El v¨¦rtigo de los caseros tur¨ªsticos: ¡°Alquilar es un acto de fe¡±

Antonio Gonz¨¢lez gestiona 350 pisos para grandes y peque?os caseros de Madrid, muchos en el mercado tur¨ªstico. Estos d¨ªas de confinamiento en conversaciones por tel¨¦fono con sus clientes o en correos por escrito responde a la pregunta del mill¨®n: ?Ganar¨¦ m¨¢s dejando el piso para turistas o deber¨ªa pasarlo al alquiler de larga duraci¨®n?

Explica que la decisi¨®n depende de la ubicaci¨®n ¡ªes m¨¢s f¨¢cil seguir en el mercado si tienes un piso en la ic¨®nica Plaza Mayor de la capital¡ª y de si los due?os son capaces de aguantar hasta la recuperaci¨®n. ¡°Hay mucho peque?o propietario que se compr¨® un...

Antonio Gonz¨¢lez gestiona 350 pisos para grandes y peque?os caseros de Madrid, muchos en el mercado tur¨ªstico. Estos d¨ªas de confinamiento en conversaciones por tel¨¦fono con sus clientes o en correos por escrito responde a la pregunta del mill¨®n: ?Ganar¨¦ m¨¢s dejando el piso para turistas o deber¨ªa pasarlo al alquiler de larga duraci¨®n?

Explica que la decisi¨®n depende de la ubicaci¨®n ¡ªes m¨¢s f¨¢cil seguir en el mercado si tienes un piso en la ic¨®nica Plaza Mayor de la capital¡ª y de si los due?os son capaces de aguantar hasta la recuperaci¨®n. ¡°Hay mucho peque?o propietario que se compr¨® un pis¨ªn para vivir de esto como sueldo extra y esos pobres se han arruinado¡±, dice Gonz¨¢lez. Pero a?ade que tambi¨¦n los peces gordos van a sufrir porque muchos tienen decenas de pisos hipotecados: ¡°Aqu¨ª todos vamos a comer menos gambas y langostinos¡±.

Los movimientos que hagan estos y otros miles de propietarios en Madrid ¡ªhay entre 10.000 y 15.000 pisos tur¨ªsticos¡ª va a suponer una sacudida al mercado del alquiler tras a?os de ¡°turistificaci¨®n¡± del centro. De repente, viviendas de Malasa?a, Chueca o Lavapi¨¦s que durante a?os ocuparon visitantes extranjeros podr¨ªan volver a ser habitadas por madrile?os. Pero entrevistas con una docena de fuentes ¡ªpropietarios y expertos inmobiliarios¡ª sugieren que su anticipado ¨¦xodo hacia el mercado de la vivienda de larga duraci¨®n no se ha producido. Dar el salto les da v¨¦rtigo. Supone comprometerse con un inquilino por cinco a?os, como exige la ley, as¨ª que los que ya han puesto ofertas en los portales inmobiliarios exigen firmar por per¨ªodos cortos de tiempo, de varios meses, a la espera de que quiz¨¢s el a?o que viene se haga la luz y retornen los turistas.

¡°Alquilar es un acto de fe¡±, dice Nacho Cuadrillero, de 52 a?os, casero de un par de pisos tur¨ªsticos en Madrid. ¡°Empiezas una relaci¨®n con un desconocido y no sabes qu¨¦ le puede pasar en su vida. De repente puede dejar de pagarte¡±.

Saber qu¨¦ va a pasar es un enigma. El mercado del alquiler est¨¢ pr¨¢cticamente congelado porque en toda Espa?a est¨¢ prohibido hacer visitas o mudanzas, aunque EL PA?S ha comprobado c¨®mo se siguen realizado visitas presenciales y se ofertan pisos para entrar a vivir ya. Tambi¨¦n hay muchas consultas pero nadie firma contratos porque hay miedo a estafas. En alg¨²n momento todav¨ªa desconocido se reabrir¨¢n las puertas. Ser¨¢ el esperado d¨ªa 1, en el que todos observar¨¢n qui¨¦n se mueve. ?Cu¨¢nta oferta nueva habr¨¢?, ?qu¨¦ har¨¢n los inquilinos?, ?cu¨¢nto caer¨¢n los precios?

Portales y agentes inmobiliarios describen la situaci¨®n como una calma tensa, una espera que carcome los nervios de muchos caseros. Solo un 11% de los alquileres vacacionales en Pisos.com han pasado a larga duraci¨®n. Idealista dice que no pueden dar una cifra. Hay que examinar los anuncios uno a uno para saber si se trata de un piso que antes estaba ofertado en una plataforma tur¨ªstica como Airbnb o Booking. Un portavoz de Airbnb en Espa?a niega que se haya producido una ca¨ªda significativa de los anuncios en su portal. ¡°S¨ª hemos visto un aumento en la demanda de estancias medias (m¨¢s de cuatro semanas)¡±, dice en un correo.

Maryam Ateca, agente de la inmobiliaria Solfai, est¨¢ apuntando en lista de espera a los inquilinos interesados en ver los nuevos apartamentos en Malasa?a que han entrado en el alquiler temporal. La semana pasada un multipropietario le dio la orden de ofertar de una tacada las 14 viviendas que ten¨ªa en Airbnb. Son alojamientos ¡°de punta en blanco¡±, con precios muy rebajados: 700 euros por una habitaci¨®n. Antes de la epidemia pod¨ªan haber valido cerca de 1.000 euros. El d¨ªa de la reapertura se producir¨¢ una negociaci¨®n y quiz¨¢s el casero recupere el mango de la sart¨¦n. Las so?adas rebajas se acabar¨ªan.

Pero a la hora de la verdad, nadie sabe si los inquilinos est¨¢n llamando por verdadero inter¨¦s o por aburrimiento. Muchos van a tener problemas econ¨®micos serios. Otra agente, Ana Soloz¨¢bal, de la inmobiliaria Asset, a?ade otra inc¨®gnita: ¡°Creo que mucha gente confinada en pisos interiores del centro con poca luz van a querer salir de ah¨ª¡±.

Del lado de los caseros habr¨¢ quien no pueda aguantar mucho, como Mar¨ªa Jos¨¦ Pico, una casera de 61 a?os, que vive de los ingresos de dos pisos en la c¨¦ntrica plaza de Tirso de Molina. Se considera privilegiada porque no tiene muchos ahorros pero tampoco tiene deudas, a diferencia de otros colegas a los que nota muy angustiados. Tambi¨¦n tiene un amigo privilegiado, due?o de ¡°la joya de la corona¡±, un piso en la Plaza Mayor. ?l seguir¨¢ teniendo turistas que quieran alojarse en un lugar de postal. ¡°Lo m¨ªo son joyitas a su lado. Lo suyo es como tener un piso en la plaza de San Marcos de Venecia. Si te cae eso, est¨¢s forrado¡±.

Correcci¨®n: Una primera versi¨®n del art¨ªculo indicaba que Antonio Gonz¨¢lez gestionaba 350 pisos tur¨ªsticos. El art¨ªculo ha sido modificado para reflejar que muchos de los pisos de su cartera son de alquiler tur¨ªstico.

Informaci¨®n sobre el coronavirus

- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia

- As¨ª evoluciona la curva del coronavirus en Espa?a y en cada autonom¨ªa

- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus

- Gu¨ªa de actuaci¨®n ante la enfermedad

- En caso de tener s¨ªntomas, estos son los tel¨¦fonos que se han habilitado en cada comunidad

- Pinche aqu¨ª para suscribirse a la ¡®newsletter¡¯ diaria sobre la pandemia