La izquierda exige la dimisi¨®n de Ossorio, que se niega a rectificar sus palabras sobre las muertes en las residencias, y Ayuso culpa a Vox
Bronca en la Asamblea tras decir el n¨²mero dos del Gobierno que las familias de los residentes fallecidos en la primera ola de la pandemia ¡°ya lo han superado¡± para oponerse a una comisi¨®n de estudio impulsada por la extrema derecha
Enrique Ossorio, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, sonr¨ªe y mira c¨®mplice a la presidenta regional, Isabel D¨ªaz Ayuso, cada vez que un portavoz de la oposici¨®n pide su dimisi¨®n en el pleno de este jueves en la Asamblea regional. Menos de 24 horas despu¨¦s de que el n¨²mero dos del Ejecutivo dijera en rueda de prensa que las familias de los miles de ancianos muertos en las residencias de la regi¨®n durante la primera ola de la pandemia ¡°...
Enrique Ossorio, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, sonr¨ªe y mira c¨®mplice a la presidenta regional, Isabel D¨ªaz Ayuso, cada vez que un portavoz de la oposici¨®n pide su dimisi¨®n en el pleno de este jueves en la Asamblea regional. Menos de 24 horas despu¨¦s de que el n¨²mero dos del Ejecutivo dijera en rueda de prensa que las familias de los miles de ancianos muertos en las residencias de la regi¨®n durante la primera ola de la pandemia ¡°ya lo han superado¡±, sus rivales le ense?an la puerta de salida una y otra vez. Le pide que se vaya Alejandra Jacinto, portavoz de Podemos: ¡°Respeto, verdad y justicia¡±, reclama. En ello insiste Juan Lobato, del PSOE: ¡°D¨ªgale a su vicepresidente que pida disculpas y abandone el gobierno de Madrid¡±, le reclama a Ayuso. Y lo mismo exige M¨®nica Garc¨ªa, de M¨¢s Madrid: ¡°Cese a su vicepresidente por esas declaraciones miserables¡±. Entonces toma la palabra Ossorio. Y se desata la tormenta. Donde pudo haber una rectificaci¨®n, hay un ataque. Donde pudo haber una disculpa, hay una queja. Donde pudo haber un paso atr¨¢s, hay dos adelante. Es Ossorio provocando un incendio en el pleno, mientras los diputados del PSOE abandonan sus esca?os y los de M¨¢s Madrid golpean la madera de sus mesas y estallan en un coro: ¡°?Dimisi¨®n! ?dimisi¨®n!¡±.
¡±Me quieren encasquetar a m¨ª su falta de humanidad¡±, reta Ossorio, con una sonrisa ir¨®nica siempre colgada de la cara que observan algunos familiares de los fallecidos desde la tribuna de invitados. ¡°Mis declaraciones est¨¢n en la web y est¨¢n transcritas. A ellas me remito¡±, sigue, negando la evidencia, porque no hay ninguna diferencia, o matiz, entre lo que dijo y lo que transcribieron los medios de comunicaci¨®n. ¡°Estoy harto de que cambien lo que digo para hacer pol¨ªtica cutre. La falta de dignidad tendr¨ªa que tener un limite incluso para sus se?or¨ªas¡±.
Y se desata el caos. Los diputados de la izquierda se revuelven. Alejandro S¨¢nchez, representante de Equo integrado en M¨¢s Madrid, abandona el hemiciclo con el rostro desencajado, tras recibir dos advertencias de la presidenta de la C¨¢mara, Mar¨ªa Eugenia Carballedo (PP). Esta intenta coger las riendas de la sesi¨®n, que para entonces es como un caballo indomable y encabritado, tan encendidos est¨¢n los ¨¢nimos.
¡°Esto es inadmisible¡±, interviene ante las protestas de la oposici¨®n. ¡°Es una verg¨¹enza para el pueblo de Madrid, al que representamos¡±, sigue mientras retumban los golpes de los diputados de M¨¢s Madrid contra sus mesas. ¡°Dejen de usar la violencia en el pleno. Escuchen al se?or vicepresidente¡±.
Pero cuesta que las cosas vuelvan a la calma. La indignaci¨®n entre la izquierda es absoluta. Son m¨¢s de 5.000 ancianos muertos en residencias durante lo peor de la pandemia. Son los protocolos de triaje impuestos por el Gobierno regional, que impidieron la entrada de los residentes en los hospitales para salvar la vida o al menos paliar su sufrimiento. Y un Gobierno que ha pasado de no querer depurar responsabilidades en una comisi¨®n de investigaci¨®n a dar el asunto por superado para unos afectados que a¨²n penan las heridas abiertas por ni siquiera haber podido despedirse de sus mayores. Justo en los mismos d¨ªas en los que el exconsejero Alberto Reyero (Cs) relata en un libro la frialdad con la que sus compa?eros del PP vivieron, a su juicio, aquel drama, las palabras de Ossorio reavivan un fuego nunca apagado.
¡°?Esto es inadmisible!¡±, se escucha en el pleno, mientras alg¨²n diputado hace gestos imitando el v¨®mito como reacci¨®n a las palabras de Ossorio. ¡°?Usted no sabe un carajo!¡±, le dice Emilio Delgado (M¨¢s Madrid) al vicepresidente. ¡°?Cree que es normal que se escude en las familias a las que ningunea? Es usted un canalla (...) Son pobres en honestidad, decencia, coraje, empat¨ªa y sentido com¨²n¡±, estalla. ¡°Si tuviera algo de esto, dimitir¨ªa¡±.
A esa exigencia se une luego, a trav¨¦s de un comunicado, la Plataforma Estatal de Organizaciones de Familiares y Usuarias de Residencias: ¡°Sus declaraciones ninguneando a las familias de las 6.891 v¨ªctimas en su comunidad hablan de un malandr¨ªn, de una mala persona, no todo tiene cabida en la democracia, por ¨¦tica, e incluso por est¨¦tica tambi¨¦n¡±.
El PSOE, mientras tanto, anuncia que sus diputados se ir¨¢n del pleno cada vez que intervenga Ossorio, insta a todos los grupos a crear una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre lo que ocurri¨® en las residencias, y mantiene, como M¨¢s Madrid, su iniciativa para reprobar al vicepresidente auton¨®mico por sus palabras.
Cuando pasa la tormenta, interviene Jaime de Berenguer (Vox), y afea a la izquierda su comportamiento. Es el ¨²nico momento de complicidad entre el PP y su socio de la extrema derecha. Los dos partidos afrontan la negociaci¨®n de los Presupuestos en un ambiente m¨¢s que enrarecido. El PP ha visto como una traici¨®n que Vox activara el martes la comisi¨®n de estudio sobre las residencias, que ten¨ªa guardado en un caj¨®n desde noviembre de 2021. Este partido, por su parte, considera que el PP ha dado orden de atacarlo a sus afines en los medios de comunicaci¨®n. Y por si faltara le?a para ese fuego que crece y crece, Roc¨ªo Monasterio, la portavoz de la extrema derecha en la C¨¢mara, y Ayuso, se enzarzan durante el pleno.
¡°?Qu¨¦ ocurre?¡±, le pregunta Monasterio a Ayuso. ¡°?Es que cree que no es nuestra obligaci¨®n mejorar la vida de nuestros mayores?¡±, insiste, para subrayar que el ¨®rgano que impulsa no es de investigaci¨®n (para dirimir responsabilidades pol¨ªticas por las miles de muertes en residencias durante la pandemia), sino de estudio (para proponer mejoras en el sistema). ¡°Nos ha atacado desde sus terminales medi¨¢ticos¡±, acusa. ¡°Nosotros votamos en contra de una comisi¨®n revanchista de la izquierda¡±, recuerda. Y remata, mirando a Ayuso: ¡°No se sienta usted atacada (...) Ustedes hablan del pasado, nosotros de ir de juntos a mejorar el futuro de nuestros mayores¡±.
Esas palabras ofrecen a Ayuso dos opciones dial¨¦cticas: choque o diplomacia. Pero el d¨ªa no est¨¢ para sutilezas, ni parece pedirle el cuerpo tender la mano al partido con el que negocia los presupuestos regionales. Es una Ayuso enfadada, y autoritaria, pues reclama a Vox que rectifique, diciendo, sin decirlo, que retire la iniciativa para formar la comisi¨®n. No es de extra?ar: en la primavera de 2021, Vox anunci¨® su apoyo a una comisi¨®n de investigaci¨®n, la presidenta les acus¨® de echarse en brazos de la izquierda, y Monasterio acab¨® dando marcha atr¨¢s. Un precedente que est¨¢ ahora en mente de todos.
¡°Me llama la atenci¨®n que Vox sea el mejor aliado de la izquierda en esta C¨¢mara¡±, afea la presidenta. ¡°Usted no tiene poder, fuerza pol¨ªtica ninguna, para frenar a los subvencionados, las plataformas afines, que vayan a esa comisi¨®n¡±, argumenta. ¡°La pretensi¨®n de la izquierda es retorcer el dolor de las familias, y ahora lo podr¨¢n conseguir en la C¨¢mara, gracias a Vox¡±, insiste. ¡°Es insensato lo que hacen¡±, opina. Y remata: ¡°Es otra comisi¨®n m¨¢s contra m¨ª. Esta gente les llama ultraderecha, querr¨ªa ilegalizarles. Hay que tener principios. Se tienen que replantear esa comisi¨®n¡±.
Ossorio escucha todo eso atentamente. Este es un hombre clave en el organigrama de Ayuso. En el Gobierno, coordina la acci¨®n pol¨ªtica. En el PP, el programa electoral de 2023. Aunque el n¨²mero dos del Ejecutivo pisa por segunda vez el charco de la pol¨¦mica ¨D¡±?Por d¨®nde estar¨¢n [los pobres]?¡±, dijo para cuestionar un informe sobre la exclusi¨®n y la pobreza en la regi¨®n¨D, eso cimenta su posici¨®n interna frente a las peticiones de dimisi¨®n. Su intervenci¨®n es recibida con una ovaci¨®n cerrada por la bancada del PP. Uno tras otro, los consejeros anuncian a los cuatro vientos su apoyo al vicepresidente. Pero Ayuso se marcha r¨¢pido del hemiciclo, igual que quien huye de un incendio, y sin dejar ninguna palabra sobre su n¨²mero dos.
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