Cuando los libros se convierten en enfermeros
Ana Mar¨ªa Ruiz mont¨® una biblioteca en Ifema para combatir la soledad de los pacientes
¡°Cuanto entr¨¦ en Ifema todo era gris y oscuro, solo o¨ªa toses y lamentos. Hab¨ªa poqu¨ªsimo personal porque hab¨ªamos llegado los que est¨¢bamos disponibles. En seguida empec¨¦ a atender nerviosa a los pacientes porque ten¨ªa tantos que no me iba a dar tiempo a hablar con ellos¡±, cuenta Ana Mar¨ªa Ruiz L¨®pez, enfermera del SUMMA 112, que en su primera noche de apertura del recinto ferial estuvo a cargo de 63 personas junto a otra compa?era. Lo que m¨¢s le impresion¨® fue la soledad que sent¨ªan estos pacientes y el hecho de no poder cuidarlos a un nivel m¨¢s humano. Pero se le ocurri¨® una soluci¨®n sencil...
¡°Cuanto entr¨¦ en Ifema todo era gris y oscuro, solo o¨ªa toses y lamentos. Hab¨ªa poqu¨ªsimo personal porque hab¨ªamos llegado los que est¨¢bamos disponibles. En seguida empec¨¦ a atender nerviosa a los pacientes porque ten¨ªa tantos que no me iba a dar tiempo a hablar con ellos¡±, cuenta Ana Mar¨ªa Ruiz L¨®pez, enfermera del SUMMA 112, que en su primera noche de apertura del recinto ferial estuvo a cargo de 63 personas junto a otra compa?era. Lo que m¨¢s le impresion¨® fue la soledad que sent¨ªan estos pacientes y el hecho de no poder cuidarlos a un nivel m¨¢s humano. Pero se le ocurri¨® una soluci¨®n sencilla: llevar lecturas que les brindaran la compa?¨ªa que ella no pod¨ªa del todo ofrecer. ¡°Los libros son enfermeros en potencia¡±, declara.
En los momentos de mayor adversidad, la gente buena siempre aparece para recordar que incluso en medio de una crisis sanitaria afloran cosas bonitas. Ese era el objetivo de Ana Mar¨ªa Ruiz con Libros que salvan vidas, un compendio de historias reales que muestran el lado m¨¢s positivo de Ifema, el hospital de campa?a que se habilit¨® en un tiempo r¨¦cord para aliviar el colapso que sufr¨ªa la sanidad madrile?a durante los primeros, y m¨¢s duros, meses de la pandemia.
La autora estuvo en Ifema desde el primer d¨ªa y su libro, a la venta el 11 de noviembre, ha recibido este mi¨¦rcoles el Premio Feel Good de Plataforma Editorial y la Fundaci¨®n ¡°la Caixa¡±, dotado con 5.000 euros. ¡°Se lo dedico a todas y cada una de las v¨ªctimas de la covid, pero no solo a los fallecidos, sino a toda la gente que ha sufrido los efectos colaterales¡±, comenta consciente de la tristeza y la ansiedad que padecen aquellas familias que han perdido a un ser querido.
Ana Mar¨ªa Ruiz recuerda que lo primero que hizo al terminar su turno aquel 24 de marzo fue escribir a las 17 mujeres que conforman el club de lectura al que asiste con regularidad para que se encargaran de recopilar libros. Ella los iba metiendo en su coche para que guardasen cuarentena hasta tener el permiso de su supervisor. El 30 de marzo ya pudo montar la biblioteca en Ifema, con m¨¢s de 100 libros que trasportaba en un carrito de supermercado.
¡°A las tres o cuatro de la ma?ana se empez¨® a acercar la gente que estaba desvelada. Como durante el d¨ªa se aburr¨ªan se echaban cabezadas y luego les costaba conciliar el sue?o. Me pas¨¦ toda la noche aconsejando libros que encima hab¨ªa le¨ªdo¡±, explica esta amante de la lectura, que al comprobar el ¨¦xito que hab¨ªa tenido su iniciativa no dud¨® en escribir al resto de los sanitarios por el grupo de WhatsApp para que trajeran al d¨ªa siguiente un par de libros cada uno. La respuesta fue inmediata y abrumadora.
¡°Para m¨ª no ha sido la cantidad de libros sino la calidad de la gente que los ha mandado: la Polit¨¦cnica, Bibliometro, un mont¨®n de editoriales¡ Empezaron a llegar libros a lo loco y he recibido hasta paquetes de Amazon a mi nombre. Nunca pens¨¦ que este proyecto se pod¨ªa hacer tan grande. Pedimos m¨¢s carros y los colocamos estrat¨¦gicamente para que cuando los pacientes fueran al ba?o se encontraran con la biblioteca¡±, explica Ana Mar¨ªa Ruiz, entre risas.
Una de las historias que m¨¢s sorprendi¨® a esta enfermera de 41 a?os nacida en Ciudad Real, cuya vocaci¨®n le viene desde ni?a, fue la de un chico que estaba enfadado con ella y con la vida: ¡°Era un joven que pasaba absolutamente de m¨ª y no era muy agradable. Hay que respetar tambi¨¦n esa descarga emocional que hacen. Le llev¨¦ al ba?o y tras mucho insistir le convenc¨ª para que cogiera El principito. Me encargaba de ir a verlo para ver si le hab¨ªa gustado. Mi sensaci¨®n fue que le hab¨ªa cambiado hasta el car¨¢cter. El principito tiene tantas frases motivadoras y tuve la suerte de que se encontraba ah¨ª¡±. A?ade adem¨¢s que ese peque?o libro le sirvi¨® para entablar conversaci¨®n con el paciente de al lado, algo que le ayud¨® a quitarse la soledad con la que ella lo encontr¨®.
Ifema es muy grande y nosotros desde lejos no lleg¨¢bamos a percibir la situaci¨®n de cada uno, pero lo que s¨ª ve¨ªamos era el brazo alzado de su compa?ero que te avisaba de que algo pasaba
Ana Mar¨ªa Ru¨ªz pod¨ªa haber contado que lleg¨® a colgar los sueros en palos de escoba, pero en contraposici¨®n a ese drama ha preferido mostrar la solidaridad que se despert¨® en el recinto. ¡°Hab¨ªa personas que cuando alguien tos¨ªa o se revolv¨ªa se levantaban de su cama para que les vi¨¦ramos. Ifema es muy grande y nosotros desde lejos no lleg¨¢bamos a percibir la situaci¨®n de cada uno, pero lo que s¨ª ve¨ªamos era el brazo alzado de su compa?ero que te avisaba de que algo pasaba¡±, apunta esta enfermera a la que todav¨ªa se le ponen los pelos de punta cuando rememora esos momentos.
La gente en Ifema comenz¨® a leer y a entretenerse porque no ten¨ªan ni televisi¨®n ni radio como en cualquier habitaci¨®n de hospital. Muchos de ellos nunca hab¨ªan empezado un libro. ¡°En el primer m¨®dulo habilitado no hab¨ªa ni enchufes. Nos daban los bomberos unas alargaderas kilom¨¦tricas y ah¨ª carg¨¢bamos tres o cuatro tel¨¦fonos para que los pacientes pudieran mantener un contacto. Yo apuntaba en mi chuleta qui¨¦n ten¨ªa m¨®vil y cu¨¢ntos d¨ªas llevaba sin hablar con la familia. Es la importancia de la humanizaci¨®n en los cuidados¡±, recalca Ana Mar¨ªa Ruiz.
Libros que salvan vidas es tambi¨¦n un homenaje a la lectura como un acto que ayuda a calmar los nervios, a evadirse de los problemas cotidianos, a aprender y a viajar a otros lugares. Los beneficios son inmensos y no solo en un contexto de enfermedad, asegura Ana Mar¨ªa Ru¨ªz, que comprob¨® c¨®mo los libros serv¨ªan de empuje a los pacientes cuando se encontraban mejor.
¡°Le¨ª que cuando Van Gogh cre¨® La noche estrellada estaba en un sanatorio hospitalizado por una crisis mental. Pint¨® las estrellas que ve¨ªa desde su ventana, que ten¨ªa barrotes, pero los obvi¨®. Yo hago lo mismo con este libro, lo que cuento son historias que animen y saquen una sonrisa, porque de verdad que han pasado cosas muy bonitas en Ifema¡±, concluye.