Muere la ¡®exvedette¡¯ Manolita Chen

La muerte por causas naturales de Manuela Fern¨¢ndez P¨¦rez, de 89 a?os de edad, el pasado 8 de enero en la localidad sevillana de Espartinas, pone fin a la trepidante vida de una mujer que la dedic¨® por completo a su arte, el del cabar¨¦ circense de variedades. Fue conocida bajo el nombre art¨ªstico de Manolita Chen. Su nombre se afianz¨® en el mundo del espect¨¢culo de la Espa?a de posguerra, donde su fama cobr¨® amplia notoriedad se?aladamente entre las clases populares.

La artista madrile?a, nacida en Vallecas en abril de 1927 en el seno de una familia con cinco hijos, mostr¨® desde su infancia una profunda atracci¨®n por las candilejas, por lo cual a los 12 a?os pidi¨® a su padre, conquense empleado en la f¨¢brica de gaseosas La Revoltosa, que le permitiera asistir al conservatorio de m¨²sica de Laura de San Telmo, donde aprendi¨® danza y canto. Su debut art¨ªstico, como ha escrito su bi¨®grafo Juan Jos¨¦ Montijano, lo realiz¨® dentro del grupo de baile Las Charivaris, en el Circo Price, instalado entonces en la madrile?a plaza del Rey, junto a la calle del Barquillo.

A los 16 a?os, Manolita, que ya destacaba por su inteligencia, su belleza y su arte, conoci¨® a Chen Tse Ping, entonces de 40 a?os, un vocacional empresario de circo de origen chino que a partir de 1930 se hab¨ªa exiliado en distintos pa¨ªses de Europa; en Portugal pasar¨ªa la guerra civil espa?ola y en 1941 recalar¨ªa en Madrid, donde tres a?os despu¨¦s contraer¨ªa matrimonio con Manolita. Chen, del cual Manuela Fern¨¢ndez P¨¦rez adoptar¨ªa su apellido, hab¨ªa introducido en sus espect¨¢culos ambulantes la revista musical as¨ª como n¨²meros de lanzamiento de cuchillos sobre la silueta de blancos personales, acrobacias, trapecismo, equilibrismo, magia y contorsionismo, adem¨¢s de gimnasias marciales que, por su peligro y exotismo, despertaban enorme expectaci¨®n entre el p¨²blico, que acced¨ªa a su circo, fundado en torno a los a?os 50 del pasado siglo, a precios muy asequibles.

A todo ello a?ad¨ªa la escenograf¨ªa de la danza oriental, en la cual destellaba la belleza de Manolita, con coreograf¨ªas picantes sazonadas con di¨¢logos atrevidos y atav¨ªos descocados que mostraban una inhibici¨®n refrescante en medio del sofocante puritanismo nacional-cat¨®lico dictado por el franquismo. Los censores se refrenaban ante algunos de aquellos n¨²meros pero no se retra¨ªan a la hora de recubrir un escote o prohibir unas medias de redecilla y costura o unos tacones elevados. Un transexual copi¨® algunos de los sketches representados por Manolita, hecho que caus¨® gran quebranto en la nombrad¨ªa de su Circo por la confusi¨®n as¨ª generada.

Su cabar¨¦ circense recorri¨® Espa?a e incorpor¨® a sus espect¨¢culos a humoristas como Ar¨¦valo o las hermanas Hurtado, as¨ª como a numerosos artistas del flamenco, desde Rafael Farina y Porrina de Badajoz a Emilio el Moro, Marif¨¦ de Triana o El Fary que, salvo en los costosos tablaos, no contaban con plataforma abiertas para exhibir su cante. El circo continu¨® funcionando hasta 1986 en que fue disuelto. Manolita padeci¨® una tumoraci¨®n en el aparato auditivo que le hab¨ªa apartado a?os antes de la escena. Desde entonces, vivi¨® en una residencia de ancianos de la localidad sevillana de Espartinas, donde ha fallecido.