Julia Navarro: ¡°Madrid es libertaria¡±
La escritora superventas cree que la ciudad es ¡°abierta, transgresora y libre¡±
La gran dama superventas en espa?ol es madrile?a de tres generaciones. Ha vivido siempre en el Madrid de los Austrias y aunque desde las estampas de su infancia hasta hoy ha rondado los alrededores del Palacio Real asegura que, en gran parte, el alma de Madrid es anarca y libertaria. Hoy se dedica a tiempo completo a sus novelas. Pero la autora de La Hermandad de la Sabana Santa, La Biblia de barro, Dime qui¨¦n soy (ahora en formato serie de televisi¨®n en Movistar+) o T¨² no matar¨¢s, entre otras, fue cron...
La gran dama superventas en espa?ol es madrile?a de tres generaciones. Ha vivido siempre en el Madrid de los Austrias y aunque desde las estampas de su infancia hasta hoy ha rondado los alrededores del Palacio Real asegura que, en gran parte, el alma de Madrid es anarca y libertaria. Hoy se dedica a tiempo completo a sus novelas. Pero la autora de La Hermandad de la Sabana Santa, La Biblia de barro, Dime qui¨¦n soy (ahora en formato serie de televisi¨®n en Movistar+) o T¨² no matar¨¢s, entre otras, fue cronista parlamentaria y no ha perdido el olfato pol¨ªtico.
Pregunta. ?Qu¨¦ es Madrid?
Respuesta. Una ciudad abierta, transgresora y libre. Va a un ritmo diferente al de sus pol¨ªticos, independiente que le toquen en fortuna o mala suerte. Va a su aire ajena al da?o que le puedan infligir sus dirigentes. Tiene vida propia, es libertaria.
P. ?Comunismo o libertad?
R. No me refiero a eso. Nada que ver con los esl¨®ganes. Madrid trasciende a sus dirigentes, ahora, antes y seguro que en el futuro. Esta ciudad es como si fuera el sal¨®n de nuestras casas, te sientes c¨®moda en cualquier sitio. Precisamente por su esp¨ªritu transgresor.
P. ?Representa lo contrario a un terru?o?
R. Todo lo contrario. Completamente universal. Aqu¨ª es muy f¨¢cil sentirse libre. Ofrece como un tesoro la posibilidad del anonimato dentro de sus diferentes ciudades.
P. Otros dicen pueblos dentro de la gran ciudad, como si cada barrio mantuviera ese car¨¢cter.
R. No es car¨¢cter de pueblo lo que tienen los barrios: sino de ciudad dentro de la ciudad. Cada vez que voy a un barrio diferente al m¨ªo es como si me hubiera movido no a otro pueblo, pero s¨ª a otra ciudad. Te permite eso. No es una capital uniforme.
P. Respecto al espacio, pero tambi¨¦n del tiempo. Si salimos a la regi¨®n, mucha localidades conservan el aroma de otra ¨¦poca.
R. Eso es parte del encanto. La regi¨®n permite un viaje al pasado en pocos kil¨®metros. Pero a todos les pasa igual: son acogedores.
P. ?C¨®mo cambiar¨¢ la pandemia el papel de un escritor? ?Las presentaciones por Zoom les restar¨¢n el contacto con las librer¨ªas y el p¨²blico?
R. Yo quiero que me devuelvan mi vida all¨¢ donde la dej¨¦. La vacuna es el ¨²nico recurso que tenemos para volver ah¨ª. Durante un tiempo no podremos hacer presentaciones de libros en vivo, pero tenemos que intentarlo. Vamos al mundo de Matrix y no me gusta. A m¨ª me cuesta mucho m¨¢s escribir sino tengo una puerta a la vida. A trav¨¦s de una pantalla existe una cierta impostura de espejo o de set de televisi¨®n. Entre la gente se establecen unos hilos invisibles que conectan mejor. Nos vamos a volver m¨¢s tontos teletrabajando.
P. Necesitamos aire.
R. Esta ciudad no se encierra porque no quiere encerrarse. Y no es porque lo decida la se?ora Ayuso, es porque lo deciden los madrile?os. Otra cosa es que ella haya sabido cabalgar la ola. Porque a la calle salen los de derechas, los de izquierdas y los mediopensionistas. Se equivocan quienes desde la izquierda la tildan de loca. No hay nada peor que menospreciar al adversario. Contra ella, argumentos y proyectos, hay de sobra, pero no vale el menosprecio.
P. ?Qu¨¦ echa de menos de su etapa como cronista parlamentaria?
R. No soy nost¨¢lgica pero he tenido la suerte de atestiguar la Transici¨®n, un momento ¨²nico. Nosotros contamos aquello y ahora otros deben contar lo que sea esto. ?Me gustar¨ªa estar hoy en el Parlamento? La verdad es que no. Hemos pasado a hacer un periodismo declarativo y nos dejamos utilizar como correa de transmisi¨®n. Me parece indignante y habr¨ªa que plantarse ante esos pol¨ªticos que te convocan a una comparecencia sin preguntas.
P. Cuando usted fue testigo de la Transici¨®n vio c¨®mo se constru¨ªa un sistema. ?Ese sistema se est¨¢ desmontando ahora?
R. Hay un sector pol¨ªtico que lo busca, lo dice y por tanto no enga?a a nadie: desmotar lo que llaman el r¨¦gimen del 78. Tienen claro a donde van mientras otros parecen pedalear a ninguna parte. A m¨ª me parece que aquel sistema nos ha servido y ha funcionado, aunque es manifiestamente mejorable. Una cosa es dar una mano de pintura a la casa y otra echarla abajo.
P. Si tuviera que ambientar un thriller en la Comunidad de Madrid, ?empezar¨ªamos con el tamayazo, aquello que dio el poder mediante dos tr¨¢nsfugas a Esperanza Aguirre?
R. Reconozco que me falta imaginaci¨®n pare ello. Me parece todo muy cutre. Pese a sus pol¨ªticos, repito, vivimos bastante al margen de sus dirigentes, ese es nuestro encanto.
P. Y, por ¨²ltimo, ?en qu¨¦ le gustar¨ªa que se convirtiera Madrid?
R. Tres cosas: apostar por la cultura, en todas sus manifestaciones, desde el arte transgresor y alternativo a la ¨®pera. Por lo sostenible, m¨¢s verde. Y por la investigaci¨®n y el desarrollo, eso es lo que pedir¨ªa a los Reyes Magos. De estas cosas no se habla en campa?a ni nunca. En esos aspectos, lo que dan es limosna.
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