Pablo Iglesias, metabolismo acelerado
Arde con la pasi¨®n de una cerilla, tambi¨¦n con su fulgor, o con el ¨ªmpetu de los fuegos artificiales
Hay una dieta para adelgazar, conocida como la del ¡°metabolismo acelerado¡±, consistente en reducir el tiempo por el que los alimentos se transforman en energ¨ªa. Ignoramos si el fundador de Podemos la conoce. En todo caso, la practica. ?l mismo es un hombre de combusti¨®n r¨¢pida. Arde con la pasi¨®n de una cerilla, tambi¨¦n con su fulgor, o con el ¨ªmpetu de los fuegos artificiales. De este modo ha logrado que...
Hay una dieta para adelgazar, conocida como la del ¡°metabolismo acelerado¡±, consistente en reducir el tiempo por el que los alimentos se transforman en energ¨ªa. Ignoramos si el fundador de Podemos la conoce. En todo caso, la practica. ?l mismo es un hombre de combusti¨®n r¨¢pida. Arde con la pasi¨®n de una cerilla, tambi¨¦n con su fulgor, o con el ¨ªmpetu de los fuegos artificiales. De este modo ha logrado que Podemos, que naci¨® con sobrepeso, haya perdido kilos a un ritmo que ning¨²n dietista aconsejar¨ªa. Recuerden que naci¨® ayer, como el que dice, en 2014 para ser exactos, y que a¨²n no hab¨ªa dado sus primeros pasos cuando sac¨®, en las elecciones europeas del mismo a?o, cinco diputados. A¨²n no hab¨ªa finalizado 2014 cuando las encuestas lo se?alaban como el n¨²mero uno en intenci¨®n directa de voto. Los programas de televisi¨®n en los que aparec¨ªa Iglesias gozaban de niveles de audiencia extraordinarios y la militancia crec¨ªa como la espuma.
Todo deprisa, muy deprisa, como una deflagraci¨®n alimentada por los ideales del 15-M, cuyos contenidos emocionales hallaron en el nuevo partido su prolongaci¨®n institucional. No hubo entonces endocrin¨®logo pol¨ªtico capaz de advertir que aquel metabolismo acelerado que propici¨® su crecimiento ser¨ªa el que poco despu¨¦s le llevar¨ªa a la p¨¦rdida patol¨®gica de peso que padece en la actualidad. Una vez consumida la grasa, comenz¨® la p¨¦rdida de la masa muscular representada por los padres y las madres fundadoras que dejaron a Iglesias en los huesos, aunque no por eso ces¨® de arder, de consumirse, de generar fuegos de artificio, chispazos de ingenio, destellos t¨¢cticos que lo manten¨ªan en el candelero. El pen¨²ltimo de ellos, el de convertirse en vicepresidente de un Gobierno del PSOE presidido por un Pedro S¨¢nchez que poco antes hab¨ªa afirmado que ser¨ªa incapaz de dormir con semejante socio ocupando una cartera.
Sucedi¨® que mientras Iglesias vicepresid¨ªa, la astuta Ayuso convoc¨® elecciones en Madrid. Y sucedi¨® a la vez que las encuestas auguraban a la formaci¨®n de Iglesias quedarse fuera de la Asamblea al no alcanzar el 5% necesario. Y ah¨ª es donde el l¨ªder volvi¨® deflagrar abandonando aceleradamente el barco del Gobierno para salvar el de la Comunidad. De acuerdo con la ¨²ltima encuesta del CIS, sus electores prefieren, parad¨®jicamente, a M¨®nica Garc¨ªa. Para muchos analistas, consumido ya, y hasta las heces, el combustible con el que naci¨® a la vida p¨²blica, este ser¨ªa su final pol¨ªtico. Tiempo al tiempo.
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