La La Love You y la moraleja del virus bueno
El cuarteto de Parla resurge tras una mala racha y arrasa en las listas de Spotify con su ¡®tontipop¡¯ ¡°con trasfondo¡±
Hay virus malos, mal¨ªsimos, como andar¨¢n escuchando estos d¨ªas. Otros fen¨®menos virales, en cambio, constituyen una soberana bendici¨®n. Pueden pregunt¨¢rselo a La La Love You, divertida banda de Parla que no publicaba disco desde 2013 y a la que hace menos de un a?o d¨¢bamos por casi extinguida, con apenas un par de conciertos por temporada. Sus cuatro integrantes se habituaron al olvido hasta la feliz noche de junio en que Amaia, la ganadora rebelde de OT, acert¨® a pasar ...
Hay virus malos, mal¨ªsimos, como andar¨¢n escuchando estos d¨ªas. Otros fen¨®menos virales, en cambio, constituyen una soberana bendici¨®n. Pueden pregunt¨¢rselo a La La Love You, divertida banda de Parla que no publicaba disco desde 2013 y a la que hace menos de un a?o d¨¢bamos por casi extinguida, con apenas un par de conciertos por temporada. Sus cuatro integrantes se habituaron al olvido hasta la feliz noche de junio en que Amaia, la ganadora rebelde de OT, acert¨® a pasar por La Resistencia, el programa de David Broncano en Movistar +. Cuando el presentador se interes¨® por sus grupos espa?oles predilectos ella, siempre tan underground, pronunci¨® el nombre de los autores de M¨¢s colao que el colacao, Laponia o P¨®cima del amor. ?Resultado? Siete canciones del grupo se han colado en las listas de m¨²sica viral de Spotify y los parle?os han agotado con meses de antelaci¨®n las 1.200 localidades de la sala Ocho y Medio, donde se certificar¨¢ este viernes su resurrecci¨®n. Moraleja: tambi¨¦n hay virus buenos.
¡°Yo ya estaba dormido el d¨ªa que se emiti¨® aquella entrevista¡±, rememora, divertido, David Merino, cantante, guitarrista y portavoz de LLLY. ¡°A la ma?ana siguiente me levant¨¦ con un mont¨®n de guasaps, aunque no le di m¨¢s importancia que la de una an¨¦cdota divertida. Pero la bola sigui¨® creciendo, y¡ ya ves¡±. Los chicos (y Celia Becks, la chica) a¨²n no han tenido oportunidad de coincidir con la siempre impredecible Amaia Romero para agradecerle su madrinazgo fortuito. ¡°?Ostras, lo tenemos pendiente!¡±, exclaman.
Hay algo de justicia po¨¦tica en esta segunda oportunidad para La La Love You, grupo de existencia azarosa, incluso accidentada, que hace unos a?os despuntaba como joven promesa en esa escena del punk-pop que bebe tanto de las melod¨ªas radiantes como de las guitarras encabritadas, en la estela de los Ramones. Sus or¨ªgenes se remontan a los a?os noventa en las aulas del Parla III, nombre nada po¨¦tico para el instituto en que lidiaban con el BUP el bueno de Merino junto a Roberto Castrillo (voz y guitarra) y Rafa Torres (bater¨ªa). Los tres se las daban de chicos estudiosos, pero con el barniz malote del entorno. Que no era solo leyenda urbana. ¡°Hoy nos gusta sacar pecho y reivindicar esa parte chunga¡±, se sonr¨ªe David. ¡°De hecho, cuando llegamos a la universidad, lo primero que nos llam¨® la atenci¨®n era, ?y no es co?a!, la poca gente que iba con ch¨¢ndal. Y lo segundo, que muchos hab¨ªan tenido vestuario en sus institutos y pod¨ªan cambiarse despu¨¦s de las clases de educaci¨®n f¨ªsica¡¡±.
Nuestros parle?os ramonianos nos salieron aplicados, que conste. Rafa trabaja hoy como ingeniero en General Motors, Roberto es profesor y a David le localizamos en Barcelona a la salida de las oficinas de Salvados, el programa de La Sexta. Antes ejerci¨® como guionista para ?guila Roja, la serie de TVE: un buen curr¨ªculo para un muchacho con ¡°alg¨²n a?o m¨¢s¡± que los 29 o 30 que aparenta, aunque, en un ramalazo de coqueter¨ªa, prefiere no desvelar su edad exacta. ¡°Es que no cuadra del todo con el tipo de m¨²sica que practicamos, tan juvenil¡±, se excusa.
Ya en 2013, cuando publicaron su hasta ahora ¨²nico LP, a La La Love You los enclavaban en la escena del tontipop, neologismo algo desde?oso para definir a esos grupos de mensajes directos, elementales y algo ?o?os. Merino se sonr¨ªe al recordarlo, pero, como con tantos otros t¨¦rminos originalmente peyorativos, reivindica todav¨ªa hoy aquella esencia. ¡°En la disyuntiva entre l¨²dicos y mordaces¡±, asume, ¡°nosotros nos consideramos l¨²dicos al ciento por ciento. Pero ya Guille Milkyway [La Casa Azul] dec¨ªa en su momento que en versos como ¡®Hoy me has dicho hola por primera vez¡¯ puede haber tanta profundidad como en versos te¨®ricamente m¨¢s pretenciosos. En nuestra m¨²sica sucede lo mismo: si rascas, a veces descubres un cierto trasfondo¡±.
Todo iba m¨¢s o menos bien hasta 2014, cuando el grupo vivi¨® su ¡°gran momento traum¨¢tico¡±. A la salida de un concierto en Gij¨®n, Rafa, el bater¨ªa, tuvo un encontronazo con dos polic¨ªas de paisano que le confundieron con un ladr¨®n. ?l sali¨® casi dos d¨ªas despu¨¦s de comisar¨ªa con el ojo hinchado y el labio partido, pero el juez le conden¨® a dos a?os de c¨¢rcel y 12.500 euros de indemnizaci¨®n por resistencia a la autoridad. ¡°Fue una experiencia muy jodida. Sufrimos mucho¡±, recapitula ahora el l¨ªder de la banda. ¡°Era la impotencia de la injusticia, de no creer lo que nos estaba sucediendo¡±.
Pasaron miedo. Languidecieron. Levantaron el pie del acelerador. ¡°Nos resignamos a que las cosas no funcionaban, a que hacer canciones era un mero ingrediente para nuestro ocio¡±, resumen. Pudieron hacer frente a la multa gracias a un concierto ben¨¦fico. Pero el destino, siempre tan chistoso, ha querido concederles una clamorosa segunda oportunidad. Cosas de la televisi¨®n indie y su viralidad imparable. ¡°Lo m¨¢s gracioso del caso, ahora que caemos¡±, concluye David Moreno, ¡°es que nuestro sencillo de regreso se titula El fin del mundo y lo grabamos y editamos mucho antes de toda esta movida del coronavirus. Igual tiene algo de premonitorio, pero no importa. Si al final se acaba el mundo, que al menos nos pille tocando algo divertido¡¡±.