El IVAM retirar¨¢ las esculturas entre las que viven personas sin techo del jard¨ªn en que deriv¨® su fallida ampliaci¨®n
54 familias de Valencia fueron obligadas a dejar sus casas hace 16 a?os por un proyecto que nunca se lleg¨® a ejecutar. ¡°Es una verg¨¹enza¡±, dicen los vecinos. El museo prepara la actualizaci¨®n del solar
Una escultura de Miquel Navarro tambi¨¦n puede servir de tendedero. Algunas personas sin techo que duermen en el jard¨ªn de la trasera del Institut Valenci¨¤ d¡¯Art Modern (IVAM) aprovechan su superficie para extender al sol la ropa que lavan en la fuente del peque?o parque infantil de un rinc¨®n. El hueco entre la estructura de acero corten y la pared del museo es empleado para guardar enseres. Con cartones y colchones desvencijado se habilitan camas a los pies de una obra de Andreu Alfaro.
Una escultura de Miquel Navarro tambi¨¦n puede servir de tendedero. Algunas personas sin techo que duermen en el jard¨ªn de la trasera del Institut Valenci¨¤ d¡¯Art Modern (IVAM) aprovechan su superficie para extender al sol la ropa que lavan en la fuente del peque?o parque infantil de un rinc¨®n. El hueco entre la estructura de acero corten y la pared del museo es empleado para guardar enseres. Con cartones, lonas y colchones desvencijados se habilitan camas a los pies de una obra de Andreu Alfaro.
¡°Dormimos aqu¨ª y de vez en cuando nos echa la polic¨ªa. No hemos conseguido albergue¡±, comenta un marroqu¨ª en un perfecto espa?ol que aprendi¨® en clase en su pa¨ªs. Se dedica a recoger chatarra y explica que la imagen que ¡°se vende en su pa¨ªs¡± de Europa como un para¨ªso y que te dan ayudas de hasta 2.000 euros es no solo falsa, sino interesada, porque as¨ª las mafias se aprovechan para cobrar hasta ¡°8.000 euros¡± para entrar en Espa?a, dice. ¡°Luego la gente viene aqu¨ª y choca con la realidad¡±, a?ade el hombre, que prefiere no dar su nombre, junto a la escultura-muro creada por la artista Victoria Civera que muestra una visionaria frase del escritor alem¨¢n Erich K?stner: ¡°No hay nada bueno/ a no ser que se haga¡±.
Lola Castell¨® tiene su propia frase para resumir el solar o jard¨ªn de esculturas en que se convirti¨® el medi¨¢tico proyecto de ampliaci¨®n del IVAM, por el que fue expropiada su casa y el de otras 53 familias hace m¨¢s de 15 a?os: ¡°Cuando las cosas empiezan mal, acaban peor¡±. Cuando mira en qu¨¦ ha quedado el proyecto cuyo inter¨¦s social justific¨® la expropiaci¨®n, coincide con la impresi¨®n que les causa a los que eran sus vecinos, Pili Castell¨®, Fernando Lago y su hijo (del mismo nombre), que tambi¨¦n se han prestado a recordar su experiencia: ¡°Es una verg¨¹enza¡±. ¡°Nos tiraron para nada, con los solares que hab¨ªa y hay en el barrio¡±, comenta Pili, que guarda todos los recortes de peri¨®dicos sobre la expropiaci¨®n y la lucha por mantener sus casas en el barrio del Carmen de Valencia, que sufre el problema de la hist¨®rica disminuci¨®n de vecinos en paralelo al paulatino aumento de turistas. ¡°Yo pas¨¦ de un piso de 90 metros cuadrados a otro de 60, recuerda Francisco.
Al menos ellos lograron ser reubicados en el mismo barrio tras un sorteo. Otros, no. ¡°Nos enteramos de la ampliaci¨®n del IVAM por la tele, cuando sali¨® [Eduardo] Zaplana [presidente de la Generalitat entre 1996 y 2002] y lo cont¨®. Fueron ocho a?os de lucha, sufrimiento y p¨¦rdida¡±, comenta Pili. ¡°Nos ense?aban el precio que nos ofrec¨ªan por nuestras casas en un p¨®sit, de malas maneras¡±, rememora Francisco. Los edificios colindantes con el museo, frente al instituto del barrio y al lado de un colegio infantil, fueron derribados en 2011.
La posible ampliaci¨®n del IVAM, inaugurado en 1989, se recog¨ªa ya en los planes urban¨ªsticos de los 80, pero no fue hasta finales de los 90 cuando empez¨® a plantearse, primero como un proyecto de continuidad con el edificio existente y luego con uno medi¨¢tico, rompedor, al calor del efecto Guggenheim. El prestigioso estudio de los japoneses Sanaa (a?os despu¨¦s ganaron el Pritzker) dise?¨® una piel met¨¢lica transl¨²cida de 30 metros de altura que cubr¨ªa todo el edificio actual del IVAM, incluido el actual solar de esculturas donde se iba a ubicar un auditorio. Solo el proyecto, presentado oficialmente en 2003, cost¨® cinco millones de euros a la Generalitat. Nunca se lleg¨® a desarrollar.
El museo hizo de la necesidad virtud y, sin apenas recursos tras la crisis de 2008, cre¨® en 2019 el llamado Pati Obert con esculturas de su colecci¨®n, un espacio inconcluso convertido en un ¡°ins¨®lito ejemplo entre jard¨ªn y solar¡±, se?ala con iron¨ªa Toni Casola, dirigente hist¨®rico de la asociaci¨®n Amics del Carme, que inaugura este lunes la exposici¨®n Solars en Tr¨¤nsit en el Mes¨®n de Morella. Administrativamente es un solar pero aparentemente es un jard¨ªn, uno de los motivos de desencuentro entre el Ayuntamiento y la Generalitat.
Ahora, el IVAM ¡°est¨¢ trabajando con un equipo de arquitectos y paisajistas en la actualizaci¨®n del proyecto de mejora del Pati¡±, indican fuentes del museo. ¡°La intenci¨®n es llevarlo a cabo en 2024 y el proyecto incluye la retirada de las esculturas y el ajardinamiento de la zona. Al mismo tiempo, se est¨¢n estudiando mejoras en la vigilancia as¨ª como la incorporaci¨®n de la fachada al proyecto. Por ello, se est¨¢ en conversaci¨®n con la Conseller¨ªa de Educaci¨®n y Cultura y con el Ayuntamiento¡±, a?aden. Las esculturas actuales se retirar¨¢n, sin menoscabo de que en el futuro se puedan instalar obras una vez reformado el espacio.
A lo largo de estos a?os, el museo ha contactado con fundaciones para intentar ayudar a las personas de numerosas nacionalidades, tambi¨¦n espa?ola, que usan para dormir el jard¨ªn y otros espacios del barrio del Carmen, que concentra buena parte de los servicios sociales de atenci¨®n a los sin techo e inmigrantes de Valencia. Tambi¨¦n encarg¨® al artista y fot¨®grafo Sergio Belinch¨®n un trabajo de recuperaci¨®n de la historia del solar, de la lucha vecinal, las promesas incumplidas, el vaciamiento de las viviendas y la posterior okupaci¨®n, el trapicheo de droga o el chabolismo en el solar abandonado. El proyecto se plasm¨® en el libro Jard¨ª, que vecinas como Pili guardan como un preciado archivo. Fue editado por el propio IVAM, cuya proyecto de ampliaci¨®n expuls¨® a sus vecinos m¨¢s cercanos.
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