Qu¨¦ vida
Olvidamos muchas veces que todos somos hijos del placer. La supervivencia de nuestra especie est¨¢ garantizada porque lo ansiamos, buscamos, encontramos
No. No es un lujo. El caf¨¦, el t¨¦, el vino. La diversi¨®n. Cuando quieras recordar, ?recordar¨¢s todas esas cocacolas zero, esas cocacolas zero zero sin cafe¨ªna ni az¨²car que te tomaste? ?Ese ser¨¢ uno de los recuerdos centrales de tu vida? Los d¨ªas en los que ibas pisando este mundo como si estuviera hecho de una fin¨ªsima capa de hielo como la que cubre los lagos en las primeras heladas. Esos d¨ªas, te prometo que esos d¨ªas ser¨¢n los que tu mente acabar¨¢ eliminando. Mandando a la papelera de reciclaje de tu hipocampo gelatinoso. Qu¨¦ m¨¢s dar¨¢n las calor¨ªas, qu¨¦ importa ya nada a estas alturas. ...
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No. No es un lujo. El caf¨¦, el t¨¦, el vino. La diversi¨®n. Cuando quieras recordar, ?recordar¨¢s todas esas cocacolas zero, esas cocacolas zero zero sin cafe¨ªna ni az¨²car que te tomaste? ?Ese ser¨¢ uno de los recuerdos centrales de tu vida? Los d¨ªas en los que ibas pisando este mundo como si estuviera hecho de una fin¨ªsima capa de hielo como la que cubre los lagos en las primeras heladas. Esos d¨ªas, te prometo que esos d¨ªas ser¨¢n los que tu mente acabar¨¢ eliminando. Mandando a la papelera de reciclaje de tu hipocampo gelatinoso. Qu¨¦ m¨¢s dar¨¢n las calor¨ªas, qu¨¦ importa ya nada a estas alturas.
No dejes que te vendan que lo que te har¨¢ feliz es ir a una tienda y comprar una vela arom¨¢tica y darte un ba?o de espuma. No les des el poder de decirte que la felicidad consiste en gastar tu dinero o en intentar ganar m¨¢s para comprar viajes al fin del mundo. Cuando est¨¦s en el fin del mundo con dolor de espalda o con migra?a pensar¨¢s ¡°?qu¨¦ hago yo aqu¨ª?¡± mientras subes una foto del atardecer a Instagram y te tiembla el ojo derecho porque has trabajado todo el a?o sin descanso por esa pu?etera foto. T¨®mate esa copa de vino. T¨®mate otra ronda.
Como en la pel¨ªcula de Thomas Vinterberg, deshazte del terror a pas¨¢rtelo bien. Nuestra capacidad de predecir el futuro es limitada. La pandemia nos demostr¨® que todo escapa a nuestro control menos el presente. ?Necesitas que alguien te diga que lo que haces est¨¢ bien? Yo lo necesito constantemente. No s¨¦ cu¨¢ndo ocurri¨®, esta dictadura de lo correcto sin una definici¨®n concreta de la palabra ¡°correcto¡±. ?Por qu¨¦ deber¨ªa someterme al ayuno, a las dietas, a desayunar yogures con semillas de ch¨ªa? ?Por qu¨¦ tengo que tenerle miedo al placer? Olvidamos muchas veces que todos somos hijos del placer. La supervivencia de nuestra especie est¨¢ garantizada porque lo ansiamos, buscamos, encontramos.
?Cu¨¢ndo empez¨® la palabra hedonismo a ser sin¨®nimo de algo terrible y a evitar? ?Cu¨¢ndo empezamos a sentirnos tan aterrorizados? Si una resaca es el precio que tengo que pagar por una larga conversaci¨®n sobre el sentido de la vida, la ligereza, la risa, si todo eso solo vale una resaca, pagar¨¦ con gusto. ¡°Vivimos m¨¢s que la mayor¨ªa de nuestros ancestros pero de un modo m¨¢s enfermizo¡±, escribe Catherine Wilson en C¨®mo ser un epic¨²reo: Una filosof¨ªa para la vida moderna (Ariel, 2020). ¡°Morir menos y morir mejor no equivale a vivir m¨¢s y vivir mejor¡±, confirma Alessandro Baricco en Lo que est¨¢bamos buscando (Anagrama, 2021).
Incluso Isa¨ªas desde la Biblia me da la raz¨®n: ¡°?Comamos y bebamos, que ma?ana moriremos!¡± (Isa¨ªas, 22:13). Y como Mads Mikkelsen en la ¨²ltima escena de Otra ronda, yo tambi¨¦n quiero revolcarme por el suelo en un baile fren¨¦tico para celebrar que el juego contin¨²a. Qu¨¦ pel¨ªcula. Merece la pena solo por haberme recordado que a¨²n sigo teniendo la capacidad de re¨ªr y llorar a la vez. Que la vida del ¨²ltimo a?o no es un coma irreversible. Que no se ha detenido.
Y qu¨¦ vida.