Todo multiplicado por ocho (m¨¢s un perro)
C¨®mo vive una familia numerosa la cuarentena: seis ni?as y sus padres confinados en su casa
Ocho personas alrededor de una mesa, esas mismas en una furgoneta; seis ni?as bailando en un sal¨®n, tres de ellas haciendo la tarea juntas, otras dos, en su habitaci¨®n y la peque?a como un ap¨¦ndice de su madre¡ mucha gente para la nueva realidad creada por el coronavirus en la que tres (y a veces dos) son multitud, incluso podr¨ªa ser una multitud ilegal. Un nuevo mundo ¡ªen el siglo XV fue Col¨®n quien lleg¨® a ¨¦l y en el XXI ha sido la covid-19 qui¨¦n lo ha creado¡ª donde hemos interiorizado el concepto ¡°distancia social¡± como si lo...
Ocho personas alrededor de una mesa, esas mismas en una furgoneta; seis ni?as bailando en un sal¨®n, tres de ellas haciendo la tarea juntas, otras dos, en su habitaci¨®n y la peque?a como un ap¨¦ndice de su madre¡ mucha gente para la nueva realidad creada por el coronavirus en la que tres (y a veces dos) son multitud, incluso podr¨ªa ser una multitud ilegal. Un nuevo mundo ¡ªen el siglo XV fue Col¨®n quien lleg¨® a ¨¦l y en el XXI ha sido la covid-19 qui¨¦n lo ha creado¡ª donde hemos interiorizado el concepto ¡°distancia social¡± como si lo hubi¨¦semos usado toda la vida. Igual que en la crisis anterior habl¨¢bamos de la prima de riesgo y est¨¢bamos pendientes de si sub¨ªa o bajaba como si fu¨¦ramos Piketty (economista franc¨¦s). ?Cu¨¢ntos hoy sabr¨ªamos explicar qu¨¦ es ese n¨²mero que nos llev¨® por la calle de la amargura? Sin embargo, parecemos expertos en got¨ªculas, en test PCR, en EPI y en mascarillas FFP2.
Se pregunta Josu¨¦ Rivera cu¨¢ndo volver¨¢ a ir en su veh¨ªculo de nueve plazas con su esposa, sus seis hijas y Potter, su perro, sin ser cuestionado como cuando saca la basura en varias tandas o compra grandes cantidades de leche en el supermercado al que como poco va dos veces por semana y llena los carros. Solo en un desayuno consumen cuatro litros de leche. ¡°Ya es complicado sin confinamiento salir con seis ni?as. La gente te mira y te se?ala sin saber tu condici¨®n y tus valores, imag¨ªnate ahora¡±, apunta Natalia Sobrino, la madre de familia.
Seg¨²n el dicho en Madrid hay gente pa¡¯to, pues en una familia numerosa se dan las caracter¨ªsticas para que tambi¨¦n la haya. Y efectivamente: Mariam, de 10 a?os, es la pastelera, a quien mejor le sale el bizcocho de chocolate. In¨¦s y Rut ense?an orgullosas su habitaci¨®n, han pintado en la ventana un arco¨ªris ¡°como si fuera una vidriera¡±, dice In¨¦s. Su padre explica que en el colegio estaban tratando el mundo medieval, pero que ahora cambian de proyecto y pasan a ser astronautas. Vaya salto espacio-temporal. No me extra?a que los ni?os necesiten salir y airearse.
Loreto tiene 20 meses y llama la atenci¨®n haciendo las t¨ªpicas moner¨ªas adorables de una beb¨¦ que es la peque?a de seis hermanas, por lo que se la presume avispada. Intenta encandilar a esta periodista que se ha metido en su casa a trav¨¦s de una videollamada. La mayor, Luc¨ªa, no habla ni aparece mucho delante de la c¨¢mara; con 12 a?os se tienen cosas m¨¢s interesantes que hacer que explicarme cu¨¢l es su rutina. Y Nazaret, de ocho a?os, permanece silenciosa en el sill¨®n con el m¨®vil, aprovecha que sus padres est¨¢n entretenidos contando sus quehaceres para jugar sin permiso. ?Oh, es descubierta!
Hay en algo en lo que coinciden todas: echan de menos a sus profesoras. Uno de los motivos por los que quieren volver al colegio es para verlas y a sus amigos, de quienes recitan los nombres como solo se recitan los nombres de tus compa?eros del colegio. ?Qui¨¦n no es capaz de recordar el listado de los que nos acompa?aban cuando empezamos a leer, a sumar o a escribir? Tambi¨¦n los padres a?oran a las maestras por todo el trabajo que hacen.
¡°Para crear rutinas de cuarentena lo mejor es mantener las rutinas anteriores¡±, explica Natalia, que contin¨²a: ¡°Se levantan, desayunan, hacen los trabajos del cole: las peque?as juntas en la mesa del sal¨®n, las mayores en su habitaci¨®n. Luego les dejo un rato de descanso con un poco de tele y por la tarde, m¨¢s deberes y juegos¡±. ¡°La suerte que tenemos las familias numerosas es que gastan mucha energ¨ªa entre ellas. Juegan, se pelean... Creo que es m¨¢s dif¨ªcil para quien tiene uno o dos hijos. Las m¨ªas se ponen YouTube y bailan solas¡±, lo cuenta Josu¨¦ mientras detr¨¢s de ¨¦l veo lo que narra: seis o cinco o tres o seis otra vez peque?as entran y salen de la escena mirando la tele e imitando bailes. Hay un momento en que el padre se gira y descubre que han dejado la tele encendida y no hay nadie. ¡°?Por qu¨¦ os vais y no apag¨¢is?¡±, pregunta. Que tire la primera piedra quien no haya hecho eso. Malas costumbres precoronavirus y postcoronavirus.
A la calle con seis ni?as
Para no correr el riesgo de que el confinamiento parezca un largo fin de semana (por eso de no ir al cole), los Rivera Sobrino mantienen costumbres para diferenciar los d¨ªas: ¡°Los domingos las ni?as tienen chuches y hay refresco en la comida¡±, apunta Natalia. Las mayores pueden acostarse un poco m¨¢s tarde el fin de semana, se quedan viendo alguna serie o pel¨ªcula ¡ªsiempre controlada por sus padres¡ª. A Mariam le encanta La casa de papel, que, por cierto, me destrip¨®, evitar¨¦ hacerlo aqu¨ª.
Las ni?as tienen la esperanza de poder salir. Los padres la de cumplirla. ¡°Claro que notan que algo pasa, desde la mayor a la peque?a. Llevan m¨¢s de un mes sin ir al cole y no van a volver hasta el a?o que viene. Saben que es por algo importante¡±. Tienen mil dudas: ¡°?Van a tener que llevar mascarilla? ?Cu¨¢ntas podr¨¢n ir juntas? ?Me voy a pasar el d¨ªa en la calle haciendo turnos?¡±, dice Josu¨¦.
Y si hay gente pa¡¯to, cada familia es un mundo. Frases manidas, s¨ª. Pero por algo ser¨¢.
Cifras y letras
Las frases.
¡°Exigimos al Gobierno que introduzca en los decretos las medidas correctoras necesarias para que los miembros de las familias numerosas no queden en situaci¨®n de desventaja¡±, escrito de la Federaci¨®n Madrile?a de Familias Numerosas ante lo previsto por el Ejecutivo para la salida de los menores a la calle durante el estado de alarma.
¡°La siesta es sagrada¡±, respuesta de Josu¨¦ Rivera y Natalia Sobrino ante la pregunta de qu¨¦ momento se guardan para ellos.
¡°Deber¨ªamos tener un grifo de leche junto al de agua, nos compensar¨ªa¡±, Rivera.
En n¨²meros.
En M¨®stoles, localidad donde viven los Rivera Sobrino, hay 2.800 familias numerosas, de las que 317 son de categor¨ªa especial (con cinco hijos o m¨¢s). En la Comunidad de Madrid, existen 12.452 familias con carn¨¦ de familia numerosa especial. Datos actualizados en septiembre de 2019 por la Federaci¨®n Madrile?a de Familias Numerosas.