El drama de la vivienda en Valencia: ¡°He tirado la toalla, vivo en casa de mi madre¡±
Valencia es la ciudad donde m¨¢s se increment¨® el alquiler en 2023 de toda Espa?a y Alicante, la provincia con m¨¢s compras de extranjeros. Tres testimonios relatan la dram¨¢tica situaci¨®n
La vivienda es uno de los problemas m¨¢s acuciantes para la ciudadan¨ªa en Espa?a y en la Comunidad Valenciana. No hay oferta para tanta demanda de un derecho fundamental. Y los precios no dejan de subir. En el caso de los alquileres, la situaci¨®n todav¨ªa es m¨¢s dram¨¢tica. Se ha...
La vivienda es uno de los problemas m¨¢s acuciantes para la ciudadan¨ªa en Espa?a y en la Comunidad Valenciana. No hay oferta para tanta demanda de un derecho fundamental. Y los precios no dejan de subir. En el caso de los alquileres, la situaci¨®n todav¨ªa es m¨¢s dram¨¢tica. Se han multiplicado sin control los arrendamientos de habitaciones que, en ocasiones, se convierten en infraviviendas, en la que conviven las familias m¨¢s vulnerables.
En este contexto, Valencia ha ganado protagonismo en los ¨²ltimos a?os al ser la ciudad donde m¨¢s se increment¨® el precio del alquiler el pasado a?o: un 17% seg¨²n Fotocasa y m¨¢s de un 20%, de acuerdo con los registros de Idealista y Pisos.com.
Se ha alcanzado los 1.600 euros al mes de media en la ciudad (un 8% m¨¢s que en el primer trimestre de 2023 y un 6% m¨¢s que hace tres meses), mientras desciende la oferta de pisos y gana terreno el alquiler vacacional, seg¨²n consta en el informe de la C¨¢tedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Polit¨¦cnica de Val¨¨ncia del primer trimestre de este 2024. El informe califica de ¡°alarmante¡± la situaci¨®n del mercado valenciano de la vivienda y de ¡°muy preocupante¡± en el corto plazo. Adem¨¢s, el incremento de la obra nueva se sit¨²a en torno al 10% en una oferta que tambi¨¦n va a la baja.
Al mismo tiempo, Valencia ha aumentado su poblaci¨®n. El padr¨®n municipal certifica que a fecha del 1 de enero de 2024 hab¨ªa 830.606 habitantes censados (de los cuales, 153.730, extranjeros), casi 23.000 m¨¢s que el a?o anterior. Se estima que hay en torno a 7.000 pisos tur¨ªsticos (legales, alegales e ilegales) y unas 60.000 viviendas vac¨ªas.
Por otra parte, la provincia de Alicante encabeza la clasificaci¨®n nacional de compra de vivienda por parte de quienes tiene una nacionalidad distinta a la espa?ola, con el 44% del total en ese territorio en 2023. La mayor¨ªa es para uso tur¨ªstico en la costa. El porcentaje en la Comunidad Valenciana es del 30%, solo superada por Baleares (31,5%9), si bien el mayor incremento porcentual se produce en el territorio valenciano, seg¨²n el Colegio de Registradores.
Los expertos critican la falta de una pol¨ªtica clara, decisiva y con continuidad de las diferentes administraciones a lo largo del tiempo, sobre todo en el fomento de la vivienda p¨²blica en alquiler. Este mes, los pol¨ªticos se han puesto las pilas, al menos en cuanto a anuncios. El presidente valenciano, Carlos Maz¨®n, del PP, anunci¨® un plan que pretende el desarrollo y construcci¨®n de 10.000 viviendas p¨²blicas hasta 2027, con una inversi¨®n de 7.326 millones de inversi¨®n p¨²blica y privada. El plan aprovechar¨¢ el suelo urbano o dotacional residencial de titularidad p¨²blica, ¡°sin recalificar nada¡±, y el suelo privado que est¨¢ pendiente de ejecuci¨®n, seg¨²n explic¨® Maz¨®n.
El presidente del Gobierno, el socialista Pedro S¨¢nchez, anunci¨® 4.000 millones para financiar 43.000 nuevas viviendas de alquiler p¨²blico asequible. Espa?a tiene un 3% de vivienda p¨²blica y el objetivo es llegar al 20% de Holanda o Dinamarca.La media europea es del 9%.
Tres personas, vinculadas profesional o personalmente con el problema de la vivienda en la Comunidad Valenciana, aportan su testimonio sobre la situaci¨®n.
Jos¨¦ F. Sim¨®n: ¡°He tirado la toalla, ya ni me asomo a las inmobiliarias¡±
Jos¨¦ Francisco Sim¨®n, de 41 a?os, trabaja de charcutero desde hace 20 a?os en el Mercado Central de Valencia. Cuatro generaciones de su familia viven o han vivido en la Malvarrosa, un barrio obrero de los Poblados Mar¨ªtimos de la capital, a solo unos metros de la playa. Lleva desde los 15 a?os sin parar de trabajar: ¡°Creo que solo he cobrado el paro dos meses en toda mi vida laboral¡±, asegura este valenciano, que lleva dos a?os viviendo en el piso de su madre porque no ha podido comprarse una casa ni encuentra un alquiler asequible.
Antes que charcutero fue camarero, se ha dedicado a la bisuter¨ªa y a la ferralla. ¡°No par¨¦ hasta encontrar mi sitio¡±, cuenta de su actual oficio de charcutero.
Hace unos dos a?os dej¨® su ¨²ltimo piso de alquiler porque quer¨ªa instalarse en el barrio donde reside toda su familia. Pens¨® en quedarse moment¨¢neamente en casa de su madre y empez¨® a buscar primero para comprar, algo que abandon¨® por la dificultad de acceder a una hipoteca, y luego para alquilar. ¡°Me pill¨® el subid¨®n de los precios¡±, apunta tras recordar que desde que se independiz¨® siempre hab¨ªa vivido en pisos arrendados en L¡¯Olivereta o la avenida del Puerto, entre otros lugares. Lo m¨¢s caro que pag¨® fueron 550 euros mensuales.
¡°Tal y como est¨¢n ahora los precios, no me alcanza. He tirado la toalla, ya ni me asomo a los portales inmobiliarios porque me pongo enfermo. Me entraba ansiedad y hasta malestar porque era todos los d¨ªas una pelea constante, buscando y buscando, para al final darte cuenta de que no puedes¡±, explica. Vive en casa de su madre. Cuenta que le ped¨ªan 800, 900 y hasta 1.000 euros, a veces por cuchitriles de 35 metros cuadrados. ¡°?C¨®mo puede uno plantearse siquiera formar una familia con algo as¨ª y a esos precios?¡±, se queja Jos¨¦ Francisco.
Quiere un alquiler pero que le permita vivir porque luego ¡°hay una luz, un agua, unas comidas; y por lo menos poderte tomar algo si te das una vuelta. Podr¨ªa pagar unos 600 o 650 euros que me supone pr¨¢cticamente la mitad de sueldo¡±, a?ade. E insiste en sus experiencias pasadas buscando pisos de alquiler: ¡°Busqu¨¦ durante un a?o pero era muy heavy. Te pongo un ejemplo: pisos que hab¨ªa visto al principio en el barrio de Orriols, sin muebles ni nada, y que costaban 550 euros, se han puesto luego a 900. ?El mismo piso! No lo han subido 50 euros sino pr¨¢cticamente el doble¡±.
Sim¨®n insiste en que su vida est¨¢ en la Malvarrosa, all¨ª est¨¢n sus abuelos, sus primos, toda su gente. Es donde quiere vivir pero no puede. ¡°Est¨¢ lleno de pisos tur¨ªsticos. Hay alemanes, holandeses, rusos¡. Entre la gente que viene a teletrabajar y que la revista Forbes public¨® que Valencia era la mejor ciudad del mundo para vivir (en febrero de 2021), nuestra ciudad ya no es para nosotros. Est¨¢n erradicando a la gente aut¨®ctona¡±, apunta, dolido, mientras vive en casa de su madre con otros cuatro hermanos, todos menores que ¨¦l.
¡°He parado de buscar alquiler porque me he desanimado del todo y me centro ahora mismo en activarme y ver si puedo hacer algo contra esta especie de colonizaci¨®n, manifest¨¢ndome, movi¨¦ndome. Y antes de pagar 500 euros por arrendar una habitaci¨®n en un piso con desconocidos, vivo en casa de mi madre¡±, reitera.
El Caba?al, otro barrio que conoce muy bien, ¡°lo han reventado tambi¨¦n, inmobiliariamente hablando: ¡°Es una megatrattoria¡±, apunta. Sim¨®n a?ade que la turistificaci¨®n no afecta solo al centro de Valencia ¡ªlo ve cada d¨ªa en el Mercado Central, por el que pasan miles de turistas¡ª sino en Patraix, en Benimaclet..., en todos los barrios. Y pide a los pol¨ªticos que no miren hacia otro lado y act¨²en contra el problema.
Vicente Inglada: ¡°Se ha generado una especulaci¨®n brutal¡±
La subida del precio del alquiler es la queja m¨¢s com¨²n que recibe la Uni¨®n de Consumidores de la Comunidad Valenciana referida a la vivienda, seg¨²n explica su secretario Vicente Inglada. ¡°Unos estudiantes universitarios vinieron no hace mucho porque no entend¨ªan c¨®mo el piso que compart¨ªan el pasado a?o y por el que pagaban unos 700 euros, ahora les ped¨ªan 1.200. Y no encontraban alternativa¡±, apunta.
El problema general que tensiona el mercado sobre todo en las grandes ciudades espa?olas es la falta de vivienda. ¡°No hay parque ni p¨²blico ni incluso privado suficiente y estamos hablando de un derecho fundamental, no nos olvidemos. En la Comunidad Valenciana hay un factor a?adido y diferenciador con respecto a otras comunidades aut¨®nomas y ciudades: el turismo. Y eso ha comportado que el propietario quiera sacar la m¨¢xima rentabilidad a su piso, que puede llegar a ser superior al 300%, y no se opte por el alquiler a largo plazo. Hay casi 7.000 pisos tur¨ªsticos en la ciudad de Valencia¡±, se?ala.
La proliferaci¨®n de los pisos tur¨ªsticos afecta sobre todo a ciudades que son destinos tur¨ªsticos y que ¡°se han puesto de moda como Valencia, donde el efecto llamada es evidente¡±, apostilla Inglada en coincidencia con otros profesionales.
¡°Est¨¢ muy bien que venga mucho turismo, que la ciudad tenga muy buena imagen y crezca en este sentido, pero esto comporta tambi¨¦n que acaben comprando vivienda muchos extranjeros con m¨¢s poder adquisitivo que los vecinos de la ciudad y fondos de inversi¨®n con una clara finalidad especulativa. Cuatro de cada 10 viviendas se compran con una hipoteca para vivir, el resto se adquiere a tocateja, la mayor¨ªa de las veces como una inversi¨®n, lo que genera una especulaci¨®n brutal¡±, indica.
Esta situaci¨®n sobrevenida hace olvidar una problem¨¢tica anterior, sobre la que no se hace tanto hincapi¨¦: ¡°En Valencia ciudad hay alrededor de 60.000 viviendas vac¨ªas. Es una barbaridad¡±. Inglada incide en que la Administraci¨®n tiene que tomar medidas, dar garant¨ªas al propietario para sacar al mercado esas viviendas.
La situaci¨®n dram¨¢tica de falta de vivienda y de la subida de precios genera que se haya ¡°multiplicado por m¨¢s de 300 las demandas de habitaciones para alquilar, con todos los problemas que conlleva ante la falta de regulaci¨®n espec¨ªfica. En ocasiones una familia acaba viviendo en una habitaci¨®n porque no se tiene otra opci¨®n. Los colectivos m¨¢s vulnerables acaban pagando infraviviendas en una situaci¨®n cada vez m¨¢s degradante¡±.
La escasez y la necesidad son un campo abonado para que act¨²en los estafadores, que se mueven con facilidad en internet con ofertas que no se corresponden con la realidad o directamente no existen. ¡°Cada vez llegan m¨¢s quejas en este sentido. Siempre decimos que hay que contactar con profesionales e intermediarios acreditados¡±, indica el responsable de consumidores.
Nora Garc¨ªa: ¡°Las leyes no benefician el alquiler¡±
Nora Garc¨ªa explica que algunas agencias que gestionan alquileres han dejado de ¡°dar de alta¡± los viernes un piso con un precio de hasta 1.000 euros al mes porque cuando vuelven el lunes ¡°es inmanejable¡± el alud de solicitudes. ¡°Lo damos de alta el lunes y cuando tenemos 30 peticiones lo cerramos¡±, explica la presidenta de la Asociaci¨®n de Inmobiliarias de la Comunidad Valenciana (Asicval). ¡°La situaci¨®n de la vivienda es dram¨¢tica. Estamos en un momento de shock. No hay manera de cuadrar la escasa oferta con la mucha demanda y en el alquiler a¨²n es m¨¢s problem¨¢tico. Las razones son m¨²ltiples, pero es verdad que las leyes de los distintos gobiernos no han beneficiado a los propietarios para que pongan su vivienda en alquiler¡±, sostiene la empresaria, hija de promotor y constructor.
Garc¨ªa incide en que lo normal es que tanto el inquilino como el propietario cumplan con sus obligaciones, ¡°pero lo que sale en los medios siempre es lo malo¡±, y que ¡°la mayor¨ªa de los propietarios son peque?os, con una o dos viviendas, no fondos de inversi¨®n o buitres¡±. El hecho de que se compren al contado seis de cada 10 viviendas no quiere decir que se vaya a especular, porque tambi¨¦n hay gente que recurre a la familia, recibe donaciones, que hereda, que vende su piso para comprarse otro, que, en definitiva, no necesita financiaci¨®n externa, argumenta. ¡°El perfil medio del comprador en Espa?a es el de una pareja de 41 a?os con hijo que quiere una vivienda habitual¡±, asegura.
Hace falta mucha obra nueva, no hay apenas suelo en las grandes ciudades, ni mano de obra cualificada, los costes se han disparado y los tr¨¢mites burocr¨¢ticos se eternizan, enumera. Y, adem¨¢s, la llegada de los apartamentos tur¨ªsticos (legales, ilegales o alegales) ha hecho un roto en el alquiler tradicional, agrega. Y eso que ahora no resultan tan rentables como antes, apostilla: hay m¨¢s competencia, tienes que estar pendiente y, hacer frente a distintos pagos (mantenimiento, plataformas), no hay desgravaci¨®n fiscal.
¡°La incidencia en Valencia est¨¢ siendo muy grande, sobre todo a ra¨ªz de la pandemia del covid. Est¨¢ muy bien salir en el Nueva York Times, y entiendo que guste Valencia, pero tambi¨¦n se paga la factura por el efecto llamada. Hay mucha demanda y poca oferta y aumentan los precios. Y algunos lo pueden pagar mejor que otros¡±. Garc¨ªa conoce a un pareja francesa que ha puesto en alquiler su piso en Par¨ªs y con lo que obtiene vive y paga un alquiler en Valencia. O el joven austriaco de 28 a?os que trabaja en seguridad digital para una multinacional que gana 4.500 euros al mes y no tiene problemas en pagar ¡°un alquiler de 1.200 euros que, con suerte, es lo que gana un joven espa?ol si tiene trabajo¡±.
Valencia ten¨ªa unos precios de la vivienda muy por debajo de Madrid y Barcelona, pero tambi¨¦n de otras ciudades. ¡°Ahora, hemos cogido carrerilla¡±, constata Garc¨ªa.