Un archivo para que nadie olvide todo lo que pas¨® en el ¡°armario¡± valenciano
¡®L¡¯Armari de la Mem¨°ria¡¯ trabaja contra reloj para que no se pierda la historia a¨²n viva de la lucha por los derechos de las personas discriminadas por su orientaci¨®n e identidad sexual
Poca gente sabe que un congreso de la Fraternidad Cristiana de la Amistad, con sus permisos eclesi¨¢sticos en regla y celebrado en el campus de Burjassot de la Universitat de Val¨¨ncia, fue el germen en abril 1976 del Front d¡¯Alliberament Sexual del Pa¨ªs Valenci¨¤, la primera organizaci¨®n propia de defensa de los derechos de los homosexuales.
Esta y otras historias tienen desde hace unos meses y fruto de la Ley LGTBI valenciana de 2018 un archivo propio: L¡¯Armari de la Mem¨°ria. Este servicio p¨²blico, que desarrolla el colectivo Lambda mediante una ¡°acci¨®n concertada¡±, estrenar¨¢ pronto sede f¨ªsica. Ser¨¢ en la ¡®Alqueria Casa Clemencia, milagrosamente conservada en una de las arterias principales de Valencia, la avenida Primado Reig, y situada entre un colegio mayor religioso y el campus universitario. Un doble gui?o a esa historia desconocida.
Habr¨¢ biblioteca, archivo sala de consulta y de exposiciones para recoger y difundir siglos de persecuciones y d¨¦cadas de lucha que incluyen conocidos y reivindicados nombres como el de Margarida Borr¨¤s, nacida como Miquel y ejecutada en la horca en 1460 en la plaza del Mercado de Valencia tras haber sido vista en muchas casas de la ciudad vestida de mujer. Tambi¨¦n el del maquis Florencio Pla, nacido como Teresa y conocido como La Pastora.
Pero la lista es larga. Est¨¢ Alfredo Rey y sus coplas; Rampova y su ¡°cabaret ¨¢cido contra una sociedad hip¨®crita¡± o su programa de radio La pinteta rebel; est¨¢ La Margot, el personaje con el que Antonio Campos encendi¨® las noches del cap i casal en la Transici¨®n; o Toni Brotons, que en 1974, con Franco a¨²n vivo, abri¨® en Alicante El Forat, un m¨ªtico bar que durante casi cuarenta a?os fue referencia de libertad y diversi¨®n. Hay tambi¨¦n muchos materiales, como la primera publicaci¨®n del movimiento, con el sugerente y ambiguo nombre de Plom¨¤s, que se realiz¨® en Castell¨®n e inclu¨ªa una secci¨®n po¨¦tica que tomaba como t¨ªtulo un verso de Ausias March, ¡°la carn vol carn¡± pero igualmente bromas sobre las gaiatas y las fallas y un diccionario para ligar en esta ciudad.
El olvido del calendario
¡°El proyecto de L¡¯Armari naci¨® en su proceso creaci¨®n de la ley¡± recuerda Jos¨¦ de Lamo, director general de Igualdad en la Diversidad. ¡°Se trataba de recuperar esas memorias, darles difusi¨®n y sensibilizar, explica. Hab¨ªa que retomar un camino que se empez¨® en su d¨ªa pero ahora a contra reloj. ¡°Aunque hace dos d¨¦cadas se inici¨® un proceso de recuperaci¨®n, principalmente de perseguidos por el franquismo, qued¨® algo aparcado porque buena parte del activismo prioriz¨® avanzar en derechos por la urgencia que hab¨ªa. Ahora hay de nuevo un movimiento desde varios puntos del estado, en parte porque no se puede esperar m¨¢s, si dejamos pasar m¨¢s tiempo perdemos gran parte de esa memoria¡±, se?ala.
Pablo Hern¨¢ndez es el director de L¡¯Armari y coincide en que habr¨¢ muchos materiales que si no se recuperan ahora ¡°en veinte a?os ya no ser¨¢n accesibles¡±. Algunos de los protagonistas siguen vivos y a¨²n hay opci¨®n de contactar con los familiares de los que murieron y custodian sus legados. Por eso preparan una campa?a para recibir donaciones. ¡°Hemos empezado con la parte sencilla, los colectivos y asociaciones, pero no quer¨ªamos quedarnos ah¨ª y hemos iniciado el contacto con personas y coleccionistas particulares para acceder a ciertos fondos. Este a?o pondremos en marcha una campa?a para que nos pueda hacer llegar materiales, archivos privados, diarios, relatos o fotograf¨ªas. Lo haremos tambi¨¦n en el entorno rural porque no queremos dejar fuera esa parte¡± desgrana.
Sin esperar a su sede f¨ªsica, el servicio ha iniciado algunas de sus actividades paralelas, incluyendo unas jornadas de ¡®Memorias invertidas¡¯ en colaboraci¨®n con las universidades p¨²blicas valencianas que han servido para saber el punto de partida. ¡°Quer¨ªamos reconocer que ya ha habido una investigaci¨®n por parte de algunas personas. Era de justicia porque esas pocas personas nos han dado un mapa inicial muy importante¡±, explica Hern¨¢ndez.
Rasgos propios
Entre esos precursores est¨¢ Pau L¨®pez Clavel, autor en 2018 de El rosa en la senyera, una tesis doctoral sobre el movimiento entre 1976 y 1997. Su investigaci¨®n, explica, le mostr¨® que las din¨¢micas valencianas no eran las mismas que las de Madrid o Barcelona. ¡°All¨ª con la aparici¨®n del feminismo, gays, lesbianas o trans fueron cada uno por su lado pero aqu¨ª en el d¨ªa a d¨ªa te encuentras una cooperaci¨®n que desafiaba estas din¨¢micas que se han dado como teor¨ªa general¡±, se?ala. Adem¨¢s, apunta tambi¨¦n a otros perfiles propios. ¡°Me encontr¨¦ rasgos reflejo de la identidad valenciana. En cuestiones como la pluma o el travestismo se ve la influencia de la huerta o del folclore de las fallas o las hogueras¡±, asegura.
Para L¨®pez Clavel una de las grandes dificultades que debe superar L¡¯Armari de la Mem¨°ria es ¡°poder acceder a gente que ha estado en esas situaciones pero sin nombre y apellidos¡± y pone el ejemplo de un alcalde de un pueblo de Alicante que fue una de las primeras personas que, ocupando un cargo expuesto, ¡°sali¨® del armario¡±. Hay m¨¢s y se?ala al ¡°mundo rural, travestis o gente que no lleg¨® a dar ese paso¡±. Entre los retos t¨¦cnicos, remarca la necesidad de sistematizar los fondos auton¨®micos y digitalizarlos para que sean accesibles. ¡°M¨¢s all¨¢ de Valencia la estructura es pobre¡±, asegura.
Recuperar estrategias
Pero el servicio ha nacido tambi¨¦n con vocaci¨®n de difundir esa memoria. ¡°No puede ser un mero ejercicio de arqueolog¨ªa. Debe enfocarse al futuro para construir una sociedad m¨¢s libre y diversa. El momento que vivimos no es casualidad, hay que saber que otras realidades son posibles, precisamente porque venimos de all¨ª¡±, desliza De Lamo.
Adem¨¢s, debe estar orientada a ¡°p¨²blicos diversos¡± remarca Hern¨¢ndez. ¡°Tanto a la comunidad y a sus aliados, como a los que lo son menos. Ahora hay quien niega la discriminaci¨®n o incluso asegura que hemos sido una comunidad privilegiada. Por eso hay que visibilizar la lucha, el sufrimiento y la violencia, incluso institucional, que se ha sufrido. Pero no queremos aparecer solo como v¨ªctimas, tambi¨¦n queremos que sea un enfoque ¡®emponderante¡¯, reforzar la idea de que ante la violencia y las discriminaciones no s¨®lo hemos salido del armario sino que no nos hemos vuelto a encerrar¡±, destaca.
Hay algo m¨¢s que se puede extraer de este archivo, a?ade De Lamo: estrategias. ¡°Es dif¨ªcil saber hacia donde ir sin saber el camino recorrido. La historia nos ense?a estrategias y f¨®rmulas usadas para avanzar y los resultados que han dado¡±, reflexiona. Tambi¨¦n avisa de que el trabajo no se acaba con lo urgente. ¡°Ya hay que empezar a recuperar tambi¨¦n entre todos el trayecto en democracia y analizar lo que ha pasado¡±, avanza.
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