L¨ªmite 48 horas: el gran culebr¨®n de los presupuestos de Madrid de Almeida y Villac¨ªs

Una breve llamada telef¨®nica y un correo electr¨®nico han puesto patas arriba a todo un Ayuntamiento de Madrid en menos de 24 horas. Pasadas las diez de la noche del lunes, la delegada popular de Hacienda, Engracia Hidalgo, busc¨® en su agenda el nombre de Luis Cueto, uno de los cuatro concejales del Grupo Mixto que rompieron en abril de este a?o con M¨¢s Madrid por desavenencias con la portavoz del partido, Rita Maestre. Por primera vez en lo que iba de mandato, el PP se abr¨ªa a aislar a Vox para pactar los presupuestos con la izquierda, como quer¨ªa y le presionaba Ciudadanos, su socio de Gobier...

Una breve llamada telef¨®nica y un correo electr¨®nico han puesto patas arriba a todo un Ayuntamiento de Madrid en menos de 24 horas. Pasadas las diez de la noche del lunes, la delegada popular de Hacienda, Engracia Hidalgo, busc¨® en su agenda el nombre de Luis Cueto, uno de los cuatro concejales del Grupo Mixto que rompieron en abril de este a?o con M¨¢s Madrid por desavenencias con la portavoz del partido, Rita Maestre. Por primera vez en lo que iba de mandato, el PP se abr¨ªa a aislar a Vox para pactar los presupuestos con la izquierda, como quer¨ªa y le presionaba Ciudadanos, su socio de Gobierno. La conversaci¨®n, seg¨²n fuentes de la misma, dur¨® unos minutos. Los dos ediles acordaron hacerlo p¨²blico este martes, horas antes de que concluyera el plazo de la presentaci¨®n de las enmiendas del resto de los partidos ¨DM¨¢s Madrid, PSOE y Vox¨D a las cuentas del Ayuntamiento de 2022. Almeida, al carecer de mayor¨ªa con Ciudadanos, necesita siempre cuatro votos externos para sacar cualquier medida adelante.

Hidalgo, una mujer con una experiencia ampl¨ªsima en los presupuestos por su trayectoria pol¨ªtica (fue la mujer que recibi¨® a los hombres de negro de Bruselas durante el mandato de Mariano Rajoy), tom¨® el control de las negociaciones en nombre del Ayuntamiento. Estaba hastiada ante el rechazo constante y p¨²blico de los cuatro ediles de Vox en televisiones, diarios y redes sociales. Es m¨¢s, hace solo 10 d¨ªas no pudo m¨¢s. Convoc¨® a todos los medios locales en su sede y estall¨®:

¨D?Todas las veces dicen que no!, ?hay que ser¡­!

Su equipo tambi¨¦n elabor¨® un argumentario con decenas de folios contra Vox. Quer¨ªan se?alar ante la opini¨®n p¨²blica que la formaci¨®n de Santiago Abascal no apoyaba con cientos de miles de euros en subvenciones a asociaciones cristianas y que tampoco quer¨ªan construir m¨¢s comisar¨ªas en los barrios, entre otros planes. Un dardo en la diana a su propio ideario. Vox, sin embargo, no entr¨® al trapo. Su estrategia se ha basado estos d¨ªas en se?alar a Almeida como un ariete de la izquierda. No toleran que hable siempre de ellos en la prensa como su socio prioritario ¡ªa fin de cuentas, ¨¦l es alcalde gracias a sus cuatro votos¨D y, sin embargo, ha pactado con el Grupo Mixto y no con ellos el nuevo Madrid Central, del que el propio Almeida renegaba en su propia campa?a electoral.

Esto, coinciden fuentes del PP, ha hecho much¨ªsima mella al alcalde madrile?o. El votante conservador ha visto estos d¨ªas c¨®mo el mandatario no ha sido capaz de atraer a la formaci¨®n de Santiago Abascal a la ciudad, al contrario que Isabel D¨ªaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, donde la presidenta regional ondea la bandera blanca de los nuevos presupuestos y presume de vetar cualquier propuesta que venga de la izquierda.

El tal¨®n de Aquiles de Almeida

El grupo municipal de Vox ha encontrado aqu¨ª el tal¨®n de Aquiles del alcalde: Almeida no es como Ayuso. En el c¨ªrculo de confianza del pol¨ªtico popular reconocen abiertamente que los medios conservadores le atizan m¨¢s de la cuenta en estas ¨²ltimas semanas, que, en los sat¨¦lites medi¨¢ticos que escuchan sus propios militantes, recibe muchos dardos de tertulianos supuestamente afines, por no hablar del mote que le ha puesto el periodista Federico Jim¨¦nez Losantos: ¡°Judas Almeida¡±. Una borrasca para un pol¨ªtico que hasta hace no mucho presum¨ªa de ser dialogante con todos los partidos y que vio aumentada de golpe su popularidad durante la pandemia. En el PP, incluso, fue tildado como ¡°el alcalde de Espa?a¡±. Otros tiempos.

Vox quiere ahora aprovechar este r¨ªo revuelto popular para dividir como sea y a toda costa al votante madrile?o del PP. De ah¨ª que haya rechazado d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n las decenas de llamadas de los populares para negociar los presupuestos. A esto se suma la estrategia del PP nacional de las ¨²ltimas semanas con su apuesta de Almeida como ant¨ªtesis de Ayuso para liderar el partido en Madrid, un movimiento pol¨ªtico que le desgasta todav¨ªa m¨¢s a la vista de la prensa y a la vista del votante de Vox. De ah¨ª que los medios conservadores guarden m¨¢s espacio para las actividades de la Puerta del Sol que para las de Cibeles. Y de ah¨ª que el propio Almeida haya fichado a un nuevo jefe de prensa, el cuarto en lo que va de mandato.

Y, sin embargo, todo esto ha dado un vuelco en unas horas. Tras la llamada de la delegada de Hacienda al Grupo Mixto en la noche del lunes, los cuatro ediles de izquierdas se reunieron telem¨¢ticamente. Ah¨ª dialogaron sobre la propuesta de Hidalgo, que les dijo que estaba dispuesta a ampliar el plazo de enmiendas otras 48 horas para as¨ª sentarse con ellos. La nueva fecha l¨ªmite para saber si Madrid tendr¨¢ unos nuevos presupuestos el a?o que viene ser¨¢ este jueves a las dos de la tarde, el l¨ªmite permitido. El Grupo Mixto acord¨® que, para llegar a un acuerdo, adem¨¢s de aislar a Vox, tendr¨ªan que arrancar a PP y a Ciudadanos una serie de medidas, como el transporte gratuito en los autobuses municipales durante la hora punta escolar de la ma?ana, lanzar varios paquetes de ayudas a las familias m¨¢s afectadas por el zarpazo de la pandemia y matizar la nueva bajada de impuestos que planea sobre Almeida.

La ma?ana del martes, a eso de las 10.35, el Grupo Mixto anunci¨® p¨²blicamente esta postura en la sala de prensa de la plaza de la Villa, a pocos metros de la Plaza Mayor. Minutos despu¨¦s, PSOE y M¨¢s Madrid recibieron la noticia con cierto estupor. Los socialistas avisaron de que ellos tambi¨¦n est¨¢n dispuestos a sentarse a negociar, pese a las dificultades y el movimiento que eso supone. ¡°Somos conscientes de que si no damos ese primer paso nosotros¡±, observ¨® su portavoz, Mar Espinar, ¡°nunca podremos llegar a sentarnos. Hay que aislar a Vox¡±. M¨¢s Madrid rechaz¨® cualquier tipo de di¨¢logo. ¡°Estas cuentas representan a la extrema derecha¡±, dijo Rita Maestre. ¡°Esto es un presupuesto perdido. Y ya van tres a?os perdidos¡±.

Vox, sin embargo, guard¨® silencio. Mientras tanto, en un rinc¨®n del Congreso de los Diputados, Javier Ortega Smith, que adem¨¢s de concejal y portavoz en el Ayuntamiento tiene un esca?o en la C¨¢mara baja, estaba enviando un correo electr¨®nico al alcalde de Madrid tras escuchar al Grupo Mixto. En el mensaje ofreci¨® al alcalde una reuni¨®n para este mismo jueves, sin m¨¢s detalles. Fuentes del partido tampoco aclaran qu¨¦ planean o qu¨¦ movimiento aguardan para ¨²ltimo d¨ªa de la negociaci¨®n. Vox acababa de activar la maquinaria tras cinco semanas de rechazos. El culebr¨®n de los presupuestos, sin embargo, no hab¨ªa terminado.

Seg¨²n fuentes de Ciudadanos, Almeida no les hab¨ªa avisado de este mensaje de Vox. Se enteraron por la prensa de este ¨²ltimo movimiento, como otras veces. Fuentes del Gobierno municipal coinciden en que ahora mismo existe una guerra interna en el seno del Ejecutivo por el estado de la negociaci¨®n de las cuentas. ¡°Nosotros queremos negociar con todos¡±, insisten fuentes del partido de Villac¨ªs. ¡°Lo que no pueden hacer en el equipo de Almeida es confundir los objetivos del equipo de Gobierno con los del PP¡±. Ciudadanos no quiere pactar los presupuestos solo con Vox, de ah¨ª que algunos de sus ediles est¨¦n llamando estos d¨ªas a otros partidos. Quedan 48 horas para el fin de la negociaci¨®n, pero Almeida este martes, como si el movimiento del Grupo Mixto y de su edil de Hacienda fuera poco relevante, volvi¨® a insistir en que pactar con Vox es su m¨¢xima prioridad, de nuevo.

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