La pedida de mano acaba en el tanatorio
Un incidente absurdo entre dos invitados a una fiesta prenupcial termina con dos muertos y varios heridos en un pueblo de Madrid
El sal¨®n estaba decorado con los retratos de dos leyendas del Salvaje Oeste, el pistolero Wild Bill Hickok y el jefe comanche Diez Osos. Nada extra?o en un pueblo de Madrid que se llama El ?lamo, al igual que el lugar donde cay¨® en combate el aventurero Davy Crockett durante un asedio. Esa noche, la de la pedida de mano, los novios bailaron al comp¨¢s de las palmas de los invitados. Soraya llevaba un hermoso vestido amarillo de volantes e Ismael unos pantalones azules y una camisa blanca impecable que resaltaba su piel morena y t...
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El sal¨®n estaba decorado con los retratos de dos leyendas del Salvaje Oeste, el pistolero Wild Bill Hickok y el jefe comanche Diez Osos. Nada extra?o en un pueblo de Madrid que se llama El ?lamo, al igual que el lugar donde cay¨® en combate el aventurero Davy Crockett durante un asedio. Esa noche, la de la pedida de mano, los novios bailaron al comp¨¢s de las palmas de los invitados. Soraya llevaba un hermoso vestido amarillo de volantes e Ismael unos pantalones azules y una camisa blanca impecable que resaltaba su piel morena y tatuada. Estaban radiantes, j¨®venes, inmortales. El que deb¨ªa de ser un momento del que presumir en la cuenta de Instagram que se hab¨ªan abierto juntos ¡ªel verdadero anillo de compromiso de este tiempo¡ª acab¨® convertido en un drama lorquiano. Tras la fiesta esperaba el cementerio.
Un incidente absurdo entre dos de los invitados a cuenta de qui¨¦n deb¨ªa tocar uno de esos teclados electr¨®nicos que usan grupos como Camela o Mecano deriv¨® en una pelea violenta. Los hombres que discutieron por el instrumento se retaron a golpes en la puerta del lugar, la cervecer¨ªa Layso, un negocio en mitad de un pol¨ªgono de talleres de coches y refracciones. Era casi la medianoche del domingo. Miembros de una y otra familia se unieron a la trifulca y, en cuesti¨®n de minutos, aquello fue una batalla campal con m¨¢s de 100 implicados. La noche acab¨® con varios heridos, al menos uno de ellos grave, y dos asesinados en una cuneta. La uni¨®n de dos familias termin¨® en tragedia. Los parientes del novio, feriantes de profesi¨®n, recog¨ªan este martes a toda prisa las caravanas en las que viven en el campo y las atracciones que pasean por pueblos para esconderse en alg¨²n lugar donde no los encuentren. Los de la novia, un conocido clan de Vallecas, reservaron la sala 41 del tanatorio sur para velar los cad¨¢veres de los suyos.
Veinticuatro horas antes de la fiesta, Ismael, un chaval de padres b¨²lgaros que estudi¨® en el instituto p¨²blico de El ?lamo, anunciaba al mundo a trav¨¦s de sus redes sociales que se hab¨ªa comprometido con Soraya, una adolescente. ¡°Te amo por encima de todo¡±, escrib¨ªa sobre una foto, tap¨¢ndose el rostro con una mano, dejando ver solo el perfil de ella. M¨¢s que verles se les intuye. El padre del novio, uno de los patriarcas del campamento que tienen levantado los feriantes en las afueras del pueblo, junto a un r¨ªo, acord¨® los detalles de la pedida con el due?o del Layso, Adolfo Juan. Era un bar al que iban con frecuencia, ah¨ª los trataban bien. Es verdad que el due?o se hac¨ªa el remol¨®n cuando le ped¨ªan flamenco, pero por lo dem¨¢s todo bien. Convinieron en que cantar¨ªan y bailar¨ªan en el interior del local hasta las doce y despu¨¦s har¨ªan una barbacoa en la entrada, con sillas y mesas de pl¨¢stico. Si todo sal¨ªa bien, el propio Juan ser¨ªa el encargado de celebrar el banquete de la boda en alguna nave de por aqu¨ª. Se preve¨ªan m¨¢s de mil invitados.
Los invitados comenzaron a llegar sobre las siete de la tarde. Llegaron con diez botellas de alcohol y toneladas de refresco. Muchos eran religiosos y abstemios. Los hombres ocuparon el interior del local y las mujeres las mesas de fuera, donde el calor abrasaba. Adolfo de Juan era el ¨²nico camarero que serv¨ªa detr¨¢s de la barra. Recuerda que los novios iban guap¨ªsimos y se les intu¨ªa felices. La gente charlaba sin mayor preocupaci¨®n. Nada hacia presagiar lo que estaba por ocurrir, la trifulca por el organillo. Pero ocurri¨®: ¡°Me toca a m¨ª¡±, ¡°no, en realidad es mi turno¡±, ¡°d¨¦jame tocar esta canci¨®n¡±, ¡°no que esto es de mi primo¡±, ¡°no tienes ni idea, quita de aqu¨ª¡±. La pelea, al inicio, parec¨ªa civilizada. Para no arruinar la celebraci¨®n, se citaron en la entrada. Bill Hickok y el jefe comanche no vieron nada.
Fuera todo se desmadr¨®. Adolfo de Juan, parapetado tras la barra, vio golpes, vallas de una obra cercana volando, piedras y palos. Escuch¨® dos detonaciones que identifica con disparos, aunque no puede asegurarlo porque no es un experto en armas. De repente, un coche aceler¨® a toda velocidad por la avenida y fue a estrellarse contra varios cuerpos. De Juan escuch¨® el sonido de la chapa abollada. Al menos tres hijos de un patriarca de los feriantes, El Albino, resultaron heridos. De ah¨ª se deduce que el conductor era de Vallecas, pariente de la novia. A toda prisa, los propios familiares llevaron a los heridos al hospital de M¨®stoles, el m¨¢s cercano. En ese momento lleg¨® la Polic¨ªa Local del pueblo, que intent¨® calmar la situaci¨®n, pero se vio superada en n¨²mero y adrenalina.
M¨¢s tarde lleg¨® la Guardia Civil y los asistentes a la fiesta comenzaron a dispersarse. Toda esta sucesi¨®n de hechos apenas dur¨® 20 minutos. Suficientes para generar un odio visceral entre las dos familias. Ismael y Soraya, seg¨²n algunos de los presentes, evitaron inmiscuirse en la pelea y se refugiaron en el restaurante gallego de al lado. Contemplaron la trifulca a trav¨¦s de las enormes cristaleras del lugar.
Hasta ah¨ª, la cr¨®nica de una pedida de mano que acab¨® de mala manera, pero lo peor estaba por llegar. Jessica Marques y Antonio Hag, una pareja primos de la novia, fueron brutalmente atropellados en el arc¨¦n de una carretera cercana, a un kil¨®metro y pico de la celebraci¨®n. Tambi¨¦n arrollaron a una muchacha de 18 a?os que los acompa?aba, que se encuentra hospitalizada en estado grave. La polic¨ªa encontr¨® los cuerpos de las dos mujeres a las 8.20 de la ma?ana. El cad¨¢ver del hombre no se hall¨® hasta las 11.00, escondido entre los matorrales que crecen junto a la carretera. Su familia los vel¨® juntos en el tanatorio sur de Madrid. El lugar estaba tomado por la polic¨ªa para evitar m¨¢s enfrentamientos entre las dos familias. Todav¨ªa se desconoce el n¨²mero de detenidos porque la causa es secreta.
Los familiares del novio llevaban dos d¨¦cadas en El ?lamo, procedentes de Bulgaria. Compraron un terreno r¨²stico donde se asentaron con caravanas y casas prefabricadas. Una orden judicial reciente les obligaba a abandonar el lugar. Sus disputas con la compa?¨ªa el¨¦ctrica por el uso de la luz eran b¨ªblicas. Llegaron a integrarse en la vida del pueblo, donde algunos se instalaron. Los ni?os iban al colegio, compraban en las tiendas, hac¨ªan vida en los bares, como cualquiera. En alguna ocasi¨®n los alcaldes de la zona les propusieron introducir otras atracciones distintas a las suyas en las ferias de los pueblos. Los empresarios ambulantes apelaron a la ley no escrita del feriante. O ellos o nadie. No se habl¨® m¨¢s.
Para llegar a su campamento hay que estar atento en la carretera a la aparici¨®n de un gorila gigante de hierro que en su d¨ªa debi¨® de ser una atracci¨®n de feria. El gorila emerge amenazante entre la maleza. Se golpea el pecho como King Kong. Quiz¨¢ sea el propio King Kong. Enfrente, un caminito de tierra lleva hasta las parcelas de los feriantes. El lugar estaba custodiado este martes por la Guardia Civil, que vigilaba la entrada y salida de coches. Parientes dispersos por toda Espa?a han viajado para escoltarles en el camino a alg¨²n lugar secreto, ocultos de los que claman venganza. Un joven rubio sub¨ªa a un remolque una atracci¨®n oxidada.
¡ªHemos venido a echar una mano.
Se qued¨® en silencio, p¨¦treo. De aqu¨ª no iba a surgir una gran amistad.
¡ª?Se sabe qu¨¦ ha pasado con los novios?
El chico se encogi¨® de hombros.