El precio de la hecatombe del 4-M: PSOE, Podemos, Vox y Cs afrontan una factura millonaria

Las desgracias nunca vienen solas, tampoco en pol¨ªtica. Los grandes perdedores en las elecciones auton¨®micas del 4-M han tenido que pagar una factura millonaria por su derrota, al no conseguir cubrir sus gastos electorales con las subvenciones que se obtienen por cada diputado y voto sumado. Ciudadanos, que se qued¨® sin representaci¨®n en la Asamblea, ha tenido que cubrir con recursos propios 1.018.854,60 euros de los gastos justificado...

Las desgracias nunca vienen solas, tampoco en pol¨ªtica. Los grandes perdedores en las elecciones auton¨®micas del 4-M han tenido que pagar una factura millonaria por su derrota, al no conseguir cubrir sus gastos electorales con las subvenciones que se obtienen por cada diputado y voto sumado. Ciudadanos, que se qued¨® sin representaci¨®n en la Asamblea, ha tenido que cubrir con recursos propios 1.018.854,60 euros de los gastos justificados para la campa?a de Edmundo Bal, seg¨²n un informe de la C¨¢mara de Cuentas. Para Vox el agujero ha sido de 742.679,20 euros, que ha afrontado con sus fondos y 20.000 euros en donaciones privadas. El PSOE, que se hundi¨® hasta el peor resultado de su historia (24 diputados), no ha recuperado por la misma raz¨®n 622.256,31 euros. Y Podemos, 347.914,55. Justo lo contrario que el PP y M¨¢s Madrid, los grandes triunfadores de aquella noche electoral, que han logrado recuperar todo lo invertido.

No es la ¨²ltima r¨¦plica del terremoto D¨ªaz Ayuso, que desde hace seis meses gobierna con el apoyo de los 65 diputados del PP ¡ªa cuatro de la mayor¨ªa absoluta¡ª y negociando ley a ley con los 13 de Vox. Al contrario. En su esfuerzo por competir con el PP, que declara m¨¢s gastos ordinarios que ning¨²n otro partido (2.119.107,59 euros), el resto de formaciones forz¨® la m¨¢quina. La mayor¨ªa, de hecho, incurri¨® en gastos que la C¨¢mara no ve ahora justificables como electorales. Hablando en plata: no se pueden pagar con las subvenciones.

?Quiere eso decir que los partidos han vuelto a hacer lo mismo que en las elecciones de 2019, cuando el mismo ¨®rgano fiscalizador les afe¨® que pasaran facturas correspondientes a p¨¢rkings, comidas, encuestas...? Pues s¨ª. La historia se repite. Y estos son algunos ejemplos destacados por la C¨¢mara de Cuentas.

• PSOE. Publicidad fuera de tiempo. Los socialistas han presentado 135.555,60 euros en gastos que la C¨¢mara de Cuentas no considera electorales, puesto que 121.924,96 se correspond¨ªan a publicidad emitida antes del inicio de la campa?a; y 13.630,62 al alquiler de locales y medios audiovisuales para el d¨ªa de la votaci¨®n. En total, los socialistas llegaron hasta 1.856.108,43 euros en gastos ordinarios. El resultado no fue el apetecido: el candidato, ?ngel Gabilondo, renunci¨® al acta; y el secretario general regional, Jos¨¦ Manuel Franco, dej¨® el cargo, abriendo una crisis interna de la que intenta salir ahora la formaci¨®n con Juan Lobato como nuevo referente.
• M¨¢s Madrid. Encuestas. Lo mismo ocurre con 41.962,55 euros de los gastos de M¨¢s Madrid, ya que se usaron para publicidad posterior a la campa?a (13.552), para alquilar locales antes de que esta arrancara (15.830,73), o para realizar encuestas (9.335,15). Adem¨¢s, uno de los justificantes de gasto, por importe de 2.968,77 euros, no cumple los requisitos exigidos para ser considerado como factura. Pocas veces, en todo caso, se hizo m¨¢s con menos. As¨ª, el equipo de M¨®nica Garc¨ªa, actual l¨ªder de la oposici¨®n, declara 338.814,75 euros de gastos en su campa?a, pese a que el resultado posterior le hubiera dado derecho a recuperar 1.104.955,47 a trav¨¦s de las subvenciones electorales por diputado y voto sumado.
• Vox. Cu?as de radio. A Vox no se le permite pagar con la subvenci¨®n gastos por m¨¢s de 15.000 euros, que incluyen cu?as de radio previas al inicio de la quincena electoral (325 euros), un tracking electoral (12.100), o la vigilancia de un local (3.868,64 euros).
• Ciudadanos. Transporte de periodistas. El ¨®rgano fiscalizador le afea al partido de Bal una factura de 4.950,02 euros destinados al traslado de periodistas. La formaci¨®n s¨ª recuperar¨¢ los 577.875,38 euros gastados en enviar propaganda electoral.
• Podemos. Un ¨²nico pero. Al partido morado se le comunica que no se da por justificado el car¨¢cter electoral de una factura de 1.270,65 euros.

Todas esas cuentas demuestran que la organizaci¨®n de una campa?a electoral tiene algo de apuesta a ciegas para los partidos. La Comunidad de Madrid subvenciona los gastos electorales de las formaciones que hayan superado el 3% de los votos. Superado ese requisito, cada fuerza obtiene lo que le corresponde en funci¨®n de los votos que haya sumado (1,01 euros por cada uno), y de los esca?os que haya logrado (19.981,18 euros por cada uno). En paralelo se subvenciona tambi¨¦n el env¨ªo de la propaganda electoral (0,22 por elector), apartado en el que ning¨²n partido ha superado el l¨ªmite de gasto previsto.

La consecuencia del sistema es que obliga a los estrategas de cada formaci¨®n a un ejercicio en el que chocan deseo y realidad: deben ajustar lo que gastan en la campa?a al resultado que creen que obtendr¨¢n quince d¨ªas despu¨¦s en las urnas. Un c¨¢lculo lleno de peligros, y que en esta ocasi¨®n ha salido a deber a la mayor¨ªa de partidos.

Adem¨¢s, la C¨¢mara de Cuentas ha detectado ¡°inconsistencias internas¡± en las cuentas que ha presentado Vox para justificar los gastos electorales de la campa?a del 4-M. Aunque el ¨®rgano fiscalizador da su visto bueno final, se?ala dos puntos que no considera correctamente resueltos. El primero: la cuenta de acreedores varios en balance presenta un saldo de 672,72 euros, y en el Libro Mayor presenta un saldo de 29.372,40. El segundo: hay una diferencia de m¨¢s de 10.000 euros entre la cuenta de cuentas corrientes no bancarias del balance y el desglose de aportaciones del partido.

¡°Los estados financieros presentados por las distintas candidaturas se adaptan al Plan de Contabilidad adaptado a las Formaciones Pol¨ªticas, aunque presentan algunos errores de contabilizaci¨®n que se indican en cada caso, y, respecto de la contabilidad de Vox, falta de consistencia interna¡±, remata el organismo fiscalizador, al que pronto se le acumular¨¢ de nuevo el trabajo. En menos de dos a?os vuelve a haber elecciones.

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