La gran decisi¨®n de M¨®nica Oltra
Dicen los defensores de la vicepresidenta del Consell que su presunta imputaci¨®n no da?a la imagen de su partido porque nada tiene que ver con la corrupci¨®n, pero el posible delito no es cualquier cosa

Conforme van avanzando los pasos judiciales, todo apunta a que M¨®nica Oltra pueda resultar imputada en la causa que se sigue por un posible ocultamiento del abuso de su exmarido a una menor. De confirmarse la decisi¨®n judicial, es evidente que la l¨ªder de Comprom¨ªs quedar¨¢ en una situaci¨®n pol¨ªticamente muy delicada y sometida a una gran presi¨®n para que dimita, algo que hoy por hoy no parece pasar por su cabeza, o que la cese el presidente de la Generalitat, algo que tampoco parece estar en la hoja de ruta de Ximo Puig.
No obstante, la decisi¨®n no es tan sencilla, fundamentalmente porque Oltra es una ¡°pieza muy destacada a batir¡± por la derecha social, econ¨®mica y medi¨¢tica despu¨¦s de haberse ganado a pulso ser una de las pol¨ªticas m¨¢s reconocidas no solo en la Comunidad Valenciana sino en toda Espa?a. Sin embargo, es obligado recordar que buena parte de esa gran imagen la alcanz¨® gracias a su estilo vehemente y despiadado frente a sus enemigos pol¨ªticos a los que exigi¨® ceses y dimisiones contin¨²as fijando unos l¨ªmites de ¨¦tica y est¨¦tica que ahora, como un bumer¨¢n, se vuelven contra ella. Dicen los defensores de la vicepresidenta del Consell que su presunta imputaci¨®n no da?a la imagen de su partido porque ¡°solo es un problema¡± y nada tiene que ver con la corrupci¨®n. Es evidente que cada uno tiene un criterio sobre los posibles delitos pero el que se investiga sobre Oltra, desde luego, no es cualquier cosa. Si no que se lo digan a la v¨ªctima o a los que luchan por los derechos de los menores al margen de su ideolog¨ªa.
El otro argumento esgrimido por la propia vicepresidenta y sus compa?eros de coalici¨®n es que todas las acusaciones responden a una campa?a orquestada por la extrema derecha. Es rigurosamente cierto que personajes de la cala?a moral del l¨ªder de Espa?a 2000 y algunos sat¨¦lites han aprovechado el caso para acercarse y arropar a la menor con apoyo personal, econ¨®mico y legal. En cualquier caso, no se puede olvidar que independientemente del perfil e intereses de su abogado, la v¨ªctima ahora ya mayor de edad es normal que quiera esclarecer todo lo acontecido entorno al infierno que padeci¨® seg¨²n la sentencia condenatoria al ex de Oltra y la actuaci¨®n de la consejer¨ªa que ella dirig¨ªa y dirige. Pero es que, adem¨¢s, ahora ya hay un pronunciamiento de la Fiscal¨ªa a favor de la imputaci¨®n a trav¨¦s de un dur¨ªsimo escrito firmado, nada m¨¢s y nada menos, que por la propia fiscal superior Teresa Gisbert, de dilatada, brillante e incuestionable trayectoria y que la decisi¨®n final la tomar¨¢n unos jueces del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana y no los denunciantes.
Sea como sea, en este caso como en todos, es impresentable intentar condenar a nadie antes de tiempo. Es por ello que M¨®nica Oltra est¨¢ en su perfecto derecho de continuar su labor pol¨ªtica aunque sea citada a declarar a un juicio en condici¨®n de investigada. Otra cosa es la responsabilidad pol¨ªtica que comporta esa decisi¨®n. Primero para ella y su imagen, segundo para su partido Iniciativa y coalici¨®n Comprom¨ªs por el desgaste que pudieran padecer entre su electorado pero, sobre todo, ante la sociedad y, por ¨²ltimo, en el Consell que en pleno a?o preelectoral y con un posible resultado ajustado seg¨²n todas las encuestas, temen una posible desafecci¨®n entre los suyos y, sobre todo, una movilizaci¨®n de la oposici¨®n, desde el centro hasta la extrema derecha.
En cualquier caso, tengo la sensaci¨®n de que nadie ni de su partido ni de sus socios se van a atrever a decirle nada a Oltra, al menos hasta el resultado de su posible declaraci¨®n como investigada. La conocen bien y saben que no van a poder influir sobre la decisi¨®n que adopte as¨ª que prefieren centrarse en los argumentarios para defenderla y justificarla sea la que sea la resoluci¨®n final. La vicepresidenta del Consell y l¨ªder de Comprom¨ªs debe meditar su gran decisi¨®n y, de paso, reflexionar sobre su falta de empat¨ªa hacia la v¨ªctima, hacia la ni?a abusada en un centro p¨²blico estando tutelada por la Generalitat y a la que no se le han pedido ni disculpas por los fallos del sistema.
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