Iglesias intenta salvar a Podemos en Madrid antes de dejar el liderazgo
El rechazo de Garz¨®n a la candidatura precipit¨® la decisi¨®n del vicepresidente
La decisi¨®n m¨¢s importante que ha tomado Pablo Iglesias en las ¨²ltimas horas no es la de ser candidato en Madrid. Es la de dejar de ser vicepresidente y con ello empezar a abandonar el liderazgo de la formaci¨®n que cre¨® de la nada hace siete a?os y que como primer logo ten¨ªa su propia cara en la papeleta para las elecciones europeas de 2014 porque ¨¦l era m¨¢s conocido por las tertulias de televisi¨®n que el nombre del partido. Iglesias ten¨ªa pensado hace tiempo que no iba a ser el pr¨®ximo candidato de la formaci¨®n, seg¨²n fuentes de Unidas Podemos, y estaba pensando en la manera de organizar ese relevo en el liderazgo para dejar al frente a Yolanda D¨ªaz, pero ha sido la fallida moci¨®n en Murcia y sus explosivas consecuencias en Madrid lo que ha precipitado todo. Iglesias intenta salvar as¨ª a su experimento en Madrid, la comunidad que lo vio nacer en la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Complutense, donde trabajaban casi todos los fundadores, antes de iniciar el camino de salida definitivo.
La decisi¨®n se tom¨® definitivamente este fin de semana. La situaci¨®n era absolutamente cr¨ªtica para la formaci¨®n de Iglesias. Despu¨¦s de la debacle en Galicia, donde desapareci¨® del Parlamento, y el hundimiento en el Pa¨ªs Vasco, seguido de la batalla fratricida en Andaluc¨ªa que ha acabado con la candidata, Teresa Rodr¨ªguez, fuera del grupo de Unidas Podemos, las elecciones catalanas fueron un respiro. En Com¨² Podem salv¨® los muebles al repetir el resultado en esca?os de las ¨²ltimas elecciones, aunque con muchos menos votos por la bajada de participaci¨®n. Pero en Madrid las cosas eran mucho m¨¢s complicadas. Todas las encuestas se?alaban que Podemos no llegar¨ªa al 5% y se quedar¨ªa fuera del Parlamento, como en Galicia. Pero era mucho m¨¢s grave. Madrid es el coraz¨®n de Podemos. Y adem¨¢s M¨¢s Madrid, el grupo de ??igo Errej¨®n, se iba a quedar con todo el espacio a la izquierda del PSOE porque ellos s¨ª ten¨ªan posibilidades de superar c¨®modamente el 5%. Hab¨ªa que hacer algo.
Garz¨®n no ve¨ªa claro concurrir en Madrid
As¨ª, Iglesias se puso desde el mi¨¦rcoles a tope para buscar una soluci¨®n. Y crey¨® encontrarla en Alberto Garz¨®n. Si S¨¢nchez sac¨® a Salvador Illa del Gobierno para llevarlo a Catalu?a, ¨¦l lo har¨ªa con el ministro de Consumo para salvar la situaci¨®n en Madrid. Pero ni Garz¨®n ni otros muchos dirigentes de Izquierda Unida lo ve¨ªan claro. Entend¨ªan que el coordinador general de IU no puede salir de la pol¨ªtica nacional para ir a la local. Hubo intentos de convencerlo, pero el viernes ya se adivinaba que no ser¨ªa posible y el s¨¢bado se confirm¨® el no.
Iglesias baraj¨® otras opciones, pero ninguna cuajaba ni garantizaba al 100% superar el complejo l¨ªmite del 5%, en el que ya cay¨® IU en 2015. As¨ª que tom¨® la decisi¨®n de precipitar la decisi¨®n que ven¨ªa madurando; es decir, iniciar el relevo en Unidas Podemos, y aprovech¨® para justificarlo de la mejor manera posible: como un sacrificio para frenar a la extrema derecha en Madrid. Iglesias quiere, eso s¨ª, seg¨²n explic¨® el lunes en una entrevista en La Sexta, quedarse como vicepresidente hasta el 14 de abril, cuando empiece la campa?a, para lograr un ¨²ltimo objetivo pol¨ªtico: aprobar la ley de vivienda y lograr que el PSOE acepte sus planteamientos sobre la regulaci¨®n del alquiler, al menos en parte.
Lo que nadie de los que conocen a Iglesias imagina es que el fundador de Unidas Podemos, un pol¨ªtico at¨ªpico que no aguanta mucho en ning¨²n lado, se vaya a quedar en la oposici¨®n en la Asamblea de Madrid hasta agotar la legislatura. Su apuesta, como es habitual, parece a todo o nada: ¡°Si uno sale pensando que va a ser oposici¨®n, ha perdido ya. Salimos a convencer a la gente de los barrios de Madrid a que no se queden en casa. A decirles que podemos sacar a estos ultras del Gobierno de Madrid. Dormidos no podemos enfrentarnos a esta ultraderecha¡±, asegur¨® Iglesias en La Sexta. Es decir: o gana o esto ser¨¢ el principio del fin de su carrera pol¨ªtica. El l¨ªder de Podemos ya ha dicho muchas veces que ¨¦l no es un pol¨ªtico al uso y no ha venido por muchos a?os. Lleva siete. Nadie pensaba que estar¨ªa dispuesto a dejar el Gobierno despu¨¦s de que incluso se arriesgase a repetir unas elecciones para llegar a ¨¦l. Pero lo ha hecho.
En los ¨²ltimos meses, la situaci¨®n dentro del Ejecutivo se hab¨ªa complicado mucho, con tensiones constantes entre los socios, pero sobre todo Iglesias hab¨ªa sufrido un gran desgaste personal con una presi¨®n diaria frente a su vivienda de peque?os grupos de extrema derecha. La tensi¨®n lleg¨® a un nivel tan alto, que la familia Iglesias Montero ni siquiera pudo hacer unas minivacaciones que ten¨ªan previstas en Asturias con sus tres hijos tras el acoso al que fueron sometidos en un pueblo donde Enrique Santiago tiene una vivienda.
Iglesias sigue siendo l¨ªder de Podemos, y solo ha apuntado a Yolanda D¨ªaz como pr¨®xima candidata a las generales, pero no en los cargos org¨¢nicos. D¨ªaz no es miembro de Podemos, ni siquiera de Izquierda Unida. Solo milita a¨²n en el PCE. Iglesias tendr¨¢ que organizar tambi¨¦n su sucesi¨®n en Podemos. Puede que no sea inminente, pero ninguno de los consultados tiene dudas de que el camino de salida iniciado con este movimiento tiene dif¨ªcil marcha atr¨¢s. Unidas Podemos empieza as¨ª un proceso in¨¦dito: sobrevivir a su fundador, con un hiperliderazgo que lo ha ocupado casi todo en estos siete a?os, mientras varios de los que le acompa?aban en esa foto inicial iban saliendo de la formaci¨®n tras varias guerras fratricidas.
Ahora, Iglesias pide a Errej¨®n, con quien a¨²n no ha hablado, que sea generoso: ¡°Todas las cicatrices palidecen frente a algo como frenar a la ultraderecha¡±, le dijo en la entrevista. Incluso dice que est¨¢ dispuesto a no ser el cabeza de lista en una posible fusi¨®n con M¨¢s Madrid. ¡°La gente quiere que vayamos juntos, que dejemos las diferencias. Espero que M¨¢s Madrid lleve a cabo esa reflexi¨®n. Estoy dispuesto a ir de segundo. Hagamos unas primarias y si los inscritos deciden que M¨®nica Garc¨ªa [la candidata de M¨¢s Madrid] tiene que encabezar la candidatura, yo encantado de ocupar el puesto que me corresponda. En el pasado, las divisiones entregaron Madrid a la derecha y a la ultraderecha¡±. El l¨ªder de Unidas Podemos parece as¨ª estar intentando dejar las cosas listas para su salida definitiva. Y los mensajes que traslada en estas horas hacen pensar que esta no est¨¢ muy lejana, pero las previsiones en la enloquecida pol¨ªtica espa?ola son tarea de alto riesgo. Y con un fracaso casi garantizado.
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