Libertad y censura en la Comunidad Valenciana
En nuestras manos est¨¢ volver a dominar la conversaci¨®n p¨²blica y convocar a todos los dem¨®cratas y a todas aquellas personas liberales para acabar con esta ola censora y puritana
En estos ¨²ltimos a?os hemos visto a ciertos actores de derechas muy preocupados por la libertad de expresi¨®n. En nombre de lo ¡°pol¨ªticamente incorrecto¡±, redes usadas masivamente por los j¨®venes como YouTube, Twitch o Tik Tok se han llenado de actores bramando contra una supuesta censura por parte de la izquierda hacia aquellos comentarios u obras culturales con tintes racistas, hom¨®fobos o xen¨®fobos. Todo un movimiento importado de los Estados Unidos al grito de consignas como que ¡°ya no se puede decir nada¡± o ¡°es que la gente se ofende por todo en esta dictadura woke¡±.
Me pregunto d¨®nde estaban estos personajes cuando, en la era de las mayor¨ªas absolutas del PP, eran cuestionados, silenciados e, incluso, cancelados, espect¨¢culos, conciertos o movimientos sociales. En aquellos tiempos, ten¨ªamos que ir a otros pueblos con Ayuntamientos progresistas para poder ver actuar al humorista Xavi Castillo, ya que en mi pueblo no se lo permit¨ªan. Tambi¨¦n recuerdo que, mientras fuera de nuestras fronteras, la m¨²sica en valenci¨¤ era querida y puesta en valor, aqu¨ª se silenciaba e ignoraba desde las instituciones a grupos como Aspencat, Obrint Pas o La Gossa Sorda. Fueron los tiempos, tambi¨¦n, de la censura en Canal 9, del despotismo en los Plenos y en Les Corts, de las amenazas y la impunidad de grupos neonazis valencianos, que asesinaron a Guillem Agull¨®.
Con la entrada de Vox a ayuntamientos y gobiernos auton¨®micos, muchos se echan las manos a la cabeza. Lo cierto es que los valencianos ya vivimos c¨®mo se intent¨® silenciar la voz de todos cuando ocurri¨® la desgracia del accidente del metro en aquella maldita estaci¨®n de Jes¨²s. Ya vimos c¨®mo nos intentaron amordazar durante el 15-M y la Primavera Valenciana con represi¨®n policial como respuesta frente a las banderas y los libros. Por eso, cuando el otro d¨ªa vi al gobierno de derechas de N¨¢quera prohibir con orgullo las banderas LGTBI en los espacios p¨²blicos y las manifestaciones contra la violencia de g¨¦nero, no pude evitar recordar con tristeza todo lo que pasamos los valencianos durante aquellos a?os. Volv¨ªan los que aprobaron la ley Mordaza.
Este 23 de julio, en esta tierra mediterr¨¢nea y amable nos jugamos mucho m¨¢s que saber qui¨¦n ocupar¨¢ la Moncloa durante los pr¨®ximos a?os. Nos jugamos esa Espa?a de Lorca, que tiene bordado en la bandera de la libertad el amor m¨¢s grande de nuestras vidas. Nos jugamos continuar siendo un referente en libertades de todos y para todos o que vuelva la censura. Y, lo cierto es que, en apenas un mes, ya hemos visto intentos de censura hacia obras de Virginia Woolf, Lope de Vega, tem¨¢ticas de la Guerra Civil y hasta, incluso, una pel¨ªcula de Toy Story, en la que, ?sorpresa!, se besaban dos mujeres¡ ?Y con la lengua! Un verdadero esc¨¢ndalo (si estuvi¨¦semos en 1950, claro).
Vienen tiempos dif¨ªciles en los que muchos nos intentar¨¢n hacer comulgar con ruedas de molino. Nos intentar¨¢n hacer creer que, como en la historia de Don Quijote, unos simples molinos son gigantes que amenazan nuestra convivencia y a los que nos tenemos que enfrentar. Intentar¨¢n cambiar los marcos de la conversaci¨®n para que, como en Los magos de Waverly Place, nada sea lo que parece ser. Pero en nuestras manos est¨¢ volver a dominar la conversaci¨®n p¨²blica y convocar a todos los dem¨®cratas y a todas aquellas personas liberales para acabar con esta ola censora y puritana. Dec¨ªa George Orwell que ¡°la libertad es el derecho de decirle a la gente lo que no quiere o¨ªr¡±. En estas semanas, m¨¢s que nunca, dig¨¢mosles que somos un pa¨ªs libre, orgulloso y solidario en el que la intolerancia no tiene cabida.
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