¡°Me niego a pensar que he metido a mi madre en el peor sitio posible y que puede que no la vea m¨¢s¡±
La angustia por la suerte de los mayores en residencias carcome a miles de familiares en Madrid, que ven que la epidemia avanza sin una reacci¨®n contundente de las autoridades. EL PA?S estima que hay casos en al menos 66 de los 425 geri¨¢tricos madrile?os
El ¨²ltimo d¨ªa de Mar¨ªa Jos¨¦ Burruchaga con su madre fue un paseo por un jard¨ªn de Madrid donde esta guardaba recuerdos de su infancia. Josefa Mart¨ªn tiene alzheimer avanzado, pero al ver las flores amarillas, su mente retrocedi¨® casi un siglo: ¡°Qu¨¦ bonitas son. Cuando yo era peque?ita ven¨ªa a estos jardines¡±. La hija lo tiene todo grabado en v¨ªdeo.
Fue el domingo 8 de marzo, el D¨ªa de la Mujer. Ese d¨ªa se acabaron las visitas a las residencias por orden de la Comunidad de Madrid, para contener la epidemia de coronavirus. La hija quiere quedarse con ese recuerdo. El martes la llamaron po...
El ¨²ltimo d¨ªa de Mar¨ªa Jos¨¦ Burruchaga con su madre fue un paseo por un jard¨ªn de Madrid donde esta guardaba recuerdos de su infancia. Josefa Mart¨ªn tiene alzheimer avanzado, pero al ver las flores amarillas, su mente retrocedi¨® casi un siglo: ¡°Qu¨¦ bonitas son. Cuando yo era peque?ita ven¨ªa a estos jardines¡±. La hija lo tiene todo grabado en v¨ªdeo.
Fue el domingo 8 de marzo, el D¨ªa de la Mujer. Ese d¨ªa se acabaron las visitas a las residencias por orden de la Comunidad de Madrid, para contener la epidemia de coronavirus. La hija quiere quedarse con ese recuerdo. El martes la llamaron por sorpresa para mostrarle a su madre en v¨ªdeo. Fue un error. Ni la reconoc¨ªa. ¡°Les dije que no lo hagan m¨¢s¡±. Josefa, de 88 a?os, est¨¢ muy enferma, posiblemente contagiada del coronavirus que se sospecha ha matado a nueve personas mayores en esa residencia, la del grupo Albertia en el distrito de Moratalaz.
Son d¨ªas muy duros para Burruchaga y miles de familiares de personas internadas en residencias de Madrid, la regi¨®n con el principal foco de Espa?a. El 8 de marzo fue el ¨²ltimo en que muchos hicieron su ¨²ltima visita, antes de la restricci¨®n ordenada por la Comunidad de Madrid para frenar la epidemia. Sus padres o abuelos est¨¢n encerrados con el virus, que ha entrado en decenas de geri¨¢tricos, lugares no aptos para tratar enfermedades, sin m¨¦dicos permanentes o m¨¢quinas de tratamiento. No son hospitales, son hogares. Casi nadie ha hecho test de diagn¨®stico para saber qui¨¦n est¨¢ infectado en las residencias y muchas ni siquiera recibieron a tiempo los guantes y mascarillas para los cuidadores.
Se han producido infecciones en al menos 66 de las 425 residencias de la Comunidad de Madrid, seg¨²n un conteo con base en decenas de respuestas de familiares y trabajadores a una petici¨®n de este diario para arrojar luz en un momento en que no hay cifras oficiales. Solo en Madrid al menos 80 personas mayores internadas en residencias han muerto diagnosticadas o con s¨ªntomas de Covid-19, la enfermedad respiratoria que produce el virus, seg¨²n esta estimaci¨®n. El balance exacto de muertos es un enigma (los geri¨¢tricos no son del todo transparentes y los ancianos mueren sin diagn¨®stico porque no hay kits para las pruebas), pero se teme que ser¨¢ mucho m¨¢s alto despu¨¦s de conocer los estragos que ha causado el virus en varios centros, por la facilidad con la que se contagia y la salud fr¨¢gil de los internos. Por eso causa indignaci¨®n la respuesta de las autoridades, tibia y lenta.
Rebeca Guti¨¦rrez va a saltar ese muro. Como sea. Dentro, en la residencia municipal de mayores Campo Real, est¨¢ ingresada su madre, una se?ora de 78 a?os con demencia y principio de alzheimer. Est¨¢ decidida a todo: ¡°Le he propuesto a la directora hacer un voluntariado y encerrarme con ellos dentro. No quiero que mi madre ni los otros ancianos mueran solos¡±, cuenta al otro lado del tel¨¦fono. Lleva toda la semana buscando un lugar en el que hacerse la prueba del Covid-19 para demostrar que est¨¢ sana y que no va a contagiar a nadie. Solo quiere echar una mano.
La direcci¨®n del centro le asegura que por protocolo no pueden aceptar su petici¨®n. Las noticias que le llegan desde dentro no le tranquilizan. Su madre es de las pocas que tiene m¨®vil y le cuenta que est¨¢ con fiebre y tos aislada en un ala de la residencia. Sospechan que tiene coronavirus, ¡°Mi madre no puede morir sin que yo vuelva a verla. O entro, o entro¡±, asegura Guti¨¦rrez.
Tampoco se resigna Miguel ?ngel L¨®pez, que tiene a su madre en la residencia Doctor Gonz¨¢lez Bueno: ¡°Me niego a pensar que he metido a mi madre en el peor sitio posible y que puede que no la vea m¨¢s¡±.
El aislamiento agota mentalmente a las familias. Juana Guti¨¦rrez visitaba todos las tardes a su padre, de 94 a?os. Nada m¨¢s llegar, le preguntaba: ¡°?Qui¨¦n soy?¡±. Eusebio, que fue alba?il, ya no se acuerda. ¡°Mi mujer¡±, respond¨ªa. Entonces Juana le sacaba de su error resumi¨¦ndole su vida, como en un cuento. La historia acababa en el entierro de su esposa, Manuela. Eusebio recobraba la lucidez por unos instantes. A veces se emocionaba. La rutina se repet¨ªa a diario, como en Las mil y una noches. La hija paseaba despu¨¦s a su padre por la residencia de Legan¨¦s en la que est¨¢ internado, le daba de comer, lo cambiaba y le limpiaba la dentadura. Las visitas se prohibieron desde el 8 de marzo. No han vuelto a verse m¨¢s.
Los auxiliares les conectaron hace unos d¨ªas por videollamada. ¡°Como su cabeza no est¨¢ bien puesta no puede decirte si est¨¢ bien o mal. Yo lo ten¨ªa bien atendido, pero ahora no s¨¦ si le limpian lo suficiente. ?Y si tiene la dentadura sucia? Sufro¡±, cuenta Juana por tel¨¦fono. Sabe, por el relato de un familiar, que este viernes muri¨® un interno. ¡°Posible coronavirus¡±, escribieron en el parte de defunci¨®n. No se le hizo la prueba. ¡°El virus ha entrado y va a hacer una escabechina. O las autoridades hacen algo o no va a quedar ninguno¡±, se lamenta Juana.
El virus mata r¨¢pido. A Fernando Collado, un guardia civil de 52 a?os, la residencia se lo comunic¨® el mi¨¦rcoles a las ocho de la ma?ana. El domingo, su padre estaba bien. Se hab¨ªa recuperado de una fiebre dos d¨ªas antes. Muri¨® en la residencia, el centro DomusVi Nuestra Se?ora del Rosario, en Valdemoro, seg¨²n le dijo una psic¨®loga, sedado, sin sufrir. A los cuatro hermanos no les queda m¨¢s remedio que creerla. ¡°No hemos visto nada. Es una sensaci¨®n muy extra?a porque uno llega a pensar que se han podido confundir. Puede ser verdad, o puede ser mentira¡±, lamenta Collado.
Hay mayores que pasan todo el a?o olvidados en las residencias, pero muchos otros reciben visitas casi a diario. Sus hijos les internan all¨ª porque no tienen otro remedio. Alguien debe darles atenci¨®n continua. Los hermanos R¨ªos sol¨ªan ver a menudo a su madre de 98 a?os, internada en la residencia DomusVi Alcal¨¢ de Henares, donde hay un brote y seg¨²n testimonios de familiares y trabajadores se han producido muchas muertes. Esa compa?¨ªa es vital, les anima y les ayuda a sentirse acompa?ados en su vejez. ¡°Eso les da la vida¡±, dice Celia R¨ªos, de 61 a?os.
Las oraciones no frenan la pandemia. Las monjas de Santa Teresa Jornet, a cargo de 151 ancianos en un centro de Carabanchel, est¨¢n desbordadas. Tres residentes han muerto por coronavirus y dos lo har¨¢n en las pr¨®ximas horas. Otros cinco han sido enviados a hospitales. En el interior, 70 presentan s¨ªntomas. Casi la mitad de las religiosas permanecen aisladas por el mismo motivo. Iliana Machado, abogada en Marbella, tiene interna a su madre, en aislamiento. ¡°La situaci¨®n es de impotencia. No puedes hacer nada. Estamos desesperados porque las monjas no pueden m¨¢s. Se te parte el alma¡±, cuenta Machado. Desde el interior, la trabajadora social del centro, Raquel Blanco, manda una se?al de auxilio: ¡°Estamos solas y abandonadas¡±.
Parches contra el virus
El da?o del virus en las residencias madrile?as sigue siendo una inc¨®gnita. Las autoridades a¨²n no tienen cifras y la respuesta para contener los brotes es claramente insuficiente. Una se?al de que por ahora solo se ponen parches es que la Comunidad anunci¨® este viernes que la Unidad de Emergencias del Ej¨¦rcito fumigara 11 residencias donde ha entrado el virus. Es una cifra que ha indignado al sector porque se conocen decenas de casos, al menos 66 seg¨²n una estimaci¨®n de EL PA?S. Patronal y sindicatos piden mucho m¨¢s: no les llegan mascarillas y guantes, ni m¨¦dicos y aparatos respiratorios. Tampoco se est¨¢n haciendo pruebas de diagn¨®stico a los cuidadores. Se teme que muchos trabajadores est¨¦n contagiados pero no presentan s¨ªntomas. Un test ser¨ªa decisivo pero sin ¨¦l, los cuidadores seguir¨¢n repartiendo el virus.
?Conoces alg¨²n otro caso de brote de coronavirus en una residencia de la Comunidad de Madrid? Contacta con los reporteros de esta informaci¨®n a fpeinado@elpais.es o jdquesada@elpais.es o m¨¢ndales un mensaje por Twitter a @FernandoPeinado o @jdquesada
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