Cuando un vestido de alquiler es el culmen del lujo sostenible
La reci¨¦n abierta Borow, creadas por las hermanas Eva y Joanna Chen, ayuda a encontrar ropa de fiesta femenina y de lujo sin tener que comprarla
En Almirante, 4, en la flamante tienda de Borow, todo huele a nuevo. Aunque no lo es. El establecimiento s¨ª. Sus estanter¨ªas, perchas y carteler¨ªa relucen, sus espejos no tienen una m¨¢cula, sus suelos brillan. Pero, pese a llevar apenas un par de semanas abierta, los vestidos ya no son nuevos. Est¨¢n usados, y a la vez perfectos. Esa es exactamente la gracia de Borow, la tienda de las emprendedoras hermanas Eva Chen (de 31 a?os y responsable de la imagen y la comunicaci¨®n) y Joanna Chen (de 26, la CEO), de origen chino pero madrile?as de nacimient...
En Almirante, 4, en la flamante tienda de Borow, todo huele a nuevo. Aunque no lo es. El establecimiento s¨ª. Sus estanter¨ªas, perchas y carteler¨ªa relucen, sus espejos no tienen una m¨¢cula, sus suelos brillan. Pero, pese a llevar apenas un par de semanas abierta, los vestidos ya no son nuevos. Est¨¢n usados, y a la vez perfectos. Esa es exactamente la gracia de Borow, la tienda de las emprendedoras hermanas Eva Chen (de 31 a?os y responsable de la imagen y la comunicaci¨®n) y Joanna Chen (de 26, la CEO), de origen chino pero madrile?as de nacimiento y de tercera generaci¨®n. ¡°Nuestro abuelo fue el primer chino que vino a Madrid desde la ca¨ªda de Mao¡±, relatan ¡°Vino para ayudar a nuestro t¨ªo bisabuelo en el teatro de Manolita Chen, pero no le gust¨® mucho ese gremio y abri¨® los restaurantes de La Gran Muralla, los t¨ªpicos con arroz tres delicias, rollitos... ?l fue quien los implant¨® aqu¨ª¡±, defienden.
Ellas siguen esa vena emprendedora ahora con esta tienda que lleva por eslogan ¡°Your sister¡¯s closet¡±, el armario de tu hermana, en un gui?o la una a la otra y tambi¨¦n a esa confianza a la hora de tomar las prendas de alguien querido. La intenci¨®n de Borow es que la moda de autor y de dise?ador sea accesible, tanto en precios como en tallas (van de la 32 a la 42, incluso alguna 44, y pretenden ir ampliando seg¨²n la demanda), y tambi¨¦n en disponibilidad. Ellas se hacen con prendas de dise?adores y las alquilan para eventos, fiestas, bodas o lo que cada una quiera. Entre sus marcas, desde Victoria Beckham a Jacquemus, Reformation o Diane Von Furstenberg, pasando por otras m¨¢s peque?as como Materiel o A/Raise. Tambi¨¦n hay un par de espa?olas que ya han confiado en ellas: I?unez y Encinar.
El alquiler tiene dos opciones: para cuatro d¨ªas (para una graduaci¨®n un s¨¢bado: te lo llevas el jueves o el viernes, lo devuelves el lunes) o para ocho (una boda en Roma: te vas m¨¢s d¨ªas, no quieres prisas para devolverlo). ¡°Nos est¨¢n empezando a preguntar si lo dejamos m¨¢s d¨ªas... tenemos que verlo¡±, se miran c¨®mplices. Ellas lo entregan perfecto y al devolverlo incluyen el servicio de tintorer¨ªa o alg¨²n arreglo ¡ªese cl¨¢sico bot¨®n que se suelta¡ª, siempre cosas peque?as.
¡°La intenci¨®n es hacer de consumir moda algo m¨¢s sostenible. Y adem¨¢s as¨ª se puede vestir distinto y al ser prendas de lujo hay m¨¢s opciones¡±, cuentan Joanna sobre este proyecto que ha montado tras estudiar Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas en Londres y pasar por multinacionales all¨ª. Nunca tuvo duda de que lo har¨ªa con su hermana Eva, que hizo Econ¨®micas en California y que, siguiendo la tradici¨®n de los abuelos y la paterna, es due?a de varios restaurantes junto a su marido. Juntos tienen tres establecimientos, dos de La Pagoda (uno en F¨¦lix Boix y una dark kitchen para entregas a domicilio) y Manolita Chen, en Castell¨®, en el barrio de Salamanca. Aunque la idea de Borow ¡ªcuyo nombre juega con el verbo ingl¨¦s to borrow, prestar¡ª naci¨® antes de la pandemia, ahora ha nacido ¡°de su mano, y con la reactivaci¨®n¡±, explica Eva. ¡°No nos resta: creemos que ahora hay una conciencia a¨²n mayor¡±, reflexiona.
A la usuaria ¡ªtodo es moda femenina, eso siempre lo tuvieron claro¡ª le surgen las dudas: ?y si se estropea? Ellas abogan por darle un uso l¨®gico, sin miedo. Para algo es ¡°el armario de tu hermana¡±. ¡°La gente se comporta¡±, confiesan. ?Y si me quedo sin lo que quiero? Las Chen recomiendan reservar la prenda con tiempo, dan hasta seis meses. De hecho, un buen truco es ir entre semana, cuando las prendas no est¨¦n prestadas. ?Y si alguien lleva, oh, terror, el mismo vestido en el mismo evento? ¡°Tomamos nota de cu¨¢l es, si la clienta quiere. Es algo que tiene buena acogida¡±, relatan, sorprendentemente. ?Y si me lo quiero quedar? T¨ªmidas, ambas sonr¨ªen. ¡°No... no se puede. Por ahora no. Tenemos poco stock, quiz¨¢ m¨¢s adelante hagamos ventas privadas puntuales. Pero no. Adem¨¢s, va en contra de la idea¡±.
Porque para ellas el alquiler no tiene que ser algo cutre o puntual. Ambas lo vieron en sus estancias en Reino Unido y California, que el modelo cada vez se implantaba y gustaba m¨¢s. ¡°Es como alquilar una casa, o un coche. Est¨¢ pegando fuerte. El mismo concepto, pero para una boda¡±. Eva y Joanna quieren acabar con el mito de ¡°o se viste sostenible o se viste bien¡±, y tambi¨¦n romper con la parte menos ecol¨®gica de la industria de la moda: el usar y tirar, la rapidez. ¡°Queremos que la gente est¨¦ orgullosa de alquilar moda¡±, cuentan las dos hermanas sobre este proyecto. No se trata de ocultar en la boda que ese precioso vestido rojo plisado es de alquiler; al rev¨¦s. Es cuesti¨®n de presumir.
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