As¨ª est¨¢n las encuestas en Madrid: las opciones de ganar para izquierda y derecha
Una mayor¨ªa de PP y Vox es el resultado probable, seg¨²n los sondeos y su precisi¨®n hist¨®rica. No obstante, una de cada cuatro veces pasar¨¢ otra cosa
La derecha llegaba con ventaja al primer debate de la campa?a en Madrid. Se han publicado decenas de sondeos que ahora mismo colocan al PP como el partido m¨¢s votado (ronda el 41%-42% en votos), seguido de PSOE (23%), M¨¢s Madrid (13%-14%), Vox (9%), Unidas Podemos (7%) y Ciudadanos (4%).
Pero, adem¨¢s, se observan algunas tendencias en la izquierda. El PSOE ha bajado un punto en dos semanas, y Unidas Podemos quiz¨¢s unas d¨¦cimas, mientras sub¨ªa M¨¢s Madrid: el partido de M¨®nica Garc¨ªa ha pasado del 12,5% al 13,5%.
El resultado de las elecciones depende de dos claves: la entrada de Ciudadanos y el equilibrio exacto de votos entre los bloques. La suma de PP y Vox ronda el 50% de votos y aventaja en seis puntos a la suma de PSOE, M¨¢s Madrid y Podemos (44%). Pero veamos como se traduce eso en esca?os y en probabilidades de victoria.
La predicci¨®n de esca?os
El gr¨¢fico siguiente representa nuestra estimaci¨®n de esca?os a partir del promedio de sondeos. El PP rondar¨ªa los 60 diputados, seguido de PSOE (33), M¨¢s Madrid (19), Vox (13), Unidas Podemos (10) y Ciudadanos (0 de resultado probable; 2 de media).
Para hacer esta estimaci¨®n usamos un modelo estad¨ªstico y simulamos las elecciones 15.000 veces. El modelo se alimenta de sondeos e incorpora una pieza clave de informaci¨®n: su acierto hist¨®rico. El resultado son unas horquillas amplias, pero no caprichosas, porque representan la precisi¨®n que han tenido los sondeos en el pasado. Al final del texto se puede consultar la metodolog¨ªa detallada.
As¨ª es f¨¢cil ver la incertidumbre. Los sondeos se equivocan en un par de puntos por partido, y es normal ver errores de tres o cuatro puntos con alguno. Eso explique que, por ejemplo, el resultado m¨¢s probable del PP sea lograr 61 esca?os, pero que su intervalo de 90% de probabilidad vaya desde 50 a 69 asientos. Es decir, que una de cada veinte veces ver¨ªamos al PP por encima (o por debajo) de esas cifras.
La clave: Qui¨¦n alcanzar¨¢ la mayor¨ªa
La principal ventaja de tener un modelo de predicci¨®n es que permite atribuir probabilidades a diferentes resultados, algo que los sondeos no pueden hacer por s¨ª mismos. As¨ª podemos responder la pregunta clave de estas elecciones: ?Qu¨¦ partidos tienen opciones de sumar los 69 diputados necesarios? El gr¨¢fico muestra el resumen:
- 3 de 4 veces (77%) habr¨¢ una mayor¨ªa de derechas (PP y Vox). De las 15.000 simulaciones, esa es la frecuencia con que los dos partidos suman los 69 esca?os que necesitan
- 1 de 10 veces (12%) habr¨¢ una mayor¨ªa de izquierdas (PSOE, MM y UP). Es la probabilidad de que pase algo que les d¨¦ ventaja: un cambio en los pr¨®ximos d¨ªas o un error de los sondeos. Aqu¨ª se incluye la posibilidad de que tanto Vox como Ciudadanos caigan del 5%, e Isabel D¨ªaz Ayuso se quede sin socios.
- 1 de 10 veces (8%) Ciudadanos ser¨¢ decisivo. Esta es la probabilidad combinada de que pasen dos cosas, (1) que Cs supere el 5% de votos y logre esca?os (20% de probabilidad), y (2) que esos esca?os los necesiten derecha e izquierda.
- Y¡ en 1 de 50 veces se producir¨¢ un empate. Como la asamblea reparte un n¨²mero par de asientos, puede pasar que PP-Vox y PSOE-MM-UP empaten a 68 esca?os.
Este ¨²ltimo gr¨¢fico resume los pron¨®sticos de las encuestas para estas elecciones, teniendo en cuenta lo que apuntan todas juntas y tambi¨¦n la probabilidad que tienen de equivocarse. Lo ir¨¦ actualizando desde hoy hasta que se publiquen los ¨²ltimos sondeos.
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Metodolog¨ªa
Las predicciones las produce un modelo estad¨ªstico basado en sondeos y en su precisi¨®n hist¨®rica. El modelo es similar al que usamos en las elecciones de abril y noviembre de 2019, en M¨¦xico, Francia, el Reino Unido, Andaluc¨ªa o Catalu?a. Funciona en tres pasos: 1) agregar y promediar las encuestas, 2) incorporar la incertidumbre esperada, y 3) simular 15.000 elecciones para repartir esca?os y calcular probabilidades.
Paso 1. Promedio de encuestas. Nuestro promedio tiene en cuenta decenas de sondeos para mejorar su precisi¨®n. El promedio est¨¢ ponderado para dar distinto peso a cada encuesta seg¨²n tres factores: el tama?o de la muestra, la casa encuestadora y la fecha.
Paso 2. Incorporar la incertidumbre de las encuestas. Este es el paso m¨¢s complicado e importante. Se necesita estimar la precisi¨®n esperada de los sondeos. ?De qu¨¦ magnitud son los errores habituales? ?C¨®mo de probable es que se produzcan errores de 2, 3 o 5 puntos? Para responder esas preguntas se estudian cientos de encuestas en Espa?a y miles internacionales.
Calibrar los errores esperados. Primero se estima el error de las encuestas en Espa?a. Se construye una base de datos con todas las elecciones desde 1986. El error absoluto medio (MAE) de los promedios de encuestas ha rondado los 2 puntos por partido. Eso significa que fueron habituales desviaciones de 3 o 4 puntos y que el margen de error (al 95%) se acerca a los siete puntos para partidos alrededor del 30% de votos. Esos errores dependen al menos de dos cosas: del tama?o del partido y de la cercan¨ªa de las elecciones. Para tener en cuenta esos dos factores se recurre a la base de datos de Jennings y Wlezien, publicada en Nature. Se han analizado los errores de m¨¢s de 4.100 encuestas en 241 elecciones de 19 pa¨ªses occidentales. As¨ª se construye un modelo sencillo que estima el error MAE del promedio de votos estimado por las encuestas para cada partido, teniendo en cuenta: 1) su tama?o (es m¨¢s f¨¢cil estimar un partido que ronda el 5% en votos que uno que supera el 30%), y 2) los d¨ªas que faltan hasta las elecciones (porque las encuestas mejoran al final).
Elecci¨®n del tipo de distribuci¨®n. Para incorporar la incertidumbre al voto de cada partido en cada simulaci¨®n se utiliza una distribuci¨®n multivariable. Se usan distribuciones t-student en lugar de normales para que tengan colas m¨¢s largas (curtosis): eso hace m¨¢s probable que sucedan eventos muy extremos. Las ventajas de esa hip¨®tesis la explica Nate Silver: "El nivel de curtosis lo he estimado con la base de datos. Luego defino la matriz de covarianzas de estas distribuciones para que la suma de los votos no sobrepase el 100% (una idea de Chris Hanretty). La incertidumbre la incorporo con 53 distribuciones, una a nivel nacional y otra en cada provincia. La primera distribuci¨®n introduce errores iguales para el voto de un partido en toda Espa?a. Es importante hacerlo as¨ª porque en general los errores de las encuestas son sist¨¦micos e iguales en todos los territorios. Si los asumimos independientes, los errores se cancelan entre provincias y el modelo falla por exceso de confianza. Esto pas¨® con algunos modelos de las elecciones de EE UU en 2016. La segunda parte de la incertidumbre la incorporo sobre cada provincia. Por ¨²ltimo, hay que escalar la amplitud de las matrices de covarianza para que las distribuciones de voto que resultan al final tengan el MAE y la desviaci¨®n est¨¢ndar esperados seg¨²n la calibraci¨®n".
Paso 3. Simular. El ¨²ltimo paso consiste en ejecutar el modelo 15.000 veces. Cada iteraci¨®n es una simulaci¨®n de las elecciones con porcentajes de voto que var¨ªan seg¨²n la distribuci¨®n definida en el paso anterior. Los resultados en esas simulaciones permiten calcular las probabilidades que tiene cada partido de lograr cierto n¨²mero de esca?os, alcanzar la mayor¨ªa, quedar primero, etc¨¦tera.
Por qu¨¦ encuestas. Este modelo se basa por entero en encuestas. Existe la percepci¨®n de que los sondeos no son fiables, pero lo cierto es que las encuestas no lo han hecho mal ¨²ltimamente. En los ¨²ltimos dos o tres a?os han sido bastante precisas en Espa?a, aunque con excepciones, como las elecciones andaluzas de 2018. Las encuestas raramente son perfectas, pero no existe ninguna alternativa que se haya demostrado mejor.
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