Tres maestros relatan c¨®mo es educar en tiempos de cuarentena
La finalidad de la educaci¨®n es algo m¨¢s que transmitir conocimientos. Estos docentes explican su realidad y cu¨¢les son sus preocupaciones
Desde que comenz¨® el confinamiento, las tareas escolares han sido un tema recurrente en redes y medios de comunicaci¨®n y han sido el eje central de preocupaci¨®n de muchas familias; pero ?cu¨¢l es su realidad? ?Qu¨¦ preocupaciones los acompa?an?
Diego T¨¦llez Rodrigu¨¦z, docente en Alicante, manifiesta su preocupaci¨®n por solventar las desigualdades y pone ¨¦nfasis en la necesidad de adaptarse a los alumnos y no al rev¨¦s:
Del mismo modo en que trato de atender las diferentes necesidades dentro del aula, ahora, con m¨¢s motivo, debo ser muy sensible a la diversidad existente entre las familias con las que comparto proyecto educativo. Todos tuvimos que adaptarnos sin previo aviso.
En mi caso, la realidad es que existen ni?os con un amplio apoyo familiar y con recursos, otros cuyos padres deben trabajar a diario, y algunos sin internet en casa o sin dispositivos electr¨®nicos m¨¢s all¨¢ de un m¨®vil para toda la familia. Siento la responsabilidad y la preocupaci¨®n de llegar a todos ellos y por eso tengo abiertas v¨ªas de comunicaci¨®n tanto con los alumnos como con sus padres.
No me gusta la palabra ¡°deberes¡±, entiendo mi trabajo como un acompa?amiento a las familias con la mayor profesionalidad y empat¨ªa posible. Fundamentalmente, las propuestas para mis alumnos se basan en cuatro pilares.
Primero, apoyar emocionalmente y transmitir tranquilidad ya que lo realmente importante es que est¨¦n bien con sus familias. En segundo lugar, dise?ar actividades abiertas de investigaci¨®n o creaci¨®n que les resulten interesantes e incluso divertidas. Tercero, ofrecer un seguimiento constante, proporcionando consejos, sugerencias y ayudando en lo que puedan necesitar. Por ¨²ltimo, mucha flexibilidad en todos los sentidos, soy yo el que se tiene que adaptar a mis alumnos y no al rev¨¦s.
Francisco Cid, maestro en C¨¢diz expresa su malestar y preocupaciones desde que comenz¨® la crisis, incidiendo en la importancia del respeto:
¡°Vacaciones para los maestros con esto del coronavirus, ?anda que no viven bien! ¡°
No os pod¨¦is hacer una idea de lo que duele esa frase a todos aquellos que, como yo, amamos la ense?anza.
No,se?or m¨ªo, no estamos de vacaciones, estamos intentando gestionar una situaci¨®n nunca antes vivida en nuestro pa¨ªs. Porque una buena ma?ana, nos levantamos y vimos c¨®mo nos cambi¨® la vida y c¨®mo tuvimos que sacar adelante un proceso educativo sin la m¨¢s m¨ªnima ayuda, con ordenadores obsoletos y con el miedo de las familias en el cuerpo.
No, no estamos de vacaciones, estamos sufriendo porque no sabemos si nuestros alumnos se olvidar¨¢n de nuestros abrazos, sufriendo por si aquello que mandamos se ajusta a las necesidades de las familias, sufriendo por si cuentan con los medios necesarios para abordarlo, porque, saben qu¨¦, tambi¨¦n nosotros tenemos miedo. Miedo a no estar a la altura, miedo a no poder atender a todo el alumnado, miedo a que esos peque?os que m¨¢s lo necesitan, se est¨¦n apartando del sistema.
No, no estamos de vacaciones, estamos en una terrible pesadilla en la que saldremos si estamos unidos, si empatizamos, si nos comprendemos unos a otros.
No, no estamos de vacaciones, ni tampoco queremos aplausos, solo intentamos hacer nuestro trabajo de la mejor manera posible con lo poco que nos ha quedado. Lo que s¨ª quiero es respeto, respeto por todos aquellos docentes de coraz¨®n que hacen de esta desgracia la cura para muchos alumnos y familias.
Gonzalo Garc¨ªa Biezma, maestro en Madrid, se centra en la importancia de mantener una responsabilidad compartida y afirma sentir el respaldo de las familias:
Para m¨ª, est¨¢ implicando un gran sobreesfuerzo, como lo est¨¢ siendo para toda la sociedad, no somos diferentes. Un esfuerzo destinado sobre todo a que el v¨ªnculo generado con mis alumnos no se diluya.
Me doy cuenta del valor de la interacci¨®n personal en el proceso educativo, que es la base para que se vayan construyendo aprendizajes, para crear un ambiente que predisponga al enriquecimiento y al desarrollo integral. Recursos acad¨¦micos hay de sobra para que un ni?o pueda aprender de forma aut¨®noma. Pero, ?y la gu¨ªa? ?Y el refuerzo emocional? ?Y todo el aprendizaje transversal, quiz¨¢s el m¨¢s importante? ?C¨®mo conseguir que continuemos juntos? Esto es lo que me ha llenado de mayor preocupaci¨®n e inseguridad desde el principio, lo que m¨¢s miedo me daba perder.
Porque quiero a mis alumnos y deseo lo mejor para ellos. Porque los conozco, escucho y respeto, tratando de proporcionarles lo que necesitan individualmente. Les echo mucho de menos, a cada uno de ellos, con sus particularidades, sus deseos, sus defectos y virtudes, etc. ?Estar¨¢n todos bien? ?Estar¨¢n recibiendo aquello que precisan? Est¨¢bamos creciendo tanto juntos y ahora siento tristeza por la posibilidad de que finalice el curso sin haber vuelto a verlos, sin volver a ser su maestro.
Las familias me han tendido su mano para hacer de puente con sus hijos. Se han convertido en el cable conductor de conocimientos y emociones y, adem¨¢s, lo han hecho de forma bidireccional.
Ojal¨¢ los ni?os est¨¦n recibiendo esto por nuestra parte, porque en el fondo es un regalo. La preocupaci¨®n por ellos no mengua, pero se aten¨²a, la responsabilidad compartida pesa menos y enriquece m¨¢s.
Como ellos muchos docentes m¨¢s, maestros de coraz¨®n,con un preocupaci¨®n y objetivo com¨²n que va m¨¢s all¨¢ de las tareas: el bienestar emocional de los alumnos y sus familias y el trabajo por solventar la diversidad existente para que ninguno sea invisible y quede fuera del sistema.
Ruth Alfonso Arias. Educadora Infantil. Educadora de Psicolog¨ªa Positiva
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.