M¨¦dicos contra negacionistas en la ¨²ltima s¨¢tira de Moli¨¨re
La cr¨ªtica comedia del franc¨¦s sobre la medicina del siglo XVII trasciende en el tiempo entre boticarios, charlatanes y p¨ªcaros
Con vestidos de seda, sayas, jubones y casacas, los estrafalarios personajes de El Enfermo Imaginario regresan al siglo XVII. La cr¨ªtica comedia sobre la medicina del dramaturgo franc¨¦s Moli¨¨re (1622-1673) trasciende cuatro siglos despu¨¦s de su publicaci¨®n. La ¨²ltima s¨¢tira del considerado creador de la Comedia Francesa invade el escenario del Teatro Fern¨¢n G¨®mez a un mes del 400 aniversario del nacimiento del escritor. El protagonista conf¨ªa plenamente en la ciencia, pero su hermana se...
Con vestidos de seda, sayas, jubones y casacas, los estrafalarios personajes de El Enfermo Imaginario regresan al siglo XVII. La cr¨ªtica comedia sobre la medicina del dramaturgo franc¨¦s Moli¨¨re (1622-1673) trasciende cuatro siglos despu¨¦s de su publicaci¨®n. La ¨²ltima s¨¢tira del considerado creador de la Comedia Francesa invade el escenario del Teatro Fern¨¢n G¨®mez a un mes del 400 aniversario del nacimiento del escritor. El protagonista conf¨ªa plenamente en la ciencia, pero su hermana se muestra esc¨¦ptica. ¡°Ella adopta de alguna manera el papel de los negacionistas de hoy en d¨ªa¡±, explica su directora, Eva del Palacio, que ha mantenido la esencia del texto original, pero ha a?adido gui?os de rabiosa actualidad.
Su hermana Beralda le reprocha la cantidad de pastillas que ingiere ante la obsesi¨®n que ha desarrollado por la medicina. La pelea entre los hermanos evidencia la modernidad de la comedia de Moli¨¨re, escrita en un siglo en el que la medicina estaba ganando grandes avances, como el descubrimiento de la circulaci¨®n de la sangre.
El tel¨®n se abre para recibir a un hombre hipocondriaco y ego¨ªsta, que apunta con pluma el n¨²mero de pastillas que se ha tomado en un folio de papiro. Arg¨¢n permanece tumbado en la cama, angustiado por su supuesta enfermedad. El miedo a la muerte y al dolor tienen al protagonista preso de s¨ª mismo. Es v¨ªctima y verdugo de m¨¦dicos, boticarios, charlatanes y p¨ªcaros sin escr¨²pulos que le mantienen medicado a todas horas. ¡°El doctor del protagonista, el se?or Purgon, representa a las grandes farmac¨¦uticas como Pfizer y Moderna¡±, cuenta la madrile?a.
Ante el miedo por contraer alguna enfermedad, el personaje principal descuida a las personas que tiene a su alrededor, llegando incluso a obligar a su hija a casarse con un m¨¦dico impresentable y sucio para obtener medicinas y recetas. Ella le acusa de querer hacer un comercio de puro inter¨¦s. De esta manera, Arg¨¢n intenta ahorrarse las cantidades desorbitadas de dinero que paga por sus medicamentos, a los que considera su ¡°salvaci¨®n¡±.
A partir de la comedia, la pantomima y la danza, se muestra tambi¨¦n el sufrimiento que se infring¨ªa contra los enfermos en aquella ¨¦poca. ¡°Hab¨ªa curas que hac¨ªan puras, sangr¨ªas y lavativas, que eran aut¨¦nticas salvajadas, y con eso se curaba todo¡±, manifiesta su directora.
De la consecuci¨®n de escenas exageradas, surrealistas e hilarantes resulta un discurso que ahonda en temas como la enfermedad, el sufrimiento y el dolor, pero con el humor tan caracter¨ªstico de Moli¨¨re, porque, seg¨²n su directora, ¡°no hay otra forma de soportar las atrocidades del mundo¡±. Con t¨¦cnicas del clown y juegos, la obra apta para todos los p¨²blicos re¨²ne a m¨¢s de una decena de artistas, entre lacayos y boticarios.
M¨²sica en directo y cr¨ªtica social
La m¨²sica en directo que ofrece la banda sobre el escenario acoge las creaciones de Miguel Bar¨®n y las composiciones originales del compositor Marc-Antoine Charpentier (Par¨ªs, 1643-1704) al ritmo de instrumentos como el piano, el viol¨ªn y el la¨²d. Las melod¨ªas acompa?an la genialidad de las obras de una de las grandes figuras de la comedie-ballet. En 1664, el rey Luis XIV nombr¨® a Moli¨¨re responsable de las diversiones de la corte francesa, periodo en el que cre¨® Los placeres de la isla encantada y represent¨® La princesa de ?lide. Antes de su trabajo en la corte, el franc¨¦s ¡°se pas¨® muchos a?os pisando barro y pasando miserias hasta que descubri¨® como atrapar al p¨²blico con la comedia del arte, la burla y la risa¡±, cuenta Fernando Aguado, el actor que interpreta al protagonista.
La directora ha incluido una escena que se convierte en una pesadilla en la que aparecen un ej¨¦rcito de muertos, que imita la ¨¢cida cr¨ªtica social del escritor: ¡°La muerte est¨¢ siempre alrededor de nosotros, pero no la queremos recordar y queremos olvidarla¡±. A lo que Aguado a?ade: ¡°Durante la pandemia, hemos vivido la muerte muy de cerca¡±.
La pareja, que lleva 37 a?os trabajando juntos, se conoci¨® en la Real Escuela Superior de Arte Dram¨¢tico de Madrid. Su compa?¨ªa, Teatro Morboria, regresa con un montaje renovado del cl¨¢sico, que desapareci¨® de la capital por casi dos d¨¦cadas. Una de las caracter¨ªsticas de su creaci¨®n es la producci¨®n artesanal de su vestuario, desde las pelucas hasta los zapatos, que traslada al espectador al siglo XVII a trav¨¦s de un discurso burlesco sobre la medicina y el escepticismo.
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