¡°Uno de los casos m¨¢s extremos fue el de una mujer de 92 a?os que llevaba varios d¨ªas sin comer¡±
C¨¢ritas Madrid reh¨ªzo su forma de actuar durante la pandemia para atender a miles de personas confinadas que carec¨ªan de alimentos


¡°Buenas tardes, les llamaba para pedir ayuda. Soy madre de tres hijos y no tengo nada que darles de comer. A m¨ª, el no comer no me importa, pero que no lo puedan hacer mis hijos me est¨¢ matando¡±. Esta fue la llamada desesperada que hizo una mujer vecina de la capital al tel¨¦fono de C¨¢ritas Madrid en pleno confinamiento durante la pandemia. Era finales de abril, en pleno fin de semana, y nada m¨¢s recibirla, sonaron las alarmas en esta organizaci¨®n vinculada a la Iglesia Cat¨®lica. Su red de voluntarios moviliz¨® a una cuadrilla de la vicar¨ªa m¨¢s cercana y estos salieron al hipermercado m¨¢s cercano y compraron alimentos y art¨ªculos de primera necesidad para que esta familia pudiera sobrevivir al menos durante una semana.
Llamadas como esta se han repetido durante los m¨¢s de tres meses que ha durado el confinamiento y a¨²n en d¨ªa se sigue produciendo. Al frente de esta organizaci¨®n no gubernamental est¨¢ el coordinador general Javier Hernando Calvo, un bilba¨ªno de 65 a?os licenciado en Teolog¨ªa y m¨¢ster en direcci¨®n de ONG. Su hablar es pausado, reflexivo, como si pretendiera digerir el dolor y el sufrimiento que ha vivido su colectivo en los ¨²ltimos meses. ¡°C¨¢ritas no es una entidad de emergencias y no ten¨ªamos tanta preparaci¨®n para afrontar una crisis de estas caracter¨ªsticas, como podr¨ªan tener otras ONG, pero nos tuvimos que acomodar y ajustarnos a una situaci¨®n excepcional¡±, reconoce el coordinador general.
456 parroquias
La organizaci¨®n se distribuye en ocho vicar¨ªas que parten del centro de la capital y se alejan hasta los pueblos m¨¢s remotos de la regi¨®n. De esta forma, tocan todas las realidades sociales como si de las autov¨ªas radiales se tratara. Aparte hay 21 obras sociales diocesanas en todo el conjunto de la Comunidad de Madrid, en las que se atienden a personas sin hogar, a colectivos excluidos o se promueve la b¨²squeda de empleo. Su actividad alcanza 456 parroquias, en los que colaboraban antes de la pandemia m¨¢s de 9.300 voluntarios. ¡°Hicimos una campa?a de captaci¨®n y la gente se volc¨®. Sumamos m¨¢s de 4.000 personas que, bien porque estaban en ERTE o porque no ten¨ªan clases, o porque se hab¨ªan quedado en el paro, quisieron ayudarnos. Pero no desde casa. Desde el primer momento, pidieron estar en primera l¨ªnea, llevando los recursos a los que m¨¢s lo necesitaban¡±, describe Hernando.
Este ej¨¦rcito improvisado permiti¨® que C¨¢ritas se replanteara su capacidad de acci¨®n. Los voluntarios de esta ONG suelen ser personas mayores y, por tanto, la poblaci¨®n de mayor riesgo en caso de contagiarse del virus. A estos se les pidi¨® que se quedaran en casa y que se dedicaran a llamar a personas que estaban solas, que necesitaban ayuda o que simplemente precisaban hablar con alguien. Las nuevas incorporaciones ¡ªcon una edad media de unos 33 a?os y con perfiles de lo m¨¢s variados¡ª eran los que sal¨ªan a la calle. ¡°La gente ha sido magn¨ªfica. Ten¨ªan deseos de comprometerse en una situaci¨®n de crisis como esta. Ahora est¨¢n retomando sus actividades normales, pero siguen con ganas de trabajar con nosotros aunque sea menos tiempo o durante los fines de semana¡±, a?ade el coordinador.

La organizaci¨®n se hizo de tal forma que al menos dos personas estaban siempre al frente de cada parroquia. Pero hubo que tirar de imaginaci¨®n y de tel¨¦fonos, de llamar a muchas puertas para dar de comer a mucha gente. As¨ª contactaron con una empresa de renting de veh¨ªculos ALD Automotive y Gate Group, que hace los alimentos para las aerol¨ªneas, y lograron repartir m¨¢s de 97.400 men¨²s preparados para los m¨¢s necesitados. O la Escuela de Hosteler¨ªa de la Casa de Campo, de la que se beneficiaron las seis parroquias m¨¢s cercanas. ¡°Ni siquiera en la sierra, donde la poblaci¨®n est¨¢ m¨¢s dispersa y es m¨¢s dif¨ªcil llegar la gente se ha quedado sin comer. Hemos conseguido que la comida estuviera donde nos la han pedido gracias a los voluntarios¡±, dice orgulloso el responsable de C¨¢ritas.
Triple de peticiones
Las peticiones de ayuda se triplicaron respecto al mismo periodo del anterior, seg¨²n los balances de la ONG. El 40% proven¨ªa de personas que jam¨¢s hab¨ªan recurrido a C¨¢ritas, seg¨²n sus estudios. El 85% de estas solicitudes fueron para la cobertura de necesidades sociales, en su gran mayor¨ªa para alimentos, gastos de vivienda y medicinas de familias que no pueden obtenerlas de otra manera. ¡°En plena pandemia, el s¨¢bado 1 de mayo nos lleg¨® un caso extremo: ¡®Tengo 92 a?os, vivo sola y llevo varios d¨ªas sin comer. Les llamo para ver si me pueden ayudar¡¯. El propio coordinador de la vicar¨ªa 5 [Usera-Arganzuela] cogi¨® su coche, compr¨® todo lo necesario y se lo llev¨® a su casa¡±, a?ade Hernando. C¨¢ritas puso un servicio telef¨®nico durante las 24 horas del d¨ªa y todos los d¨ªas de la semana.
Durante los 15 primeros d¨ªas del estado de alarma, la gente fue pasando las semanas ¡°aguantando con lo ten¨ªa¡±, seg¨²n el coordinador. La incertidumbre se cern¨ªa sobre miles y miles de madrile?os, pero conforme avanzaba el confinamiento, hubo ¡°picos muy importantes¡± de demanda de ayuda. Y no solo de alimentos. Tambi¨¦n de alojamiento. Como el caso de una familia de Alcal¨¢ de Henares con varios hijos y en el que la mujer estaba embarazada. Viv¨ªan hacinados en un s¨®tano con humedades. Los responsables de C¨¢ritas les trasladaron a uno de sus centros y, mientras la madre daba a luz, los peque?os se quedaron con la llamada comunidad de vida, un equipo t¨¦cnico especializado en atender estas situaciones durante las 24 horas del d¨ªa.
¡°Lo importante ahora es ver todo lo que hemos pasado y que todos esos valores que hemos venido repitiendo no se enfr¨ªen. Hay que mantener el compromiso y aprender la lecci¨®n para evitar la confrontaci¨®n permanente. Hay salidas y es necesario superar las desigualdades¡±, concluye el licenciado en Teolog¨ªa.

El programa ¡®Tu vecino de apoyo¡¯
Una de las iniciativas que difundi¨® C¨¢ritas era sencilla de poner en marcha. Consist¨ªa en un cartel que hab¨ªa que colocar en el ascensor y en la entrada de los portales en el que una o varias personas se ofrec¨ªan para atender a los m¨¢s necesitados de su comunidad y que no pudieran o no debieran salir a la calle. La bautizaron como Tu vecino de apoyo En el cartel pon¨ªan su direcci¨®n (piso y letra) y un n¨²mero de tel¨¦fono. ¡°Ellos eran los encargados de hacerles la compra, de ir a por medicamentos o cosas similares, de forma que se evitaba que las personas mayores o con dificultades para salir a la calle se quedaran desasistidas¡±, recuerda el coordinador general Javier Hernando.
Su organizaci¨®n ha retomado en estas fechas los campamentos de verano. ¡°Ahora tienen que compartir y ver a otras personas¡±, concluye el responsable de C¨¢ritas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
