Pol¨¦mica en un barrio de Valencia por la instalaci¨®n de unos arcos chinos aprobados en los presupuestos ciudadanos
El Ayuntamiento trata de encontrar una soluci¨®n conciliadora ante el descontento vecinal y el ¡°precedente muy peligroso¡± que supondr¨ªa no cumplir con la iniciativa de las cuentas participativas
La propuesta ciudadana de levantar dos arcos de entrada al denominado Chinatown de Valencia, aprobada en los presupuesto participativos, y un hist¨®rico trinquete del aut¨®ctono deporte de la pilota son los elementos de la pol¨¦mica que divide a los vecinos del c¨¦ntrico barrio de La Roqueta. La instalaci¨®n de los arcos ha acentuado la brecha entre dos generaciones de valencianos ...
La propuesta ciudadana de levantar dos arcos de entrada al denominado Chinatown de Valencia, aprobada en los presupuesto participativos, y un hist¨®rico trinquete del aut¨®ctono deporte de la pilota son los elementos de la pol¨¦mica que divide a los vecinos del c¨¦ntrico barrio de La Roqueta. La instalaci¨®n de los arcos ha acentuado la brecha entre dos generaciones de valencianos y pone en aprietos al Ayuntamiento de la ciudad.
Los presupuestos participativos Decidim VLC permiten a los vecinos escoger mediante votaciones telem¨¢ticas qu¨¦ proyectos llevar a cabo con los recursos p¨²blicos. Fueron introducidos como una herramienta para ejercitar la democracia directa en 2015, con la llegada a la alcald¨ªa de Joan Rib¨®, de Comprom¨ªs, que gobiernan en coalici¨®n con el PSPV-PSOE.
Desde la ¨²ltima d¨¦cada a esta parte, el barrio de La Roqueta, ubicado junto a la modernista Estaci¨® del Nord, uno de los principales puntos de llegada a la ciudad, se ha convertido en el lugar de referencia para muchos j¨®venes valencianos que acuden atra¨ªdos por la cultura asi¨¢tica, los comercios y los precios asequibles. La proliferaci¨®n de locales, restaurantes y establecimientos abiertos por ciudadanos de origen chino, ha transformado el barrio hasta tal punto de que ha pasado popularmente a conocerse entre los j¨®venes como el Chinatown de Valencia, sin guardar relaci¨®n con el llamado ¡°barrio chino¡± de la ciudad, a¨²n asociado a la prostituci¨®n.
Durante los presupuestos participativos de 2020, un vecino propuso destinar 14.000 euros del erario p¨²blico a la construcci¨®n de sendos arcos chinos, en las calles de Pelayo y Convento Jerusal¨¦n, que delimitasen la entrada y salida del barrio. La propuesta fue aprobada con 342 votos y su realizaci¨®n encargada al Gremio de Artistas Falleros, un sector que hab¨ªa sido especialmente golpeado por la cancelaci¨®n de las fallas debido a la pandemia de Covid-19. El Chinatown de Londres cuenta con unos llamativos arcos que se han convertido en una se?a de identidad.
Para Candy Wang, secretaria de la asociaci¨®n Centro Cultural de China en Valencia, los arcos son un ¡°s¨ªmbolo de amistad¡± que podr¨ªan actuar como reclamo tur¨ªstico para uno de los barrios de moda de la ciudad. ¡°Queremos que se pongan los arcos como se?al de la cultura china, pero no para renombrar el barrio. Esta zona es muy multicultural y nosotros queremos participar de eso¡±, afirman Wang.
Sin embargo, la iniciativa no agrada a todo el mundo. Aunque en minor¨ªa, en esas mismas calles se encuentran tambi¨¦n algunos de los comercios locales m¨¢s conocidos de la ciudad, como el hist¨®rico Trinquet de Pelayo, que naci¨® en 1868 y es cuna de la tradicional pilota valenciana. Los detractores de la iniciativa, sin embargo, piensan que esto supondr¨ªa traicionar el car¨¢cter cl¨¢sico del barrio, y proponen la creaci¨®n de un parque tem¨¢tico de la pilota frente a la idea de un Chinatown.
Por ello, algunos vecinos comenzaron a organizarse en torno a distintas agrupaciones para promover acciones como la recogida de m¨¢s de mil firmas en contra del proyecto. La Asociaci¨®n Vecinal La Roqueta es la plataforma que trabaja en la actualidad para lograr que el barrio se regenere ¡°por otras v¨ªas¡±. Para su presidente, Miguel S¨¢nchez, instalar los arcos ¡°no ayuda para nada a los vecinos¡± y sugiere un estudio urban¨ªstico para modificar La Roqueta, de la misma forma que se ha hecho en barrios como el de Ruzafa, que devuelva el espacio p¨²blico a sus habitantes.
¡°Es cierto que el barrio tiene un car¨¢cter muy multicultural, cerca del 30% de la poblaci¨®n es de origen extranjero y, a su vez, el 40% de ese porcentaje es de origen chino. Sin embargo, eso no quiere decir que no existan otras muchas culturas presentes en el barrio y que una deba tener m¨¢s representaci¨®n sobre las dem¨¢s. Adem¨¢s, a nivel vecinal, estos arcos no suponen una soluci¨®n para un barrio degradado y abandonado por las diferentes administraciones. Necesitamos parques y espacios verdes, no unos arcos que traigan turismo de selfie¡±, explica S¨¢nchez.
Tras notar el aumento de la oposici¨®n a la idea de colocar los arcos, el Ayuntamiento ha decidido aprovechar la capitalidad de Val¨¨ncia Capital del Dise?o 2022 y ha encargado a la Associaci¨® de Dissenyadors de la Comunitat Valenciana (ADCV) que sean ellos los que busquen una alternativa que represente el car¨¢cter multicultural del barrio y d¨¦ cumplimiento a la iniciativa aprobada por los presupuestos participativos.
A principios del mes de mayo, la socialista Sandra G¨®mez, vicealcaldesa de Val¨¨ncia y concejala de Desarrollo Urbano, afirmaba que no construir los arcos supondr¨ªa ¡°un precedente muy peligroso¡± que podr¨ªa ¡°cuestionar la mayor parte de los proyectos que salgan en los Decidim VLC en el futuro¡±. En este respecto, la apuesta conciliadora del Ayuntamiento pasa por ¡°un peque?o arco, una placa, o cualquier cuesti¨®n que d¨¦ respuesta al proceso de participaci¨®n ciudadana, que sea una integraci¨®n elegante y acorde a los criterios paisaj¨ªsticos de la zona¡±.