Un 6,7 de media: la nota de Selectividad que no te cambia la vida
Hoy Catalu?a est¨¢ llena de estudiantes que han obtenido una calificaci¨®n modesta, incluso mediocre, y que seguro que no ser¨¢n m¨¢s infelices
Este jueves se han conocido los nombres de los estudiantes que han sacado las mejores notas en la selectividad en Catalu?a. Cuando sean viejos podr¨¢n ense?ar a sus nietos los reportajes que saldr¨¢n en todos los medios. Hoy Catalu?a est¨¢ llena de estudiantes ...
Este jueves se han conocido los nombres de los estudiantes que han sacado las mejores notas en la selectividad en Catalu?a. Cuando sean viejos podr¨¢n ense?ar a sus nietos los reportajes que saldr¨¢n en todos los medios. Hoy Catalu?a est¨¢ llena de estudiantes que han obtenido una calificaci¨®n modesta, incluso mediocre, y que seguro que no ser¨¢n m¨¢s infelices. Probablemente, no tengan empleos peores. Es m¨¢s que posible que la vida les vaya bien. Pero esta semana no deben de sentirse precisamente superh¨¦roes. Son los estudiantes que no han sacado la mejor nota de su ciudad.
Esta cr¨®nica se escribe con la tranquilidad de saber que el 97,01% de los alumnos catalanes ha aprobado con una nota media de 6,7 sobre 10, y con las quejas de que las mates han ido fatal. La pregunta es: ?Te juegas tanto con la selec? ¡°Estamos obsesionados con las notas de la misma manera que los equipos deportivos lo est¨¢n con los puntos para ganar la liga, o que muchos lo estamos con el valor de los triglic¨¦ridos que nos salen en las anal¨ªticas. El valor num¨¦rico es la manera m¨¢s objetiva (que no la m¨¢s justa) que tenemos para posicionarnos respecto a los dem¨¢s y, en el sistema educativo, cribar qui¨¦n ocupa una de las limitadas plazas de cada carrera, grado o ense?anza. Y como por desgracia, la oferta y la demanda hacen subir y bajar la nota de corte para cada carrera, quien quiera asegurarse una silla debe si no obsesionarse, vigilar una continuidad de notas altas durante varios a?os¡±, explica Mart¨ªn Pi?ol, escritor, humorista y Harry Pater en EL PA?S.
Los periodistas contribuimos, sin duda, al debate num¨¦rico. Hay una pr¨¢ctica del gremio que se repite todos los a?os y desde el principio de los tiempos: encontrar a los alumnos con las mejores notas. No hay a?o que no se publique el art¨ªculo. De hecho, es la propia Generalitat quien te echa un cable. Y as¨ª se procede a realizar la entrevista y la fotograf¨ªa, como los h¨¦roes y las hero¨ªnas que son. Jos¨¦ X no sali¨® en ning¨²n diario de la ¨¦poca, repiti¨® dos cursos durante su bachillerato y acab¨® haciendo la Selectividad en septiembre. Sac¨® una nota mediocre en el examen y solo pudo acceder a la universidad dos a?os m¨¢s tarde de lo previsto. Seg¨²n el sistema vigente, un fracaso sin paliativos. Pero pasados los a?os, Jos¨¦ sali¨® adelante sin mayores dificultades. Es decir, ni el mal bachillerato ni un examen de Selectividad mediocre tienen por qu¨¦ hundir una vida. Pero ese parece ser el mensaje enviado a todos los j¨®venes que esta semana han conocido, finalmente, su nota, asegura Jos¨¦ al otro lado del tel¨¦fono.
¡°Se le da una importancia enorme a lo que un chaval de 17 a?os piensa que quiere hacer con su vida, y se considera que si no hace eso es que se le ha roto su sue?o. Lo comparo con un ni?o de 17 a?os que dijera que se va a casar, lo m¨¢s probable es que esa novia no vaya a ser la mujer de su vida y todos le dir¨ªamos: a¨²n no sabes lo que realmente quieres. Sin embargo, creemos que este ni?o de 17 sabe que ese doble grado de hormig¨®n con econom¨ªa es lo ¨²nico que le puede hacer feliz en la vida. Ser¨ªa m¨¢s sensato parar un poco y entender que el 25% de los estudiantes cambian de carrera o abandonan los estudios en los que han entrado¡±, explica Bel¨¦n Palop, profesora titular de la Universidad Complutense de Madrid. ¡°Le damos demasiada credibilidad a lo que ellos creen que quieren hacer. Se est¨¢ metiendo una presi¨®n ficticia. La idea que solo una carrera te va a hacer feliz es simplista¡±, a?ade la profesora.
Judith, que ahora tiene 29 a?os, se vio forzada a ir a la Selectividad en septiembre con una nota final de 6,35. Pas¨® el verano estudiando. ¡°Fue un momento agridulce¡±, cuenta. ¡°Inicialmente no tuve tantas opciones como otros compa?eros, pero la vida me llev¨® a una universidad concertada. Para no cargar con el peso econ¨®mico a mis padres, busqu¨¦ un trabajo de profesora de ingl¨¦s por las tardes. Aunque no fue el camino inicial, fue la mejor opci¨®n para responsabilizarme y empezar mi vida laboral antes¡±. Eligi¨® ser maestra de Educaci¨®n Primaria con la menci¨®n en ingl¨¦s, pas¨® cinco a?os ejerciendo en Suiza, curs¨® un master de vuelta y se sac¨® las oposiciones en Catalu?a. ¡°Ahora veo que la Selectividad ha quedado como una an¨¦cdota, ha sido un peque?o grano de arena en el camino¡±. Hay esperanza. Y la detalla Mart¨ªn Pi?ol: ¡°Ahora que nuestros hijos reciben cada vez una educaci¨®n m¨¢s vivencial, pr¨¢ctica, razonada y con materias interconectadas, creo que deber¨ªa bajarse el impacto del porcentaje de la Selectividad y combinarlo con pruebas de acceso concretas, entrevistas personalizadas o cartas motivacionales, que demuestren de verdad el inter¨¦s del alumno por cada carrera¡±.
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