Los intentos de suicidio del barrio m¨¢s pobre de Barcelona triplican la media de la ciudad
Un informe de la Agencia de Salud P¨²blica municipal confirma la mala salud mental en Ciutat Meridiana. El instituto p¨²blico estudia c¨®mo combatir las desigualdades
Vivir en la periferia de la periferia de Barcelona no es f¨¢cil. Desempleo. Desahucios. Bajos niveles de estudio. Absentismo escolar. Vulnerabilidad. Pobreza energ¨¦tica. Percepci¨®n de inseguridad. Ciutat Meridiana es el barrio m¨¢s pobre de la capital catalana. Situado al norte de la ciudad, casi dentro de la sierra de Collserola, su renta familiar por persona es la menor de sus 73 barrios: 10.929 euros, menos de la mitad que la media (21.642) barcelonesa. Son 28.871 euros menos al a?o de los que disponen los del barrio m¨¢s rico, que es Tres Torres (Sarri¨¤-Sant Gervasi), con 37.800. ?La consecuencia? Altos niveles de afectaci¨®n en la salud mental. Seg¨²n una encuesta de la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona (ASPB), los vecinos de Ciutat Meridiana triplican la media de las tentativas de suicidio de la ciudad (7,1% frente al 2,6%). Los datos son similares a los de Vallbona y Torre Bar¨®, que junto a Ciutat Meridiana conforman la denominada Zona Nord de Barcelona, conocida por el peso del estigma. El trabajo ha sido impulsado por la Agencia de la mano de la Taula de Salut Comunit¨¤ria de la Zona Nord.
El Ayuntamiento de Barcelona busca con el informe la forma de mejorar las condiciones de vida del barrio a partir de la diagnosis. A trav¨¦s del programa Barcelona Salud en los Barrios, un plan comunitario para reducir las desigualdades sociales de salud, realiz¨® una encuesta entre los vecinos para determinar la calidad sanitaria de las personas que viven en la zona y sus determinantes. Los resultados, presentados este jueves por la tarde al vecindario de Ciutat Meridiana, confirman la relaci¨®n entre el impacto de la situaci¨®n socioecon¨®mica y la salud que plantea buena parte de la literatura cient¨ªfica.
En un barrio donde casi la mitad de sus vecinos (45%) asegura que tiene dificultades a final de mes (frente al 13,5% de Barcelona), casi la misma proporci¨®n (48%) admite tener una mala salud mental (por el 22% de la media global). ¡°Hace por lo menos dos d¨¦cadas que hay voces diciendo que la salud mental en el barrio empeora¡±, avisa el presidente de la Asociaci¨®n de Vecinos de Ciutat Meridiana, Filiberto Fili Bravo. ¡°El problema es que al final lo normalizas: aumenta el malestar de la gente, el fracaso escolar, la agresividad, las consecuencias de la pandemia¡¡±, a?ade sobre una comunidad golpeada por los desahucios desde que estall¨® la crisis del ladrillo.
Primero fueron desahucios por hipotecas impagadas (tras quedarse los vecinos en paro y dispararse las cuotas), luego ocupaciones, m¨¢s desahucios o logros como los alquileres sociales; y m¨¢s tarde, ejecuciones de quienes tampoco pod¨ªan pagar las rentas. ¡°Si tienes que vivir con esta angustia, es normal que afecte a la salud, f¨ªsica y mental¡¡±, resume. Una profesora de una escuela de primaria del barrio, ya jubilada, siempre comparaba trabajar en el barrio con pedalear en una bicicleta est¨¢tica: te esfuerzas pero nada se mueve.
Los resultados de la encuesta de la ASPB afloran la punta de un perverso iceberg. Un 7% (9% por las mujeres y un 5% los hombres) de los vecinos del barrio declaran haber intentado suicidarse alguna vez, un porcentaje casi tres veces mayor que el global de Barcelona (2,6%), aunque la agencia pide prudencia en la comparaci¨®n porque la obtenci¨®n de las cifras lleg¨® por metodolog¨ªas diferentes. ¡°El suicidio es la m¨¢xima expresi¨®n de los problemas de salud mental¡±, analiza Carme Borrell, gerente de la Agencia. En todo caso, esta realidad no es ajena al barrio. Desde la asociaci¨®n vecinal Bravo se recuerdan a?os en los que ha habido ¡°seis o siete¡± casos y recuerda precedentes concretos de personas j¨®venes y mayores. ¡°Esperamos que este informe sirva de algo¡±, conf¨ªa; a la vez que lamenta la ¡°falta de respuestas, por muchos proyectos que comienzan y cuyos efectos no se perciben¡±.
Con los resultados desgranados y planteados, los responsables sanitarios prev¨¦n plantear nuevas intervenciones que ¡°mejoren la vida y reducir las desigualdades¡±, defiende Borrell. Estas deben consensuarse con los agentes sociales y vecinales del barrio para optimizarlas. La Agencia ha desplegado en los ¨²ltimos a?os medidas a nivel de infancia, familia, juventud y gente mayor. ¡°No podemos incidir en cuestiones como la vivienda, pero s¨ª en materia comunitaria¡±, defiende la gerente, que se?ala la importancia de trabajar las ¡°relaciones equitativas¡± desde las primeras edades; ofrecer ¡°alternativas deportivas¡± para el ocio juvenil; o crear espacios sociales para la tercera edad como cursos de cocina.
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