Anatom¨ªa de Lagasca 99: ricos latinoamericanos, sociedades opacas y el alquiler m¨¢s caro de Madrid

El apartamento de alquiler m¨¢s caro de Madrid en el buscador Idealista cuesta 16.000 euros al mes y es propiedad de un matrimonio de Venezuela cuya empresa constructora ha participado en grandes obras para el Gobierno de su pa¨ªs. Viven en Miami y es su agente inmobiliaria quien recibe a los interesados en la calle a las puertas del vest¨ªbulo de 650 metros cuadrados, el mayor de la capital de Espa?a. Porque todo deb¨ªa ser exclusivo en un edificio proyectado hace 10 a?os en plena milla de oro del barrio de Salamanca, dise?ado por un arquitecto de prestigio, Rafael de La-Hoz, con el objetivo de encontrar 44 propietarios capaces de pagar entre 3 y 17 millones por una vivienda. Eso es Lagasca 99. ¡°Est¨¢ en construcci¨®n y ya es un mito¡±, dec¨ªa una valla junto a la obra.

La vivienda en alquiler tiene 284 metros cuadrados, repartidos en cinco habitaciones con cinco cuartos de ba?o. La agente inmobiliaria informa al final de la visita de que aceptan rebajas: ¡°Yo creo que por 14.000 s¨ª se podr¨ªa considerar¡±. A ello habr¨ªa que sumar un mes m¨¢s de fianza y dos de garant¨ªa adicionales. Total, 56.000 euros antes de habitarlo. El due?o afirma por tel¨¦fono que no le faltan clientes potenciales, entre ellos, ejecutivos y diplom¨¢ticos. ¡°Siempre habr¨¢ gente que lo va a querer. Este apartamento es como un ferrari¡±.

Lagasca 99 se abri¨® a un mercado global a la b¨²squeda de 44 propietarios igualmente exclusivos, que comenzaron a recibir sus llaves a partir de diciembre de 2018. Sus promotores no tardaron mucho en encontrarlos porque los multimillonarios no son vulnerables a las crisis y era un buen producto de inversi¨®n. De la identidad de sus compradores poco se publicit¨® en su d¨ªa; son cuestiones que se resuelven con mucha discreci¨®n, hasta que hace unas semanas sali¨® Lagasca 99 en los Papeles de Pandora (publicados por EL PA?S entre otros medios internacionales). El segundo hombre m¨¢s rico de Colombia, el banquero Jaime Gilinski, era due?o de una de esas viviendas. Una consulta en el Registro de la Propiedad ha permitido cuadrar en parte el exclusivo microcosmos de los 44 propietarios de este singular edificio, aunque de 13 de ellos no se sabe su identidad porque se ocultan tras sociedades opacas.

M¨¢s de la mitad de los compradores procede de Am¨¦rica: once de M¨¦xico, seis de Estados Unidos, cinco de Venezuela, dos de Colombia y uno de Per¨². Entre estos no pod¨ªa faltar un magnate del petr¨®leo tejano, Bryan Sheffield. Tres son empresarios que han tenido vinculaciones con el Gobierno de Venezuela tras la llegada del chavismo: el matrimonio del citado piso m¨¢s caro de Madrid, cuya empresa ha sido subcontratada por la constructora brasile?a Odebrecht, envuelta en un gran esc¨¢ndalo de corrupci¨®n en Am¨¦rica Latina; Tom¨¢s Niembro, mano derecha de V¨ªctor Vargas, El banquero de Ch¨¢vez; y el inversor Luis Otero Cervela.

Entre los vecinos espa?oles destacan dos empresarios: Alberto Palatchi, fundador de Pronovias, y Jes¨²s N¨²?ez Vel¨¢zquez, fundador de la Universidad Alfonso X el Sabio. Hay un representante de la que podr¨ªa denominarse nueva ¨¦lite digital, como el emprendedor espa?ol Ander Michelena, que en 2016 vendi¨® su start-up a la multinacional de comercio electr¨®nico eBay por casi 150 millones de euros. Y no pod¨ªa faltar un toque de aristocracia espa?ola: el duque de Lerma (Fernando Larios y Fern¨¢ndez de C¨®rdoba) y el nieto del marqu¨¦s de Suanzes (Ignacio de la Rocha).

La mitad de los apartamentos (22) tienen una empresa como propietario. A primera vista est¨¢n casi todas en Espa?a, son ¡°sociedades limitadas¡± constituidas en Madrid, dedicadas a la compraventa de inmuebles y con sede en la misma calle de Lagasca. Pero en 15 inmuebles la empresa no tiene actividad ni es la due?a real, sino que sirve para ocultar una persona (u otra sociedad) que reside en el extranjero. El an¨¢lisis de los accionistas reales revela que solo cuatro propietarios est¨¢n en Espa?a. Cinco son sociedades en M¨¦xico, cuya informaci¨®n mercantil apenas est¨¢ digitalizada. Dos m¨¢s aparecen en Estados Unidos, con sociedades a nombres de abogados que representan, en realidad, a clientes mexicanos. En Venezuela y en China est¨¢n otros dos propietarios, aunque controlan su parte de Lagasca 99 a trav¨¦s de una sociedad de Nueva Zelanda.

En 13 casos este peri¨®dico no ha podido establecer la identidad ¨²ltima del comprador porque est¨¢n inscritas en registros donde no es necesario facilitar esa informaci¨®n, como el del Estado de Delaware en EE UU; o porque est¨¢n a nombre de un testaferro profesional. Son dos instrumentos que, en la inmensa industria de las sociedades pantalla, permiten ocultar la identidad real de los due?os de inmuebles, cuentas bancarias o bienes en todo el mundo, ¡°una pr¨¢ctica que no es ilegal pero s¨ª muy utilizada¡± por quienes buscan blanquear dinero o evadir impuestos, explica Benjam¨ª Angl¨¨s Juanpere, profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Lagasca 99 tiene dos piscinas, sauna, ba?o turco y una terraza com¨²n en la octava planta con vistas asombrosas. Cuenta con 156 plazas de garaje repartidas en tres plantas aunque solo cinco estaban ocupadas en uno de los pisos el pasado viernes por la tarde. Durante este verano, casi nadie subi¨® a la piscina de la ¨²ltima planta. ¡°El pobre socorrista se pas¨® los d¨ªas solo, achicharrado, pero es que debe estar ah¨ª por legislaci¨®n¡±, dice uno de los propietarios, que pide mantener el anonimato. Es lo que tiene un edificio convertido en veh¨ªculo de inversi¨®n.

Lagasca 99 es un anticipo del Madrid que viene. Las grandes fortunas del mundo han puesto sus miras en una capital relativamente asequible y el mercado inmobiliario de distritos como Salamanca, Chamber¨ª y Centro se est¨¢ adaptando a esos deseos. ¡°Madrid es una de las ciudades m¨¢s deseables para inversi¨®n residencial prime¡±, valora un informe de 2020 de la consultora londinense Knight Frank. ¡°La ciudad ofrece precios competitivos comparada con otras capitales europeas y una calidad de los desarrollos que ahora empieza a rivalizar con Londres, Par¨ªs y Nueva York¡±. De hecho, juega en la liga de las 46 principales ciudades del mundo en cuanto a inversi¨®n residencial de lujo, seg¨²n la misma organizaci¨®n. Antes de la pandemia, los precios en Madrid estaban creciendo a un ritmo del 4,6% anual, situando a la capital como el destino n¨²mero nueve del mundo. Tras la leve ca¨ªda de 2020, que seg¨²n los datos de Idealista no afect¨® a las viviendas de m¨¢s de un mill¨®n de euros del madrile?o barrio de Salamanca, Knight Frank prev¨¦ que este a?o los precios de los inmuebles de lujo en Madrid subir¨¢n un 3%.

La multinacional canadiense Colliers, encargada de la comercializaci¨®n de Lagasca 99, califica de ¨¦xito la operaci¨®n, promovida por la socimi Lar y el fondo estadounidense Pimco. A las ventas de los pisos ayudaron la expectaci¨®n que gener¨® durante a?os la obra y los premios de arquitectura. Seg¨²n el director gerente de Colliers en Madrid, Luis Vald¨¦s, a los clientes latinoamericanos les atraen los precios, tres veces m¨¢s baratos que Londres, donde el metro cuadrado ronda los 30.000 euros. Jaume Roig Hernando, profesor de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a y experto en vivienda, apunta otro factor m¨¢s: ¡°A Madrid est¨¢n llegando muchos clientes internacionales, especialmente latinoamericanos, para buscar inversiones seguras y evitar los riesgos de moneda en sus pa¨ªses¡± porque el precio de la vivienda de lujo se mantiene estable. Aunque la explosi¨®n de viviendas de lujo concentradas en un zona tambi¨¦n genera problemas: impide la ¡°mixticidad urbana¡±, es decir, que pueda caber un amplio abanico de ciudadanos con distintas posibilidades econ¨®micas. ¡°Cuanta menos densidad de poblaci¨®n existe, m¨¢s metros cuadrados pueden tener las viviendas y, por definici¨®n, ser¨¢n m¨¢s caras¡± y tan solo accesibles a un p¨²blico m¨¢s selecto, de manera que quienes tienen menor renta son expulsados del centro, considera Sergio Nasarre, director de la C¨¢tedra Unesco de Vivienda en la Universitat Rovira i Virgili.

Madrid es el cierre de un tri¨¢ngulo mundial: una residencia en su pa¨ªs de origen, otra en EE UU y otra en Europa. Aqu¨ª pasan temporadas a veces muy breves, por ejemplo en Navidades o cuando el Real Madrid juega grandes partidos. ¡°Madrid tiene tres atractivos muy importantes para estos clientes: la T-4, el Museo del Prado y el Bernab¨¦u¡±, dice Vald¨¦s, de Colliers.

En Lagasca 99 no hay convivencia entre vecinos porque apenas coinciden. Si acaso, ellos o sus representantes se encuentran durante las juntas de la comunidad de propietarios. Pero, a pesar de haber transcurrido solo tres a?os desde la entrega de llaves, las asambleas son un continuo foco de conflictos. En julio de 2019 se desprendieron piezas met¨¢licas de la fachada a poca distancia de unos viandantes, seg¨²n las actas de la junta de propietarios, a las que ha tenido acceso este diario. Una inspecci¨®n posterior detect¨® 147 deficiencias. Los propietarios han efectuado una reclamaci¨®n contra el arquitecto del edificio, Rafael de La-Hoz, y los dem¨¢s intervinientes en el proceso constructivo.

La fachada ha sido reparada y ya no es un riesgo pasar por ah¨ª, seg¨²n aseguran un portavoz del arquitecto y el presidente de la comunidad, el socio de Deloitte Fernando Baldellou-Solano. Ha sido una de cientos de incidencias que han tenido con las instalaciones, seg¨²n dice por tel¨¦fono el presidente. A?ade que es lo com¨²n, y resta importancia a los defectos: ¡°Si alguien piensa que un edificio como este, como todos en Espa?a, lo van a hacer bien a la primera, est¨¢ equivocado. Ya nos gustar¨ªa¡±.

El dise?o de la fachada ha provocado fuertes discusiones entre propietarios, seg¨²n un par de due?os que piden anonimato. El presidente, de origen espa?ol, pidi¨® una reforma para ganar intimidad en la primera junta, delante del arquitecto premiado, seg¨²n un propietario venezolano. Las grandes cristaleras del edificio fueron pensadas para mejorar las vistas y dotar de luz a las viviendas, pero no son la mejor soluci¨®n en las estrechas calles del centro de Madrid porque sus residentes pueden ser vistos f¨¢cilmente por los vecinos de los edificios contiguos y por los viandantes. La costosa propuesta de reforma indign¨® a otros compradores. Todos hab¨ªan tenido la oportunidad de examinar lo que estaban adquiriendo. ¡°En Venezuela dicen que el dinero no lo cagan los p¨¢jaros¡±, dice un propietario. ¡°Cuando yo intervine me apoyaron los mexicanos y los colombianos y ellos pensaron lo mismo. No iban a pagar el capricho personal de nadie. Adem¨¢s, si cambias la fachada, el edificio es otro y el arquitecto tendr¨ªa que devolver los premios¡±. El tema fue aparcado, pero la tensi¨®n qued¨® en el ambiente.

Como pasa en muchas comunidades de vecinos, los ricos tambi¨¦n discuten. Han prohibido el uso durante la madrugada de la piscina, spa y saunas debido a las molestias que causaban algunos residentes, seg¨²n las actas de las juntas. Tampoco pueden organizar fiestas en esos espacios comunes: el acceso ha sido restringido a uno o dos invitados por cada propietario. Otro problema ha sido el alto n¨²mero de impagos de la comunidad, centralizado en 10 propietarios morosos que han sido advertidos. Seg¨²n el presidente de los vecinos, Baldellou-Solano, esa fue una cuesti¨®n puntual: ¡°A d¨ªa de hoy la morosidad no llega al 1% y se centra en un propietario, que no puede pagar por razones personales¡±. A pesar de todo, el abogado madrile?o Manuel Guti¨¦rrez de Granda, que en el registro espa?ol aparece como administrador de tres sociedades titulares de sus respectivos inmuebles en Lagasca, considera que el ambiente es ¡°normal¡±: ¡°No hay gente rara que vaya por los pasillos acompa?ada de tres guardaespaldas¡±.

One Hyde Park, el referente londinense de Lagasca 99, es un s¨ªmbolo no solo del lujo en el coraz¨®n de las grandes capitales europeas, sino tambi¨¦n de inversiones opacas. Seg¨²n inform¨® el diario The Guardian en 2012, casi el 80% de los 72 apartamentos hab¨ªan sido comprados por sociedades offshore, la mayor¨ªa registradas en las Islas V¨ªrgenes Brit¨¢nicas. En Lagasca 99 y a¨²n teniendo acceso a bases de datos como los 11,9 millones de documentos de los Papeles de Pandora, EL PA?S no ha podido establecer qui¨¦n es el due?o real de varios apartamentos porque est¨¢ oculto tras una sociedad offshore.

Como explica Jos¨¦ Mar¨ªa Pel¨¢ez, inspector de Hacienda, cuando hay varias sociedades interpuestas, se pierde la informaci¨®n directa: ¡°Bancos, notarios o inmobiliarias obligados a dar la voz de alarma contra el blanqueo pierden el rastro y la capacidad de determinar si el origen de los fondos es l¨ªcito¡±.

Seg¨²n la organizaci¨®n anticorrupci¨®n con sede en Berl¨ªn, Transparencia Internacional, en los ¨²ltimos a?os, Espa?a ha sido especialmente vulnerable al blanqueo de capitales a trav¨¦s del sector inmobiliario. Lugares como la Costa del Sol y Marbella han estado salpicados en las ¨²ltimas d¨¦cadas por operaciones policiales vinculadas al crimen organizado internacional que casi siempre involucran grandes inversiones inmobiliarias en inmensas villas de lujo. Pero las grandes ciudades no est¨¢n exentas: ¡°El mercado inmobiliario de lujo es un cl¨¢sico instrumento para lavar dinero y las autoridades espa?olas a¨²n no cuentan con las mejores medidas necesarias para erradicar el problema¡±, critica David Mart¨ªnez, director de esa organizaci¨®n en Espa?a.

Una de esas medidas prev¨¦ eliminar el anonimato: Espa?a a¨²n no ha creado el registro de titular real, obligatorio tras una directiva europea de 2018. El problema de ese directorio, dice el inspector Pel¨¢ez, es que a pesar de que aumente la transparencia, la delincuencia econ¨®mica podr¨¢ seguir burlando los controles.

¡°El que quiera blanquear conoce las argucias para seguir haci¨¦ndolo¡±, contin¨²a Pel¨¢ez. ¡°El banco espa?ol cumplir¨¢ con las obligaciones legales haci¨¦ndoles rellenar formularios sobre el origen de los fondos, pero no tiene capacidad para hacer una labor detectivesca, viajar al pa¨ªs de origen y comprobar la veracidad¡±.

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