Figueres, el laboratorio catal¨¢n de las extremas derechas
Vox obtuvo el 12% del voto y Alian?a Catalana un 10% en un municipio con un 28% de poblaci¨®n extranjera, problemas de inseguridad y ciudadanos aut¨®ctonos que se marchan
Figueres, una ciudad de casi 50.000 habitantes de Girona, capital de la comarca del Alt Empord¨¤, tuvo el 12-M un 22% de voto para la ultraderecha. La mitad de estas papeletas fueron para un partido ultra y nacionalista espa?ol, Vox (que ya hab¨ªa cosechado un 10% de papeletas en las auton¨®micas de 2021); y la otra mitad, para Alian?a Catalana, la extrema derecha islamof¨®bica e independentista que ha entrado en el Parlament de Catalu?a con dos diputados. Con un salto del 5% al 29% de poblaci¨®n extranjera en solo diez a?os, una gran desigualdad, un indicador socioecon¨®mico de los m¨¢s bajos de Catalu?a, inseguridad y poblaci¨®n aut¨®ctona march¨¢ndose de la ciudad, Figueres es caldo de cultivo para la ultraderecha. En conjunto, el pasado domingo los partidos de derechas sumaron un 57,7% (un 25,8% para la primera fuerza, Junts; y un 9,9% para el PP, quinta). Junts arras¨® en las elecciones municipales con un alcalde que promet¨ªa orden y mano dura, Jordi Masquef, que tiene mayor¨ªa absoluta en el pleno.
Las voces consultadas coinciden en que la situaci¨®n se torci¨® en 2008, cuando estall¨® la crisis del ladrillo. Atra¨ªdos por el frenes¨ª constructivo, entre el a?o 2000 y 2010, llegaron a Figueres 11.000 vecinos nacidos en el extranjero, sobre todo del Magreb pero tambi¨¦n del ?frica subsahariana y Latinoam¨¦rica, que se instalaron en pisos del centro hist¨®rico ¡ªenvejecido¡ª o de pol¨ªgonos del tardofranquismo. La poblaci¨®n de esta ciudad, hist¨®ricamente peque?oburguesa y comercial, pas¨® de 34.000 a 44.000 personas y en los ¨²ltimos a?os ha crecido hasta casi 48.000. La crisis paraliz¨® la econom¨ªa y de un d¨ªa para otro parte de esta poblaci¨®n se encontr¨® sin empleo, con baja cualificaci¨®n y una econom¨ªa basada en los servicios que no ofrec¨ªa alternativa. Ni la llegada del AVE en 2013 recondujo la situaci¨®n de la localidad, ubicada en el centro del rico Empord¨¤, entre la Costa Brava y el interior de la comarca, pr¨®xima a la frontera con Francia de La Jonquera.
Seg¨²n los valores de 2020 con los que el Idescat elabora el Indicador Socioecon¨®mico, la poblaci¨®n ocupada es del 58%, los trabajadores de baja calificaci¨®n son un 18%, la poblaci¨®n con estudios b¨¢sicos un 21%, y la que no tiene postobligatorios es la mitad. El ¨²ltimo dato de renta familiar disponible por habitante es de 13.663 euros en Figueres, muy por debajo de la media catalana (18.356). El ¨ªndice socioecon¨®mico de la ciudad es de 76, por debajo de un valor medio de Catalu?a de 100 (el ¨²ltimo dato, de 2020). Y empeora, porque en 2015 el ¨ªndice era m¨¢s pr¨®ximo a la media: 88,5.
El economista y exalcalde socialista Joan Armangu¨¦ (1995-2007) explica que desde la crisis ¡°Figueres sufre una fuerte segregaci¨®n urbana, desigualdad y empobrecimiento, en un territorio con una econom¨ªa de servicios y de poco valor a?adido (turismo, comercio, campo), y donde las clases medias se han marchado a los municipios del entorno¡±. ¡°Este cambio poblacional interno¡±, concluye Armangu¨¦, ¡°tiene un resultado pol¨ªtico¡±. Y lo ilustra: ¡°En el caso de Vox obedece a unas coordenadas identitarias de nacionalismo espa?ol entre sectores populares; y, en el caso de Alian?a Catalana, al racismo se le a?ade el clasismo ante la pobreza por parte de sectores de catalanes de clase media o acomodada que no digieren el cambio de geograf¨ªa humana de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas¡±. El exalcalde lamenta que la primera oleada de migrantes se integr¨® y la segunda no. ¡°Con las oleadas de migrantes procedentes del resto de Espa?a en las d¨¦cadas de los 50, 60 y 70 del siglo pasado, pese a que se les llamara charnegos, hubo plena integraci¨®n, el ascensor social funcion¨® y muchos de sus hijos tienen una buena cualificaci¨®n educativa y laboral; pero el ascensor se fren¨® con la crisis de 2008, hoy no hay ascensor y la poblaci¨®n empobrecida lo tiene mucho m¨¢s dif¨ªcil¡±, resume.
En Figueres llama la atenci¨®n la situaci¨®n de las escuelas e institutos. El 40% son Centros de Alta Complejidad, seg¨²n la calificaci¨®n del Departamento de Educaci¨®n de la Generalitat. Muy por encima de la media catalana, del 15% de centros. El abandono escolar es del 17%. Y se produce un fen¨®meno que aumenta la segregaci¨®n: muchas familias de Figueres escolarizan a sus hijos en los centros concertados o en los pueblos del entorno, que no est¨¢n a m¨¢s de diez minutos en coche.
La Fundaci¨®n Sant Vicen? de Pa¨¹l cre¨® hace casi 20 a?os el proyecto Ksameu [una reproducci¨®n fon¨¦tica de la expresi¨®n ¡°en casa¡±, en catal¨¢n] que atiende a ni?os y adolescentes de familias migrantes y vulnerables (madres que no hablan ni castellano ni catal¨¢n, falta de espacio para estudiar en casa, viviendas sobreocupadas) por las tardes, despu¨¦s del cole. El 72% de los menores del centro que estudian secundaria cursan estudios adaptados por el Departamento, y que consisten en un curr¨ªculum menos exigente: ¡°No se entiende que tantos ni?os nacidos en Catalu?a tengan estudios adaptados¡±, se escandaliza Maria Sol¨¦s, la directora de la fundaci¨®n, que por las ma?anas tambi¨¦n atiende a alumnos expulsados de los institutos y consigue que un 80% retome su formaci¨®n.
Pero incluso entre los migrantes con empleo y situaciones socioecon¨®micas estables, llega un d¨ªa que sufren racismo. Amina tiene 19 a?os y se crio en un pueblo de la comarca donde no hab¨ªa m¨¢s extranjeros que su familia. Ha estudiado bachillerato en Figueres y recientemente quiso trabajar de dependienta. ¡°Mand¨¦ el curr¨ªculum, me llam¨® la propietaria supercontenta, me pidi¨® hablar en persona por la tarde y cuando me vio, dijo que ten¨ªa mucho trabajo y que ya me llamar¨ªa. Pero nunca m¨¢s supe¡±, explica la joven con un cerrado acento ampurdan¨¦s. Amina es muy cr¨ªtica: tanto con la Ley de Extranjer¨ªa como con los migrantes que a su juicio ¡°no se esfuerzan y no respetan las normas¡±.
El incivismo de algunos j¨®venes que se re¨²nen de noche en el centro, el tr¨¢fico de drogas (el cultivo y tr¨¢fico de marihuana es un gran problema en la zona) y la inseguridad son otros factores, que han provocado que haya vecinos que eviten determinadas zonas. Los datos del Ministerio del Interior muestran que la criminalidad aument¨® entre 2019 y 2023: un 21,3% entre antes de la pandemia y 2022; otro 21% al a?o siguiente y un 4,3% entre 2022 y el a?o pasado. El actual alcalde, Jordi Masquef, de Junts, roz¨® la mayor¨ªa absoluta en las municipales de 2023 prometiendo orden. ¡°Es cuesti¨®n de derechos y deberes, es un discurso duro porque creemos que es la receta ante el buenismo de la izquierda¡±, defiende. En 2018 no se mord¨ªa la lengua y se declaraba en las redes ¡°harto de la chusma que campa por las calles¡±, tras la detenci¨®n de cinco j¨®venes por robar en el mercado de Navidad.
Tras la aplastante victoria de hace un a?o, ha fichado a un mando de los Mossos como jefe de la Guardia Urbana y, el jueves, preguntando en el mercado, varias voces conven¨ªan que la situaci¨®n est¨¢ m¨¢s calmada.Hay que se m¨¢s visible y pr¨®ximo al ciudadano en las zonas conflictivas y poner orden¡±, celebra. ¡°En Figueres y otros municipios de Junts, del Maresme o les Garrigues, hace tiempo que hablamos de forma desacomplejada de cuestiones que los partidos de izquierdas han evitado o han tratado con buenismo. Hay ciertos debates que se pueden afrontar con madurez, como la inmigraci¨®n o la seguridad¡±, defiende.
El alcalde cree que los votantes de Vox en el municipio son ¡°personas receptivas a mensajes f¨¢ciles de gente de orden que no ha tenido responsabilidades de Gobierno y creen que hay soluciones f¨¢ciles a problemas dif¨ªciles¡±. En el caso del voto a Alian?a Catalana, lo vincula ¡°al desencanto de votantes independentistas con los partidos tradicionales, personas inc¨®modas con los problemas de delincuencia, ocupaciones, multirreincidencia o el retroceso del uso del catal¨¢n¡±. Masquef lamenta ¡°el desborde de los servicios sociales¡± de la ciudad y el ¡°abandono por parte de las administraciones supramunicipales¡± ante la ¡°hemorragia que supone tanto la fuga de gente como una llegada que no puedes gestionar y digerir¡±. Y es muy cr¨ªtico con los que se marchan de la ciudad: ¡°Saltar del barco es lo f¨¢cil, luego vienen para utilizar equipamientos que no hay en los pueblos, como los deportivos, el instituto o la piscina¡±.
El ge¨®grafo de la Universidad de Girona y figuerense Javier Ruiz lamenta que Figueres no tenga ¡°instrumentos de ¨¢rea metropolitana para gestionar din¨¢micas de una poblaci¨®n mediana que son de ¨¢rea urbana¡±. Tiene claro que quien ha votado a Vox pueden ser ¡°hijos o nietos de las oleadas migratorias de los 50 y 60 con un componente identitario espa?ol¡±. Y los que han optado por Alian?a, ¡°la clase media local que no se ha podido marchar, identitaria y clasista¡±. ¡°El cambio en la ciudad no se ha asumido, siempre hemos pensado que el Empord¨¤ era estupendo, sin poner atenci¨®n ni recursos para gestionar la brecha tan bestial que se ha formado¡±.
El jueves, en una agencia inmobiliaria del centro, Miquel resum¨ªa lo que le ha ocurrido a Figueres: ¡°Se ha convertido en un pueblo con problemas de ciudad: llegada de inmigraci¨®n, personas sin techo, drogas¡±. Conven¨ªa que quienes han votado a Vox o Alian?a son personas mayores que no reconocen al nuevo vecindario o tienen miedo por los conflictos que se han producido, personas que piensan que los migrantes les quitan el trabajo, o poblaci¨®n (aut¨®ctona e independentista, o m¨¢s identificada con el discurso espa?olista) que ha asumido mensajes f¨¢ciles que les han entrado al m¨®vil por las redes sociales. En la inmobiliaria han sido testimonios de la marcha de vecinos ¡°de rentas medias y altas, los que se lo han podido permitir¡± a poblaciones del entorno. Y comentan uno de los temas de conversaci¨®n en la ciudad: el posible cierre y traslado del ¨²nico Zara que hay en la ciudad al centro comercial que se ampliar¨¢ en La Jonquera. Una mala se?al para Figueres que el Ayuntamiento est¨¢ intentando frenar dialogando con Inditex.
Tres teor¨ªas que explican el voto de ultraderecha
El profesor de ciencia política de la UAB, Marc Guinjoan, expone tres teorías que se pueden solapar y explicar el voto a la extrema derecha en Figueres. La primera es la “teoría del contacto”, que explica que, en un entorno de no forzado, cuando los grupos locales y extranjeros tienen un estatus socioeconómico y objetivos homogéneos se coopera y, se reduce la hostilidad étnica. “Pero cuando todos estos supuestos de base no se cumplen, porque las personas que llegan de fuera, y sobre todo del Sur Global, tienen una posición socioeconómica inferior, y trabajos más precarios, no se coopera y lleva a mayor hostilidad”. “Ante un cambio poblacional en tan poco tiempo es fácil explotar el discurso del odio”, conviene Guinjoan. La segunda teoría es la de “la competencia de recursos: en los barrios empobrecidos, los locales y los migrantes compiten por la asignación de recursos públicos escasos, como las ayudas, o las plazas en los servicios públicos, y por los empleos”. El experto lo describe de forma gráfica: “Se produce cuando en el médico la persona que espera delante lleva velo, o en una oficina de empleo la persona de enfrente es un extranjero”. La competencia de recursos “explica que en barrios empobrecidos se vote ultraderecha, porque los grupos compiten en recursos y empleos”. Y la tercera teoría es la de la “identidad social: la que explica el voto a Vox en barrios de clase alta”. “Las personas tienen una identidad que se forma en la socialización primaria”. Se sienten catalanes o españoles, y el grupo de fuera son los extranjeros, una cuestión en la que aquí podría también pesar el uso social del catalán, apunta Guinjoan.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.