Aprender a montar en bici no es (solo) cosa de ni?os
Una escuela, en Matadero, imparte clases de todos los niveles y para cualquier edad
?Qu¨¦ tienen en com¨²n una se?ora de Carabanchel de 52 a?os, Anne Hidalgo ¨Dalcaldesa de Par¨ªs¨D, un vecino de Perales del R¨ªo que pas¨® su infancia en Orcasitas, Sadiq Khan, regidor de Londres, y The New York Times? Todos tienen en su agenda un tema: espacio para las bicis, en sus vidas o en sus ciudades, incluso en ambas. Con una peculiaridad: los dos madrile?os ?scar y Bel¨¦n subieron por primera vez en una bicicleta la semana pasada.
Ah¨ª estaban los dos el s¨¢bado, en Matadero a las ...
?Qu¨¦ tienen en com¨²n una se?ora de Carabanchel de 52 a?os, Anne Hidalgo ¨Dalcaldesa de Par¨ªs¨D, un vecino de Perales del R¨ªo que pas¨® su infancia en Orcasitas, Sadiq Khan, regidor de Londres, y The New York Times? Todos tienen en su agenda un tema: espacio para las bicis, en sus vidas o en sus ciudades, incluso en ambas. Con una peculiaridad: los dos madrile?os ?scar y Bel¨¦n subieron por primera vez en una bicicleta la semana pasada.
Ah¨ª estaban los dos el s¨¢bado, en Matadero a las ocho y media de la tarde, ataviados con ropa deportiva, casco, mascarilla y, claro, las bicis. La de ella plegable, la biciescuela Mobeo utiliza estas para las primeras veces, fundamentalmente por el tama?o: son bajas y peque?as y palian un poco el miedo del principiante. Bel¨¦n reconoce que le entr¨® de camino, antes no lo ten¨ªa. ¡°Fue ella quien dijo que se quer¨ªa apuntar¡±, comenta su hija, que la acompa?a y graba sus primeros pasos ¨Dque todav¨ªa no pedaladas¨D sobre la bici.
Para ?scar es su segunda clase, no es por eso por lo que lleva una bicicleta grande, tampoco la primera la hizo con una plegable. Imposible para su envergadura, con aproximadamente 1,90 de altura cualquier bici a su lado parece peque?a, incluso con el sill¨ªn subido al m¨¢ximo.
Tienen una tercera compa?era de clase, va con chanclas, lo que impedir¨¢ que progrese y eso que era la que parec¨ªa m¨¢s avanzada. Una herida en el pie no le permite llevar calzado sujeto en el tal¨®n y no puede aprender a pedalear de pie. Tres es el m¨¢ximo de alumnos por grupo. Antes de la pandemia eran seis, pero han tenido que reducir el n¨²mero, adem¨¢s de implementar unos protocolos de desinfecci¨®n de los veh¨ªculos y los cascos. Los profesores no tienen ning¨²n contacto f¨ªsico con ellos ¨D¡±no es necesario, salvo en alg¨²n caso de ni?os muy peque?os¡±, apunta Jos¨¦ Antonio Loma que el s¨¢bado pas¨® la ma?ana y tarde impartiendo clases entre pedales y radios tanto a adultos como a peque?os¨D y ellos s¨ª que est¨¢n obligados a llevar mascarilla.
Recogen lo necesario en las instalaciones de la escuela donde tambi¨¦n se alquilan bicis, enfrente de la Cineteca de Matadero, y se dirigen cual chavales a la plaza central, solo falta silbar la melod¨ªa de ¡®Verano azul'. All¨ª hay espacio para pedalear sin problema. Bueno m¨¢s all¨¢ de los que a un principiante le pueden causar los peatones que pasan por all¨ª, y otros ciclistas, y ni?os con patinetes, y otros jugando, y una pelota que se escapa, y un beb¨¦ que todav¨ªa se tambalea dando sus novenos o d¨¦cimos pasos, y alguien caminado despistado mirando el m¨®vil¡ De repente, alguien como la que escribe, que aprendi¨® a montar en bici en las calurosas tardes de verano cuando las calles de su pueblo (que no era m¨ªo, era prestado) estaban desiertas por no s¨¦ qu¨¦ man¨ªa entonces incomprensible de los adultos de echarse la siesta (qui¨¦n pillara esas siestas ahora), ve mil obst¨¢culos en aquel lugar. Pero como dice ?lvaro Ventura, director de la empresa, ¡°la bici muestra la evoluci¨®n de la sociedad. El perfil t¨ªpico de nuestro alumnado es una mujer mayor de 50 a?os que no ha tenido la opci¨®n de aprender antes, o bien porque si hab¨ªa bici en casa era para los varones o porque no se le dedicaba tiempo a esto. Tambi¨¦n llega mucha gente de Madrid, Madrid, que no ten¨ªa pueblo y por tanto no echaba en falta esos paseos en bici con los amigos. Y en cuanto a los ni?os, se nota que cada vez se tienen hijos m¨¢s tarde y los padres son mayores, no es lo mismo ense?ar a montar en bici con veintitantos que con 40. Y no digamos los abuelos¡±.
Tambi¨¦n han cambiado las maneras de ense?ar. Ahora los ruedines no se llevan, retrasan el aprendizaje porque proporcionan puntos de apoyo que luego no estar¨¢n. Tanto Ventura como Loma dicen que los ni?os que antes se lanzan son los que han usado bicis de equilibrio y esa es la funci¨®n que cumplen las plegables con los adultos. El profesor indica a Bel¨¦n, la novata, la postura: sentada en el sill¨ªn y con los dos pies totalmente apoyados en el suelo tiene que empezar a caminar con la bici, tiene tres puntos de apoyo: sus piernas ligeramente flexionadas y las ruedas. Ha de ir impuls¨¢ndose poco a poco, tambi¨¦n le explica la posici¨®n de los brazos, los frenos, hay que sujetar el manillar pero no agarrarse a ¨¦l como si se fuera a escapar ¡°es como si bailaras con ¨¦l¡±, explica Loma.
?scar est¨¢ en otro nivel: lleva una clase m¨¢s. Al verle sobre la bici parece que lo hubiera hecho m¨¢s veces, pero al fijarse bien se nota que todav¨ªa le falta. El objetivo del d¨ªa es aprender a girar y a mirar a la vez, es decir que la bici no vaya donde ¨¦l dirige su mirada, tiene que ser capaz de tener un amplio campo de visi¨®n, de girar la cabeza para observar y que eso no signifique que tambi¨¦n tiene que girar el manillar. Luego suma una complejidad m¨¢s: pedalear de pie. Ventura asegura que es una de las habilidades fundamentales para circular por Madrid: ¡°Es una ciudad con una dif¨ªcil orograf¨ªa y es necesario para arrancar en cuesta¡±. ?scar vuelve a traerme a la cabeza las siestas de verano y ese Indurain en el Tour, cuando se?alaban la envergadura del ciclista, ambos rozando el 1,90. Viendo la poca estabilidad y lo que se tambaleaba la bici de ?scar, esa ni?a entiende porque hablaban tanto de la altura y de lo extraordinario del pentacampe¨®n de la vuelta francesa. Aunque claro, las circunstancias de estos dos altos no ser¨ªan las mismas uno de los motivos por los que el madrile?o a sus 43 a?os est¨¢ aprendiendo a montar en bici es porque ¡°no era tan f¨¢cil, no todos ten¨ªamos bici¡±. ?Y por qu¨¦ ahora? ¡°?Y por qu¨¦ no?¡±, responde a qui¨¦n el coronavirus le ha picado el gusanillo de usar la bici, aprender a montar y a circular. Utilizarla como medio de transporte, para ir al gimnasio o a trabajar. ¡°Me he pasado la desescalada viendo a gente salir con las bicis y me dije que era el momento¡±. Hay gente pa¡¯to. Y menos mal.
Cifras y letras
Las frases.
Las im¨¢genes de las capitales europeas vac¨ªas mostraron la cantidad de espacio que estas dedican al coche y el poco protagonismo dado al peat¨®n. Los alcaldes de dos grandes urbes ya est¨¢n haciendo pol¨ªticas para revertir esto: ¡°Hemos construido carriles bici provisionales y, gracias a eso, los parisinos se pasan a la bici. Esa es la raz¨®n de querer dejarlos permanentes", Anne Hidalgo, alcaldesa de Par¨ªs. ¡°Estamos transformando las calzadas para conseguir que m¨¢s londinenses caminen y vayan en bicicleta. Ya se ha comenzado a trabajar en nuevos carriles bici¡±, tuite¨® el regidor londinense, Sadiq Khan. En Madrid, ?para cu¨¢ndo?
En n¨²meros.
El 13% de la poblaci¨®n no sabe montar en bici. ?lvaro Ventura a¨²n no tiene datos pero por la demanda de clases que est¨¢ recibiendo intuye que la pandemia ha aumentado el inter¨¦s por el uso de la bici como medio de transporte.