El cambio clim¨¢tico se hace un hueco en la campa?a
La reivindicaci¨®n ecol¨®gica emerge en un debate que por primera vez en a?os ya no est¨¢ polarizado por el ¡®proc¨¦s¡¯
¡°Mientras unos ampl¨ªan la Fira de Barcelona para generar riqueza y actividad econ¨®mica, otros bloquean la ampliaci¨®n del aeropuerto. ?C¨®mo va a venir la gente? ?En patinete? El Prat es el sexto aeropuerto de Europa. ?C¨®mo vamos a perder esto?¡±
Salvador Illa, candidato del PSC, lanz¨® esa frase este martes en un mitin en L¡¯Hospitalet (Barcelona) en esta campa?a del 12-M provocando sonrisas en el auditorio y generando despu¨¦s unas furibundas reacciones en contra del resto de partidos de izquierda como los comunes y la CUP, aunque tambi¨¦n de Esquerra. ¡°De todos los candidatos del PP, Illa es el que m¨¢s me gusta es Illa¡±, ironiz¨® el consejero republicano Joan Ignasi Elena. El proc¨¦s podr¨¢ condicionar los futuros pactos poselectorales pero ha dejado de monopolizar la escena y ya no es el rey de los debates. El cambio clim¨¢tico, en todas sus vertientes y variables, ha emergido con fuerza. Y aqu¨ª todas las alianzas previsibles saltan por los aires.
La crisis ambiental, agudizada en Catalu?a por una sequ¨ªa extrema que las lluvias del ¨²ltimo mes parecen estar aliviando, ha tenido de hecho un protagonismo capital y ha sido uno de los nervios que ha recorrido la legislatura. Tras una negociaci¨®n ag¨®nica, ERC y Junts firmaron en 2021 un fr¨¢gil gobierno de coalici¨®n que apenas dur¨® un a?o y que a las primeras de cambio sufri¨® un fuerte encontronazo a prop¨®sito de la ampliaci¨®n del aeropuerto, ahora al l¨ªmite de su capacidad con 55 millones de pasajeros al a?o. El entonces vicepresidente y consejero de Territorio, Jordi Puigner¨® (Junts), alcanz¨® un principio acuerdo con el Ministerio y la inversi¨®n de AENA de 1.700 millones de euros que el president Pere Aragon¨¨s (ERC) no valid¨®. Miles de personas pidieron en la calle en 2021 paralizar el proyecto porque entienden que aumentar¨¢ la emisi¨®n de gases y afectar¨¢ zonas protegidas que rodean al aeropuerto.
El futuro de la infraestructura flota en esta campa?a en la que la tradicional pol¨ªtica de bloques del proc¨¦s se cae como un castillo de naipes. El PSC y Junts comparten la misma visi¨®n de esa ampliaci¨®n aunque el partido de Carles Puigdemont pone m¨¢s el acento en tener la gobernanza de la infraestructura. Ayer, en un mitin en Arg¨¨les (Francia), el expresident Carles Puigdemont pidi¨® ¡°no tener miedo a la pancarta¡± para tomar decisiones sobre El Prat ni tampoco a ¡°los intereses electorales del PSC¡± que, dijo, est¨¢n frenando la infraestructura. Este sector, con el apoyo de la bancada de la derecha, coincide en que Catalu?a no puede estar sometida a la cultura ¡°del no¡± y defienden la obra pese a los costes ambientales.
En el otro flanco, los comunes y la CUP se dan la mano y Esquerra, tras nadar entre dos aguas, ha presentado este abril un proyecto que desestima la ampliaci¨®n y apuesta por modificar el funcionamiento de las pistas del aeropuerto para aumentar su capacidad en verano y preservar as¨ª la laguna protegida de La Ricarda. Los municipios afectados por la sombra sonora que causar¨ªan los aviones los regenta el PSC y el PP. Ahora, el asunto est¨¢ en una comisi¨®n mixta formada por el Gobierno central y la Generalitat que debe determinar el modelo a final de a?o, si es que el acuerdo cerrado por ERC y PSOE no expira con el nuevo govern.
Convencido de que hay que priorizar la preservaci¨®n de ese espacio protegido, Aragon¨¨s defendi¨® su plan se?alando que el aeropuerto debe atender a las necesidades del pa¨ªs y no a las de ¡°una empresa cotizada¡± [Aena] y que, por tanto, dijo, ¡°tiene como inter¨¦s una buena retribuci¨®n de los accionistas¡±. La ampliaci¨®n es tan de vital importancia para el PSC que ya lo puso como condici¨®n para aprobar los presupuestos de 2023 junto a otros dos proyectos pol¨¦micos: crear una nueva carretera en la comarca del Vall¨¨s (la B-40) y no paralizar la creaci¨®n del megacasino del Hard Rock, con 1.200 m¨¢quinas tragaperras, en Tarragona. Las tres condiciones pusieron los pelos de punta a los comunes y la CUP. ERC las asumi¨® a rega?adientes.
En los presupuestos de 2024, finalmente ca¨ªdos y que acabaron desencadenando el adelanto electoral, el PSC quiso que el Govern diera muestras de seguir con la tramitaci¨®n del megacasino. Ahora se ha sabido que Aragon¨¨s firm¨® poco antes de cerrar el pacto con Illa un documento para actualizar el contrato con la empresa del Hard Rock. Las cuentas cayeron por la firme decisi¨®n de los comunes, que hab¨ªan permitido la aprobaci¨®n de las dos anteriores, al advertir que el complejo recreativo solo traer¨¢ mafias, generar¨¢ ludopat¨ªas y consumir¨¢ tanta agua como una ciudad mediana en medio de la sequ¨ªa. Contrarios al complejo desde el primer d¨ªa, los anticapitalistas de la CUP que acusan al PSC de ¡°negacionismo clim¨¢tico¡± y saludan la postura de los comunes. Con todo, lanzan la duda de si su bloqueo hubiera sido el mismo en el caso de que Ada Colau hubiera continuado siendo alcaldesa de Barcelona y necesitara apoyos para aprobar sus presupuestos.
Liderados por J¨¦ssica Albiach, los comunes han situado como n¨²mero dos a uno de los principales activistas anti ampliaci¨®n, el alcalde de El Prat, Llu¨ªs Mijoler, y la CUP ha reforzado tambi¨¦n el perfil ecol¨®gico de sus candidatos. ¡°Si el PSC gobierna en solitario estar¨¢ al lado de los lobbies que quieren ampliar el aeropuerto, hacer la B-40 o el Hard Rock¡±, avis¨® Mijoler. En el debate electoral de La 1, Albiach consider¨® una ¡°frivolidad¡± la alusi¨®n de Illa al ¡°patinete¡± y defendi¨® un modelo que potencie los trenes y que no se construya el Hard Rock en medio de una grave sequ¨ªa. El PSC le da la vuelta al calcet¨ªn y alega que los proyectos no pueden paralizarse porque no caiga agua del cielo y pone como ejemplo Israel o California, que regeneran agua y no dependen de la lluvia.
El cambio clim¨¢tico es el tercer tema que m¨¢s preocupa a los catalanes detr¨¢s de la gesti¨®n de los servicios p¨²blicos (con una puntuaci¨®n de 8,2) y de la situaci¨®n econ¨®mica (8,0), seg¨²n el ¨²ltimo bar¨®metro de la Generalitat. De acuerdo con el estudio, los m¨¢s preocupados son los hombres de entre 35 y 49 a?os que viven en ciudades mediadas de entre 50.000 y 150.000 habitantes. La encuesta de EL PAIS revelaba, por este orden, que los votantes de la CUP (58,5%), comunes (55%), Junts (54,3%) y ERC (53.8%) son los m¨¢s preocupados. Los del PSC bajan hasta la quinta posici¨®n con (38,1%).
Todos esos datos contrastan con la escasa inclinaci¨®n que parece tener Catalu?a hacia las energ¨ªas renovables: se ha estancado en un 15% del total de la producci¨®n en la ¨²ltima d¨¦cada mientras en el conjunto de Espa?a se ha encaramado hasta entre el 40% y el 45%. Grupos ecologistas y entidades han impulsado una campa?a contra el parque e¨®lico-marino aprobado por el Gobierno para instalar molinos de viento en la Costa Brava, donde hay los vientos m¨¢s favorables.
¡°En Madrid se ponen manos a la obra mientras que aqu¨ª cualquier plantita ya impide realizar un proyecto¡±, lament¨® este jueves el popular Alejandro Fern¨¢ndez en una entrevista en el diario Ara. Los socialistas critican tambi¨¦n el ecologismo ¡°radical¡± que dice que ¡°no a todo¡±, afirman. El consejero de Acci¨® Clim¨¤tica, David Mascort, no ha ocultado que siente cierta ¡°verg¨¹enza¡± de la resistencia de Girona a aceptar los molinos en una zona que se caracteriza por la tramontana. Acosado por la oposici¨®n y ca¨ªdo de las listas de ERC, al consejero que se encarga de gestionar las renovables, el cambio clim¨¢tico y la sequ¨ªa, ya solo le queda mirar el cielo. La fortuna parece sonre¨ªrle al menos en el flanco del agua. Despu¨¦s de tres a?os, la lluvia parece haber vuelto a Catalu?a.
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