Cuando la emergencia sanitaria est¨¢ en la puerta de la sede
M¨¦dicos sin Fronteras cambi¨® sus intervenciones en el extranjero por actuaciones en hospitales de campa?a y en residencias de la regi¨®n
Hablar de M¨¦dicos sin Fronteras (MSF) siempre se asocia a emergencias sanitarias por todo el mundo. Se une a im¨¢genes de ni?os desnutridos en campamentos africanos, a cat¨¢strofes naturales como tsunamis en Asia o a terremotos en el ¨²ltimo conf¨ªn de la Tierra. Sin embargo, esta organizaci¨®n no gubernamental ha cambiado su forma de actuar y se ha centrado durante la pandemia y el estado de alarma en la realidad que ten¨ªa delante de sus sedes.
Una de sus responsables en la regi...
Hablar de M¨¦dicos sin Fronteras (MSF) siempre se asocia a emergencias sanitarias por todo el mundo. Se une a im¨¢genes de ni?os desnutridos en campamentos africanos, a cat¨¢strofes naturales como tsunamis en Asia o a terremotos en el ¨²ltimo conf¨ªn de la Tierra. Sin embargo, esta organizaci¨®n no gubernamental ha cambiado su forma de actuar y se ha centrado durante la pandemia y el estado de alarma en la realidad que ten¨ªa delante de sus sedes.
Una de sus responsables en la regi¨®n ha sido Miriam Al¨ªa Prieto, una enfermera pedi¨¢trica madrile?a de 46 a?os que ingres¨® en MSF hace 15 a?os y que ha participado en campa?as tan diversas como las de Etiop¨ªa, Nigeria, N¨ªger, Zambia, Sud¨¢n, Somalia y Sud¨¢n, entre otras muchas. ¡°Nuestro trabajo se desarrolla generalmente en lugares alejados de nuestras sedes, por lo que es necesario organizar el viaje y ver c¨®mo van a prestar la ayuda. De ah¨ª, que hubiera poco personal disponible cuando surgi¨® la pandemia¡±, destaca Al¨ªa. ¡°Yo de hecho trabajo en cooperaci¨®n internacional, pero ped¨ª a mi jefe trabajar en este grupo porque no pod¨ªa permanecer al margen estando tan cerca¡±, a?ade. De hecho, estaba dispuesta a pedir un permiso sin sueldo y volver a la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital Gregorio Mara?¨®n, donde estuvo trabajando antes de ingresar en MSF. ¡°Ten¨ªamos que devolver a esta sociedad todo lo que nos hab¨ªa dado durante a?os¡±, resume.
Ese peque?o personal fue especialmente efectivo, ya que su ONG mont¨® dos hospitales de campa?a justo al lado del Severo Ochoa de Legan¨¦s y del Pr¨ªncipe de Asturias de Alcal¨¢ de Henares. ¡°Preferimos hablar de extensiones hospitalarias porque realmente no estamos en una guerra ni haciendo una medicina de guerra. Fuimos a esos sitios porque los Ayuntamientos nos los pidieron¡±, matiza la enfermera.
Para ello utilizaron todos sus conocimientos, como la puesta en marcha del dispositivo, la log¨ªstica y la creaci¨®n de circuitos para que los sanitarios pudieran atender de manera correcta a los enfermos. ¡°Con este modelo se controla muy bien a muchos pacientes al mismo tiempo. Con la covid-19, los enfermos empeoraban muy r¨¢pido y ha ocurrido a veces que estuvieran fallecidos sin que nadie se diera cuenta. Adem¨¢s, se evitaba el contagio con otras personas¡±, describe la responsable de la ONG.
Los responsables de MSF aplicaron el mismo protocolo que hicieron con el ?bola, donde Al¨ªa tuvo una presencia destacable en los pa¨ªses donde se expandi¨® este virus: ¡°Ense?amos a los sanitarios a c¨®mo ten¨ªan que ponerse y quitarse los equipos de protecci¨®n de forma segura para que no se contagiaran¡±. Tambi¨¦n pusieron en marcha un m¨¦todo para que los familiares de los enfermos m¨¢s graves pudieran verlos. ¡°Es un derecho que tienen los pacientes y muchas veces se nos olvida que necesitan que su gente est¨¦ ah¨ª, con ellos¡±, remarca.
Gran parte del trabajo de MSF se desarroll¨® en las residencias de mayores, los lugares que m¨¢s se han visto afectados por la pandemia y en los que han fallecido miles y miles de ancianos, y en las de disminuidos ps¨ªquicos. Aqu¨ª, junto con los bomberos de la Comunidad de Madrid, se crearon circuitos y se sectorizaron los edificios para que tampoco se contagiaran los ancianos y el personal. ¡°Lo que hemos visto es que los trabajadores en todas ellas estaba muy comprometidos y que trabajaba con mucho miedo y con mucha inseguridad¡±, afirma Al¨ªa. A ello se un¨ªa muchas veces que el n¨²mero de empleados era muy bajo en relaci¨®n con el n¨²mero de residentes y que se encontraban ¡°totalmente superados¡±. ¡°Hemos vivido situaciones muy dolorosas como en una residencia en la que han muerto entre 40 y 50 mayores, lo que supon¨ªa la mitad o m¨¢s de los que estaban ingresados¡±, relata la responsable de MSF con cierto nudo en la garganta.
Cuando ya le cuesta hablar a Al¨ªa es cuando recuerda el testimonio de un hombre que no pudo despedirse de su esposa, tras llevar casados 57 a?os. Ambos viv¨ªan en la misma residencia y al hombre no le dejaron ni ir al hospital ni despedirse ni estar en el entierro. ¡°No dejaba de decir que ¨¦l ya no quer¨ªa seguir vivo, que ¨¦l ya no hac¨ªa nada aqu¨ª. Esta pandemia va a dejar muchas secuelas f¨ªsicas y mentales, porque muchos de estos mayores han permanecido aislados durante semanas y lo han tenido que vivir solos¡±, a?ade.
En la ¨¦poca m¨¢s dura, Al¨ªa trabaja hasta 18 horas al d¨ªa, tras visitar residencias y reunirse con su equipo. ¡°Ha habido situaciones en las que se ha negado el deber de socorro. Las residencias no son hospitales y a los mayores se les ha negado hasta tener acceso a ox¨ªgeno. Se los llevaban a un hospital y a las pocas horas los devolv¨ªan sin atenderlos. Ni siquiera ten¨ªan un suero intravenoso¡±, denuncia la profesional, que atendi¨® geri¨¢tricos donde la pandemia golpe¨® muy fuerte como en Legan¨¦s o la Reina Sof¨ªa de Las Rozas.
M¨¦dicos sin Fronteras actu¨® en 86 residencias de la regi¨®n y en 500 en toda Espa?a. Como vio que era imposible acudir a todos los centros en los que les ped¨ªan ayuda, decidi¨® poner en marcha una novedad. A trav¨¦s de su p¨¢gina web, los servicios de asesor¨ªa t¨¦cnica, crearon programas de formaci¨®n con temas muy diversos: desde c¨®mo ponerse y quitarse un equipo de protecci¨®n integral (EPI) de forma adecuada y c¨®mo reciclarlos para un uso posterior a c¨®mo sectorizar los residentes sanos y separarlos de los sospechosos y de los confirmados. ¡°Hay que tener en cuenta que el funcionamiento de estos centros cambi¨® totalmente. Se les tuvo que ense?ar a desinfectar el menaje y la ropa de las personas que estaba contagiada y de los profesionales que hab¨ªan estado en contacto con ellos¡±, destaca la enfermera. ¡°La gente se ha volcado. Muchos bomberos sal¨ªan de trabajo y continuaban ayud¨¢ndonos. Desde entonces, son mis h¨¦roes¡±, reconoce.
En contra de un gran hospital de pandemias
?Es adecuado un gran hospital para tratar una pandemia como la del coronavirus? La respuesta de Miriam Al¨ªa Prieto, responsable de MSF, es clara: No. Esta organizaci¨®n con decenas de a?os de experiencia en situaciones de emergencia como esta ha optado por hacer extensiones hospitalarias a pie de los centros de referencia de Legan¨¦s y Alcal¨¢. ¡°Los profesionales est¨¢n a pocos metros de su lugar de trabajo y no se tienen que desplazar kil¨®metros. Tambi¨¦n se evita que los pacientes tengan que hacer grandes distancias en las que pueden empeorar, y m¨¢s con esta enfermedad que evoluciona tan r¨¢pidamente¡±, reconoce Al¨ªa. A ello se une que los familiares est¨¢n m¨¢s pr¨®ximos y pueden visitar a los enfermos e incluso recibir informaci¨®n m¨¢s detallada de los profesionales.
¡°Si un paciente empeora, tarda uno o dos minutos en ingresar en el hospital. De la otra forma, puede ser m¨¢s de una hora¡±, describe la responsable de MSF. Tambi¨¦n el control es mucho m¨¢s r¨¢pido y se comprueba la evoluci¨®n de los pacientes.
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