La izquierda en bloque intenta acorralar a Ayuso por su gesti¨®n de la pandemia

Era ya el final del debate y el candidato socialista, ?ngel Gabilondo, se dirigi¨® con cierta solemnidad al de Unidas Podemos, Pablo Iglesias: ¡°Pablo, tenemos 12 d¨ªas para ganar las elecciones¡±. El gesto de Gabilondo, que hasta ahora hab¨ªa descartado a ¡°este Iglesias¡± como hipot¨¦tico socio, resumi¨® el frente com¨²n que los tres partidos de la izquierda intentaron presentar contra la presidenta regional, la popular Isabel D¨ªaz Ayuso, en la noche del mi¨¦rcoles, en el ¨²nico debate entre los candidatos a las pr¨®ximas elecciones madrile?as. El ataque combinado de la izquierda se centr¨® sobre todo en la gesti¨®n de la pandemia y en la pol¨ªtica social, cuestiones que, por momentos, lograron poner a Ayuso a la defensiva. La discusi¨®n deriv¨® en un amargo intercambio de reproches culp¨¢ndose mutuamente de los muertos por el virus. La presidenta no baj¨® en exceso al cuerpo a cuerpo y se defendi¨® con su conocida bater¨ªa de acusaciones al Gobierno de Pedro S¨¢nchez para dar una dimensi¨®n nacional a las elecciones. ¡°Est¨¢n destrozando Espa?a y ahora quieren destrozar Madrid. Por eso Madrid es una pieza clave para ellos¡±, proclam¨® la candidata del PP, quien cerr¨® el debate, celebrado en Telemadrid, repitiendo su ya c¨¦lebre lema: ¡°Comunismo o libertad¡±.

El primer tema era la gesti¨®n de la pandemia y desde el minuto inicial quedaron claras las estrategias de cada uno. La izquierda, que ve¨ªa su oportunidad de dar la vuelta a las encuestas, actu¨® en bloque, criticando a D¨ªaz Ayuso, sin pisarse entre s¨ª e incluso apoyando los argumentos del otro, lo que, por momentos, lleg¨® a cercar a la presidenta. Roc¨ªo Monasterio, de Vox, evit¨® cualquier choque con la candidata del PP y busc¨® sobre todo a Iglesias, con quien acab¨® enzarz¨¢ndose en algunos instantes, y a Edmundo Bal, de Ciudadanos. Bal tampoco confront¨® con Ayuso. De hecho, comenz¨® se?alando que lo que se dirime el 4 de mayo es si el PP gobierna con su partido o con Vox. Y dirigi¨® sus cr¨ªticas a la izquierda y a Monasterio, mientras apelaba a su condici¨®n centrista y reclamaba a los dem¨¢s que cesasen los insultos ¡ªdesde el comienzo se oyeron palabras como ¡°miserable¡± o ¡°mezquino¡±¡ª y se centrasen en ¡°ofrecer propuestas¡±.

Iglesias, el m¨¢s curtido de todos en los debates, consigui¨® arrancar con un golpe de efecto que coloc¨® en un apuro a Ayuso. El candidato de Unidas Podemos pregunt¨® a la presidenta cu¨¢ntos muertos ha habido en Madrid por la pandemia y, como esta se estaba sonriendo, le espet¨®: ¡°No sonr¨ªa¡±. D¨ªaz Ayuso mud¨® el gesto, encaj¨® el golpe y balbuce¨®: ¡°20.000.... ?Y cu¨¢ntos en el Gobierno de Espa?a?¡å. Y remach¨®: ¡°Me sonr¨ªo porque usted da verg¨¹enza ajena¡±. Iglesias la cit¨® de nuevo poco despu¨¦s, cuando volvi¨® a preguntarle si sab¨ªa cu¨¢ntas personas est¨¢n en lista de espera sanitaria en Madrid. Ayuso no pudo contestar, pero se revolvi¨® r¨¢pido: ¡°Y usted, que ten¨ªa las competencias de las residencias de mayores, ?cu¨¢ntas visit¨®? Ninguna¡±.

DEBATE #4M | Los RIFIRRAFES sobre el COVID

Los tres partidos de la izquierda culparon a la presidenta de que Madrid tenga los peores datos de la pandemia en Espa?a, y se desat¨® una catarata de reproches mutuos. ¡°No se arrojen las cifras a la cara¡±, les reprendi¨® Bal. ¡°No las arrojamos, las ponemos sobre la mesa¡±, le replic¨® M¨®nica Garc¨ªa, de M¨¢s Madrid, quien ofreci¨® la cifra exacta de fallecidos: 23.623. La candidata del partido de ??igo Errej¨®n apel¨® a su condici¨®n de m¨¦dica para asegurar que, en lo peor de la crisis, el Gobierno regional se desentendi¨® del colapso de las UCI y, como ya hab¨ªa hecho antes Iglesias, recrimin¨® a la presidenta que, en lugar de afrontar la crisis sanitaria, se dedicara ¡°a buscar la confrontaci¨®n con el Gobierno¡±.

FOTOGALER?A: Las im¨¢genes del debate

Gabilondo, tantas veces tachado de excesiva tibieza, hab¨ªa comenzado con tono incisivo. Resumi¨® los 26 a?os de gobiernos del PP en ¡°corrupci¨®n y deterioro de los servicios p¨²blicos¡±. Y ya a prop¨®sito de la pandemia, afirm¨® que el problema de la Comunidad de Madrid es que los populares ¡°no hacen gesti¨®n, hacen ideolog¨ªa¡±.

Ayuso opt¨® por ignorar en la medida de lo posible al candidato socialista mientras entraba al trapo de las acometidas de Iglesias. ¡°Yo no invent¨¦ el virus, entr¨® por el aeropuerto de Barajas¡±, defendi¨® la presidenta. Ayuso reconoci¨® que la primera ola de la pandemia fue ¡°catastr¨®fica¡± en Madrid, pero culp¨® en exclusiva al Gobierno de S¨¢nchez, aunque, curiosamente, se parapet¨® en un argumento parecido al que usa con frecuencia el presidente del Ejecutivo central para rebatir las cr¨ªticas del PP: ¡°Nosotros gestionamos, ustedes solo insultaron¡±. Y acab¨® echando en cara a sus contrincantes que ¡°utilicen el dolor de los muertos¡±. M¨®nica Garc¨ªa le replic¨®: ¡°Es fascinante su incapacidad para la autocr¨ªtica¡±.

Gabilondo quer¨ªa demostrar que tambi¨¦n sabe sacar el l¨¢tigo de vez en cuando e inaugur¨® el bloque dedicado a pol¨ªtica social con un duro ataque a Ayuso por sus declaraciones en las que tildaba a los que acuden a las colas del hambre de ¡°subvencionados mantenidos¡±. ¡°Hay que tener pudor, se?ora Ayuso, me da verg¨¹enza esa concepci¨®n de la sociedad que tiene usted¡±, la atac¨®. ¡°Es indecente¡±, remach¨® Iglesias. Pero la presidenta obvi¨® por completo el asunto.

La tensi¨®n en este cap¨ªtulo la puso Monasterio, quien exhibi¨® uno de los carteles contra los menores inmigrantes distribuidos por su partido y que han motivado la apertura de una investigaci¨®n de la Fiscal¨ªa por supuesto delito de odio. Todos, menos Ayuso, se le echaron encima. Iglesias, que hasta entonces se hab¨ªa esforzado en ofrecer su perfil menos agresivo, se lanz¨® a tumba abierta. Sin decir el nombre de su rival, a la que simplemente trat¨® de ¡°se?ora¡±, acus¨® a Vox de defender posturas ¡±filonazis¡± e ¡°incompatibles con la democracia¡±. ¡°Usted es el que nos ha apedreado en Vallecas¡±, le replic¨® Monasterio. La candidata de Vox insisti¨® despu¨¦s en la confrontaci¨®n con Ciudadanos, cuyos antiguos electores son codiciados por derecha e izquierda, y lleg¨® a acusar a Bal de ¡°traicionar a sus votantes¡±.

Solo hubo un momento en que la izquierda dej¨® ver sus diferencias y fue, como era previsible, en la pol¨ªtica fiscal. Gabilondo reiter¨® su compromiso de no subir impuestos, e Iglesias le reprendi¨® con condescendencia: ¡°?ngel, vamos a ver: vamos a gobernar juntos y tenemos que llevarnos bien. ?Pero es razonable no pedir m¨¢s esfuerzo a los que tienen un patrimonio de m¨¢s de un mill¨®n de euros?¡±. ¡°Ahora, no¡±, insisti¨® el socialista. Garc¨ªa evit¨® inmiscuirse y, aunque era la ¨²nica novata en un debate, no se ech¨® para atr¨¢s al enzarzarse con Ayuso, cuya pol¨ªtica de rebaja de impuestos defini¨® con iron¨ªa como ¡°apadrina a un millonario¡± y la acus¨® de ¡°no salvar ni la salud ni la econom¨ªa¡±. Ah¨ª la presidenta se encontr¨® con Bal, que tambi¨¦n defendi¨® frente a la izquierda los recortes fiscales. Antes, sin embargo, Ayuso hab¨ªa lanzado una andanada a Ciudadanos, al acusarle de haber defendido en Madrid la ¡°pol¨ªtica de cierres indiscriminados¡± de comercio y hosteler¨ªa.

El bloque final era para hablar de los pactos, y Ayuso se top¨® con ofertas varias. La de Bal, para impedir que el PP gobierne con Vox. Y la de Monasterio, para frenar el paso a la izquierda. En el otro bloque, se ratific¨® la alianza de hecho que las tres fuerzas hab¨ªan esgrimido en las dos horas anteriores, rematada con la invitaci¨®n de Gabilondo a Iglesias para derrotar juntos al PP.

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