytranada: Canadiense de origen haitiano es un artista bañado genéricamente por el funk. Su más reciente disco, Timeless, comienza así, funky, para con una pléyade de finos y finas vocalistas eleva una catedral de moderna música de baile. Viernes noche.
Vince Staples: Sus primeros discos, tiene 8, tenían la premura del barrio. En su último trabajo, Dark Times, hay groove para mover un petrolero y su voz, como cansada, nada enfática, exhibe melodía sobre variadas bases de estirpe electrónica preñada de disco, funk y soul. Hip-hop para los no hip-hoperos. Sábado noche.
Floating points: Bajo este nombre trabaja el productor, compositor y dj Samuel Shepherd, que hace tres años deslumbró con su disco junto a Pharoah Sanders y la London Symphony Orchestra. En poco se parece a Crush, su último trabajo, y menos aún a Del Oro, su reciente single. De la abstracción al club mediante sintetizadores modulares. Sábado noche.
Electrónica melódica: Dos caras. Por un lado Paul Kalkbrenner, de base techno, subidones rítmicos y voces que dan el toque pop a sus himnos de club (sábado noche). Por otro Ben Böhmer (viernes noche), más sutil y elegante, menos obvio, mueve al baile sin aspavientos rítmicos en un entorno acolchado.
Los reyes de la pista: Hay muchos este año, pero no se puede olvidar a Laurent Garnier bajo luz solar (viernes día) con su mezcla entre house y techno (él estuvo en Apolo en 1.994) y Richie Hawtin, bajo luz lunar y un nuevo espectáculo, DEX EFX X0X, perfecto para ver amanecer bajo su técnica de cirujano del sonido (viernes noche). Tampoco debe olvidarse a Charlotte De White, entre el trance y también con nuevo espectáculo, Overdrive (sábado noche) o el veterano de centenares de sesiones de house Danny Tenaglia (viernes noches).
Como sugerencias propias de un festival sorprendente, las voces no humanas, sí, Inteligencia Artificial, del disco Model de Lee Gamble coreografiadas por Candela Capitán con un diseño de luces ad-hoc (sábado día); la performance de seis horas de duración de Physis, obra de Tianzhuo Chen (firma como ASIANDOPEBOYS) en la que participan múltiples invitados (sábado tarde); el espectáculo de la artista experimental Aïsha Devi coreografiado por el reputado artista visual Emmanuel Biard (jueves día) y Laurel Halo con su jazz y más allá para piano de cola, sintetizadores y violoncelo (sábado día).
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